Radiografía del agua urbana en España
29 de junio de 2012
Antes de entrar en detalle en los resultados de la nueva Encuesta, Fernando Morcillo, director de AEAS, realizó unas consideraciones preliminares, necesarias para entender mejor los datos aparecidos en el estudio, como por ejemplo que los servicios del agua siguen siendo de competencia municipal o que estos servicios no sólo contemplan el abastecimiento del agua, sino también todos los procesos que hay después de que ésta se evacúe por el desagüe, es decir el saneamiento (alcantarillado y depuración de aguas residuales) y la reutilización (técnicas de regeneración).
Según los datos aportados en la rueda de prensa por Fernando Morcillo, en el sector de abastecimiento y saneamiento de agua trabajan actualmente 45.200 personas (21.200 de forma directa y 24.000 de forma indirecta), habiendo repuntado el volumen de empleos directos desde la anterior edición de la Encuesta (se sitúa en niveles de 2006). La facturación de todo este sector en España se eleva hasta los 5.080 millones de euros y el volumen de agua suministrada anualmente llega a los 4.066 millones de metros cúbicos.
Como muestra de la magnitud de las infraestructuras de los servicios de agua en España, cabe señalar que los operadores gestionan 150.000 km (es decir unos 3,2 m/habitante) de redes de distribución de agua y unos 95.000 km (2,0 m / habitante) de redes de alcantarillado, lo que equivale a una longitud semejante a 3,7 veces y 2,9 veces, respectivamente, todo el perímetro de la Tierra.
El 72% del agua urbana consumida en España es de uso doméstico, mientras que el consumo industrial y comercial alcanza el 21% del total y el 7% restante se asigna a otros usos.
En este sentido la dotación de agua (la que sale de los depósitos de distribución para el consumo) es de 236 litros por habitante/día, una cifra que ha ido paulatinamente descendiendo en las dos últimas décadas, suponiendo una disminución de la dotación de agua del 24% entre 1987 y 2010.
Si el análisis se ciñe únicamente al consumo medio doméstico, éste es de tan sólo 126 litros de agua por habitante y día, lo que también supone un descenso del 15% desde el año 2004 hasta el cierre de 2010.
Esta cifra sitúa el consumo medio de los españoles en uno de los más bajos de Europa. Por ejemplo, Madrid está en 131 litros por habitante/día, Bilbao en 109 litros, Barcelona en 110 y Valencia en 113 litros, frente a los 197 de Oslo, los 178 de Estocolmo, los 159 de Lisboa o los 158 litros de Londres.
Eficiencia y calidad del agua
La disminución, tanto de la dotación como del consumo doméstico, es el positivo resultado de una mayor eficiencia de los servicios, que han mejorado notablemente el rendimiento de las redes, la facturación por usos diversos, la realización de campañas para el uso eficiente de los recursos y a la generalización de las tarifas crecientes por bloques de consumo, sin olvidar una mayor conciencia de los ciudadanos sobre el uso sostenible del agua y la mejora de rendimiento de los aparatos domésticos.
La eficiencia se consigue por la mejora tecnológica y el esfuerzo en I+D+i. Los operadores han introducido múltiples mejoras y aplican las más modernas tecnologías en todos y cada uno de los multidisciplinares aspectos que deben gestionar (Técnicas Hidráulicas, Procesos de Tratamiento y Depuración, Mantenimiento y Conservación, Sistemas Cartográficos y de Información Geográfica, Sensores y Telecontrol, Comunicaciones, Información, Gestión Comercial y de Atención al Cliente, Organización Empresarial y Sostenibilidad Ambiental y Económico-Financiera). Tecnologías como la cartografía ya están muy implantadas en nuestras redes de abastecimiento (77%) y de saneamiento (48%), así como otros avances como la detección sistemática de fugas en el abastecimiento (81% de los municipios) o los telemandos (78%).
En cuanto a la calidad del agua en España, como se apuntaba en la rueda de prensa, el 83% de la misma captada para los abastecimientos corresponde a aguas superficiales, el 14% son aguas subterráneas y el 3% procede de aguas desaladas.
La calidad natural del agua pre-potable superficial, la más utilizada, evoluciona favorablemente, aumentando un 7% sus índices generales de calidad, como consecuencia de los esfuerzos en controlar la contaminación en origen y la generalización de la depuración de las aguas residuales.
Respecto a las condiciones sanitarias de las aguas de consumo, el exhaustivo control que realizan los operadores y las autoridades sanitarias muestra que los consumidores pueden confiar plenamente en su calidad.
Precio del agua
El importe total facturado por el agua urbana en España, extrapolando datos a la población total, asciende a 5.081 millones de euros. De esa factura total de agua que pagamos por los servicios en España, un 60% corresponde a abastecimiento de agua, un 15% a alcantarillado y un 25% a la depuración de las aguas residuales.
Incluyendo todos los usos, el precio medio de los servicios fue de 1,83 /m3, y se se ciñe únicamente al uso doméstico este precio medio es algo menor, de 1,57 / m3. Estos precios no llegan a cubrir el coste total de los servicios, como preconiza la Directiva Marco Europea del Agua, lo que lleva a AEAS, como señalaba su presidente, a reclamar un incremento de este precio en un 25%.
Los complejos procesos tecnológicos de tratamiento, depuración o desalación (componentes poco visibles para la ciudadanía), que se han incorporado paulatinamente, conforme a las exigencias crecientes de las normativas legales, son costosos. Y para contar con servicios con garantía de disponibilidad y calidad y usar con eficiencia los recursos hídricos, es preciso que suban las tarifas hasta la recuperación total de los costes de operación, ambientales y del recurso.
De todas formas, como apuntaba Fernando Morcillo, en España, siendo uno de los países con mayor escasez de recursos hídricos de Europa, la incidencia de la factura del agua en los presupuestos familiares es apenas del 0,7%, irrelevante por sí misma y más aún si se relaciona con el coste de otros servicios. Por lo que nos cuesta una caña de cerveza pagamos el equivalente a dos días y medio de consumo de agua en una vivienda de una familia de tres miembros.
El sistema de tarifas que predomina es el de cuota fija de servicio más cuota variable articulada en tramos de consumo. Las tarifas se aprueban por los Ayuntamientos (34%), las Comisiones de Precios que dependen de las CC AA (27%) y/o por ambas administraciones conjuntamente (38%). Además de la cuota fija, la cuota variable es creciente en función del consumo. Por tamaño de población, los precios medios más altos se aplican en áreas metropolitanas. Desde la encuesta anterior los precios medios según tamaño de la población acortan las distancias entre sí.
Un 67% de la población encuestada tiene además la posibilidad de acceder a bonificaciones en las tarifas. La mitad de las bonificaciones aplicadas lo son a las familias numerosas y una cuarta parte se aplican por razones de nivel de renta. El resto se benefician de otro tipo de bonificaciones (por ejemplo por premios a la reducción del consumo).
Grado de satisfacción
Los españoles optamos por domiciliar en una entidad financiera la factura del agua (84% de la población y el 95% en las áreas metropolitanas). En la actualidad, el pago por ventanilla sólo es ya utilizado por un 5% de la población y por oficina bancaria el 5% de la población.
En líneas generales, el cliente de las operadoras de agua no tiene problemas con el servicio. Sólo un 1,3% del total formula a lo largo del año alguna reclamación con motivo del suministro, especialmente en las poblaciones de tamaño entre 20.000 y 50.000 habitantes. En las poblaciones de mayor tamaño, solamente afecta al 0,47% de los usuarios. El 58% de las reclamaciones se resuelven a favor del cliente, principalmente en los municipios de mayor población. A nivel agregado, de la totalidad de reclamaciones presentadas, un 56% se debe a errores de facturación, un 3,9% a la calidad del suministro y un 10,7% a quejas por el servicio de lectura de contadores.
Además, el 88% de la población atendida dispone de una página web interactiva con operaciones comerciales y el 11% de la población tiene a su disposición una web informativa. Sólo algo menos del 2% de la población atendida en los municipios encuestados dice tener la factura como único medio de comunicación.
El 52% de la población dispone de ‘carta de compromiso’ con el cliente que incluye indemnización por su incumplimiento. En cuanto a los servicios de atención telefónica específicos o call-centers, se constata que una gran mayoría de la población abastecida, el 94%, dispone de este servicio, que puede por tanto considerarse plenamente implantado como práctica habitual.
Las campañas de mentalización ciudadana para un uso sostenible del agua que realizan las operadoras, alcanzan ya al 95% de la población. En las cuencas de Baleares, Duero, Guadiana, interiores del País Vasco, Tajo, Andalucía Atlántica, Miño-Sil y Cantábrico Occidental esta difusión es del 100%. Además, el 72% de la población encuestada tiene a su disposición la Memoria Anual de Responsabilidad Social Corporativa de sus correspondientes operadoras.
Régimen de gestión
El 39% de la población española es abastecida de agua por empresas públicas, el 36% lo es por empresas privadas, el 13% por empresas mixtas y el 8% directamente a través de las propias corporaciones locales. Estos porcentajes varían relativamente poco en referencia a las anteriores ediciones de la encuesta, salvo en que se aprecia un ligero crecimiento de la población abastecida en régimen de gestión privada, que ha pasado del 33% al 36%, mientras que por el contrario la gestión pública ha pasado del 43% al 39%.
La presentación de la Encuesta concluyó con varios apuntes de los participantes, a preguntas de los periodistas, en los que se puso de manifiesto el liderazgo de la industria española, a nivel mundial, en tecnologías del agua; se informó sobre cómo puede influir la crisis económica en la ralentización de algunos procesos (como la implantación de contadores inteligentes); se destacó la necesidad de hacer el mayor esfuerzo inversor en las redes de alcantarillado (aún quedan algunas de la época romana); y se incidió en la necesidad de subir los precios del agua por los mayores costes de los procesos y por compromiso medioambiental (una subida que no evitaría que el agua siga siendo un recurso barato en España ya que ese 1,57 que vale actualmente el m3 en España, es lo que cuesta llenar 4.000 vasos de agua, cuatro bañeras y 1.333 botellas de vino).