Cataluña adquirirá desalinizadoras móviles y flotantes para garantizar el suministro de agua en las zonas más afectadas por la sequía

El consejero Mascort y la portavoz Plaja durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Interdepartamental de la Sequía celebrada el 18 de abril. (Autor: Rubén Moreno).

Las nuevas infraestructuras prestarán servicio mientras se abordan las obras planificadas por el Ejecutivo autonómico “para incrementar la disponibilidad de agua potable, obras que permitirán que en el horizonte 2030 la región metropolitana de Barcelona no dependa del agua de los embalses para su abastecimiento”, explicaron en una nota de prensa fuentes de la Generalitat de Cataluña.

De este modo, “Cataluña se blinda contra la permanente falta de lluvias y el Gobierno dota al país de los instrumentos necesarios para protegerse contra la sequía que estamos viviendo”, anunció la portavoz de la Generalitat de Cataluña, Patrícia Plaja, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Interdepartamental de la Sequía celebrada el 18 de abril.

“Este movimiento del Gobierno evitará que, de cara al otoño, haya que subir el nivel de restricciones a la vez que cada gota de lluvia que caiga servirá para subir el nivel de los embalses. Con esta medida —además de garantizar el agua de beber en el conjunto de la población— quedan descartadas otras acciones que también se habían estudiado como alternativas”, añadió Plaja.

En total se prevé instalar doce desalinizadoras móviles de pequeño formato en la zona norte de la Costa Brava, que aportarán conjuntamente 1.000 m³ diarios, y, una de gran formato, flotante, en la ciudad de Barcelona que dará servicio al área metropolitana y que tendrá una producción diaria de 40.000 m³ de agua, “equivalente a 14 hm³ en un año, el 6% de la demanda actual del área metropolitana de Barcelona”.

El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, declaró que “si hemos conseguido que el país continúe con su actividad con práctica normalidad después de más de tres años con lluvias por debajo de la media es porque hemos actuado con tiempo, con datos y de forma planificada. Así, a corto plazo, el Govern afronta la emergencia con una hoja de ruta clara para garantizar que la poca agua disponible dure más tiempo y —en el medio y largo plazo— seguimos trabajando para que el país esté preparado para afrontar las sequías que vendrán”.

Mascort afirmó que el Govern “huye de soluciones poco sostenibles y efímeras, por lo que se renuncia a los barcos de manera consciente y se propone una solución que es económica y medioambientalmente más sostenible y más estable en cuanto a la seguridad del abastecimiento. Mientras, avanzamos en la hoja de ruta de las infraestructuras planificadas, las de emergencia y las del horizonte 2030”.

Respecto a la desalinizadora flotante que se ubicará en el puerto de Barcelona, se trata de una embarcación equipadas con los elementos y la tecnología necesarias para llevar a cabo un proceso de desalinización por ósmosis inversa. “Esta solución se pondrá en marcha coincidiendo con el escenario de emergencia II, que no se prevé que se active antes de octubre de 2024”, auguran las mismas fuentes.

El Puerto de Barcelona ya dispone de las instalaciones preparadas y también se ha acordado el punto en el que se ubicará la desalinizadora y la conexión de la tubería de transporte del agua. El agua que se produzca se enviará a un depósito intermedio que actualmente se está acondicionando y que estará operativo en junio. Desde este depósito, el agua se incorporará a la red de distribución.

Desde el Govern se añade que el volumen de agua que se podrá incorporar a la red a diario mediante esta opción es superior a la que se hubiera aportado al sistema a través del transporte en barcos que se había evaluado inicialmente. La desalinizadora flotante “produce unos 40.000 m³/día frente a los 25.000 m³/día de media que se pueden transportar con barcos, es decir, permite obtener un 50% más de agua con esta opción”.

Por otro lado, el coste de producción del agua a través de una desalinizadora flotante es mucho más económico, casi la mitad, de lo que costaría si llegara a través de barcos. Así el coste se situará en torno a los 6 euros por metro cúbico, mientras que con barcos se eleva hasta los 10 euros/m³.

Otro de los factores determinantes para que el Gobierno haya habilitado esta solución es que la instalación de la desalinizadora portátil evita posibles contratiempos y retrasos que se hubieran podido producir con el uso de barcos.

Por otra parte, el Consorcio de Aguas Costa Brava Girona (CACBG), ente encargado de la gestión del servicio de agua en buena parte de la Costa Brava, adquirirá doce desalinizadoras móviles que permitirán incrementar el agua disponible en su red de distribución. La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha otorgado una subvención de 5 millones de euros al CACBC para ayudar a sufragar la inversión.

Cuatro de esas desalinizadoras se instalarán en Roses, cuatro dentro de las instalaciones de la ETAP Empuriabrava, gestionada por el Consorcio de Aguas Costa Brava Girona, y otras cuatro en la playa de Empuriabrava.

El destino del agua producida en las desalinizadoras instaladas en Roses será este mismo municipio, a través de una conexión con la red de distribución en baja. El resto de desalinizadoras darán servicio a los municipios que se abastecen desde la ETAP Empuriabrava: Cadaqués, Llançà, Roses, Empuriabrava, Mancomunidad de Pau, Palau-saverdera, Vilajuïga, Garriguella, Pedret y Marzà, El Port de la Selva y Selva de Mar.

Las 12 desalinizadoras móviles tendrán un coste aproximado de 10 millones de euros y se prevé que cada una de ellas produzca 1.000 m³ al día. Esta producción cubrirá aproximadamente el 35% de la demanda de agua de la zona de abastecimiento de la Costa Brava Norte del CACBG.

El resto de zonas de los municipios de la Costa Brava, los de la zona centro y sur, tiene garantizado el servicio. Desde el Ejecutivo catalán se explica que los municipios de la Costa Brava Centro se abastecen de la unidad Baix Ter, es decir, del agua proveniente de los embalses de Sau y Susqueda, y los municipios de la Costa Brava Sur, se abastecen del agua proveniente de la ITAM Tordera y la ETAP Palafolls.

Mascort djio que “la voluntad del Govern es la de proteger el agua de todos los embalses, ya que con los más de 14 hm³ al año provenientes de las nuevas infraestructuras de desalinización, cada gota de agua que se ahorrará de las reservas será para ganar en resiliencia”.