La ACA prevé, en el horizonte de 2050, una reducción de hasta un 18% de la disponibilidad de agua en Cataluña

La Generalitat de Cataluña aprobó el Plan de gestión del agua de las cuencas internas y su programa de medidas, correspondientes al período 2022-2027. Se trata de la hoja de ruta del Ejecutivo autonómico y en él se incluyen “las actuaciones e inversiones para preservar y mejorar la calidad de las masas de agua y los ecosistemas hídricos, garantizar las demandas de agua, impulsar actuaciones en materia de saneamiento y regeneración”, entre otras medidas.

El nuevo plan, informaron fuentes de la Generalitat de Cataluña, está diseñado con el objetivo de garantizar el acceso al agua de todos los usos, a pesar del déficit hídrico estructural de las cuencas internas y la emergencia climática. Asimismo, se centra en asegurar el buen estado del medio hídrico frente a un contexto con una distribución cada vez más irregular de las lluvias y con fenómenos meteorológicos más extremos. El nuevo plan tiene en cuenta los objetivos, herramientas y acciones en materia del ciclo del agua, tal y como determina la Directiva marco del agua europea.

Según las previsiones de la Agencia Catalana del Agua (ACA), de cara al horizonte 2050 se prevé una reducción de hasta un 18% de la disponibilidad de agua en Cataluña. Si a este dato se suma el hecho de que desde la ACA sólo se puede gestionar el 40% de los recursos hídricos de Cataluña —el resto son de competencia estatal— en un territorio donde se concentra el 90% de la población, “la autosuficiencia hídrica es más relevante que nunca”.

El plan de gestión tiene como principal objetivo avanzar en la autosuficiencia hídrica del país a través de la eficiencia en la gestión del agua. Por eso, en los próximos seis años se centra en mejorar la calidad de las masas de agua y en garantizar el suministro de las cuencas internas de Cataluña sin depender del régimen pluviométrico. Este doble objetivo se logra mediante la concreción de las medidas necesarias a aplicar y, sobre todo, garantizando la financiación adecuada de estas acciones.

Todos los recursos hídricos adicionales que se prevé incorporar en el sistema serán para dar respuesta a las demandas ambientales de las masas de agua —caudales ambientales y recuperación de acuíferos— y al déficit de garantía actual. No se prevé en ningún caso la reducción de los usos actuales y sí un impulso importante de la reutilización para fomentar la sustitución de usos en los que esto sea posible.

En este período, en cuanto a la necesidad de abastecimiento urbano, se prevé una demanda más o menos constante, y ésta ya se ha ajustado con creces en los últimos años (desde el Ejecutivo autonómico se asegura que la tasa de consumo urbano en Cataluña “es una de las más bajas de Europa”). No obstante, la actual situación de sequía, que se está prolongando desde 2021, ha provocado que algunas medidas previstas se avancen y puedan estar terminadas antes de lo previsto.

El plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Catalunya también hace especial énfasis en la mejora hidromorfológica y la restauración de caudales ambientales y conectividad fluvial, y presta especial atención las medidas para hacer frente a los efectos del cambio climático y “el bajón de recursos disponibles para a los usos y el medio”.

Por ello, hace especial hincapié en el agua regenerada y, en segundo término, la desalinización como medidas para compatibilizar usos y preservación de caudales de mantenimiento en los ríos y sistemas acuáticos.

En el próximo ciclo de planificación se prevé invertir cerca de 2.437 millones de euros, de los que 1.401 serán aportados por la Agencia Catalana del Agua. Desde la Generalitat se subraya que el plan de gestión 2022-2027 “casi triplica la inversión del plan que hasta ahora estaba en vigor (2016-21)”, que propició inversiones por valor de 950 millones de euros.

El Programa de medidas se articula en cuatro bloques.

1.- Consecución de los objetivos ambientales. Se destinarán 866,6 millones de euros (el 35,6% del presupuesto) a actuaciones destinadas a la mejora del medio hídrico (actuaciones de saneamiento, gestión de la contaminación difusa, actuaciones para la restauración hidromorfológica, entre otros).

2.- Atención a las demandas y racionalidad en el uso del agua. Se destinarán 1.417 millones de euros (un 58,2% del total) a actuaciones para incrementar la disponibilidad, regeneración y modernización de regadíos.

3.- Adaptación a fenómenos eventuales y extremos. Se destinarán cerca de 150 millones de euros a este bloque (6,1% del total) a actuaciones para reducir los riesgos de inundación.

4.- Conocimiento y gobernanza. Se destinarán 3,6 millones de euros (un 0,1% del presupuesto total) a este ámbito para fomentar la investigación y el desarrollo en el ciclo integral del agua, triplicando casi la inversión destinada a este ámbito en el anterior ciclo de planificación.

Las actuaciones previstas en el plan de gestión incrementarán en cerca de un 30% la disponibilidad de agua nueva. De esta forma, el Gobierno autonómico “se adelanta a la progresiva disminución de recursos prevista hasta 2050”.

También se destinarán 266 millones a apoyos a los ayuntamientos y al mundo local para mejoras del abastecimiento, eficiencia en el uso del agua, regeneración y prevención de inundaciones. Asimismo, se multiplica por cinco la inversión en restauración ambiental del ciclo del agua.

Con el objetivo de incrementar la disponibilidad de agua se introducirán mejoras en desalinización, potabilización y reaprovechamiento que permitirán la generación de 182 hm3 nuevos de agua para el consumo: 80 hm3 de la desalinización; 56 hm3 de la reutilización y mejoras en plantas potabilizadoras; 6,3 hm3 en mejoras de eficiencia de la red, 15 hm3 de recuperación de pozos y 25 hm3 para intensificar el aprovechamiento del río Besòs.

Además, se impulsará la regeneración de aguas residuales. Así, se pasará de las 24 instalaciones de regeneración de agua actuales a 40. Se regenerarán 120 hm3/año, 50 hm3 más que ahora. Este incremento permitirá que, si en la actualidad se reutiliza el 10% del total del agua depurada, tras las inversiones del plan se doblará esta cifra. Esta agua se utiliza para el riego agrícola y para usos industriales, ambientales lúdicos y municipales, entre otros usos.

Además, el plan prevé la modernización de regadíos.

Plan de gestión 2022-2027 prevé mejorar el saneamiento. A pesar de que en la actualidad “Cataluña está en unos niveles muy altos de saneamiento (97,1% de población saneada), el el saneamiento tiene un doble reto: construir depuradoras en pequeños núcleos que actualmente carecen de sistema de saneamiento y modernizar las depuradoras que llevan años activas”.

El objetivo es llegar al 100% de la población. Hasta 2027 se prevé la puesta en marcha de 174 nuevas depuradoras y la mejora de 438 que ya están activas. El plan 2022-2027 dará prioridad a que las depuradoras se autoabastezcan con energías limpias como la fotovoltaica o la producción de biogás, de forma que el 78% de la energía que necesitan las depuradoras provenga de fuentes limpias.

Restauración ambiental y conectividad fluvial. El plan multiplica por cinco la inversión en restauración ambiental, de los 8 millones de euros del actual ciclo (2016-2021) hasta los 44 millones de euros para el período 2022-2027. “La renaturalización de los ríos tendrá el sitio que le corresponde en la planificación hidrológica”. En este sentido, se reducirá la contaminación salina del río Llobregat.

Finalmente, el plan pondrá en marcha medidas para hacer frente a “fenómenos eventuales y extremos” estableciendo medidas de protección frente a avenidas.