SUEZ se adjudica el contrato de diseño y construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales en la bahía de Hann
Tras una licitación internacional, la Oficina Nacional de Saneamiento de Senegal (ONAS) ha adjudicado a SUEZ y a su socio, el consorcio CDE, el contrato para diseñar y construir una planta de tratamiento de aguas residuales en la bahía de Hann, en Dakar.
Con una capacidad de 26.000 metros cúbicos al día, esta nueva planta de tratamiento de aguas residuales forma parte de un programa emprendido por el gobierno senegalés para sanear la bahía de Hann, gravemente contaminada.
El contrato se acordó con ONAS, que representaba al Gobierno de Senegal. Tiene un valor total de 49 millones de euros (incluidos 25 millones de euros para SUEZ), con el apoyo financiero de AFD , Invest International del Reino de los Países Bajos, y la Unión Europea.
La planta estará equipada con un proceso de tratamiento de aguas residuales que requiere un menor volumen de reactivos químicos, es más eficiente energéticamente y menos oloroso. Incluirá un sistema de tratamiento de olores para mejorar las condiciones de vida de los residentes locales y convertirla en una infraestructura duradera en el entorno local.
En la década de 1970, la bahía de Hann estaba considerada como uno de los lugares costeros más bellos del mundo. En la actualidad, la bahía está tan contaminada por los residuos industriales y humanos que sus aguas ya no son aptas para la pesca o el baño. Esto se debe en gran medida a que el 80% de las industrias manufactureras del país se asientan a lo largo de la bahía y vierten sus efluentes en el mar sin el suficiente tratamiento. La bahía también recibe las aguas residuales domésticas no tratadas de los hogares de la costa.
El objetivo del programa emprendido por el Estado senegalés es restaurar la calidad de las aguas de la bahía reduciendo la cantidad de aguas residuales vertidas por las plantas industriales y, en menor medida, por los hogares.
Además de la planta de tratamiento de aguas residuales, el programa incluye una tubería de vertido marino para descargar las aguas residuales tratadas en el mar y un sistema de transporte de aguas residuales de la bahía. Ese sistema cuenta con un interceptor y estaciones de bombeo para recoger los efluentes de las plantas industriales y los centros de población, incluido el puerto autónomo de Dakar.
Para que esta planta se mantenga adecuadamente y se convierta en un elemento duradero de la infraestructura, se ha revisado la normativa de Senegal en materia de saneamiento y se promulgará una ley para aplicar el principio de «quien contamina paga». Esto mejorará las condiciones sanitarias de la población local, protegerá el medio ambiente marino y promoverá el retorno de las actividades socioeconómicas en la zona, incluyendo la pesca y el turismo.