Canal de Isabel II garantiza la calidad del agua de consumo en la Comunidad
Canal de Isabel II garantiza la calidad del agua del grifo en la Comunidad de Madrid mediante el uso de los tratamientos de potabilización más avanzados y, además, a través de un estricto programa de vigilancia, mediante el cual realiza anualmente más de 9 millones de análisis al agua de consumo de la región.
De acuerdo con las características del agua que Canal capta en los embalses de la sierra de Madrid y con la red que opera para distribuirla, una vez tratada, por toda la Comunidad (de cerca de 18.000 kilómetros de longitud), Canal ha diseñado un completo sistema de tratamiento que asegura la máxima calidad del agua que cada día abastece a más de 6 millones de personas.
Así, la empresa reduce al máximo la materia orgánica mediante procesos de oxidación con ozono y filtración a través de carbón activo, y, además, emplea cloraminas para garantizar la desinfección en toda la red y para reducir la generación de subproductos, como los trihalometanos.
Canal de Isabel II, por su parte, apostó desde la construcción de sus primeras estaciones de tratamiento de agua potable, a finales de los años 60, por un sistema de desinfección que se basa en el cloro combinado: las cloraminas, un compuesto que permanece más tiempo en la red de distribución y, además, conlleva una menor formación de trihalometanos y otros subproductos de la desinfección.
CLORAMINAS: GARANTÍA DE DESINFECCIÓN Y CALIDAD DEL AGUA POTABLE
Las cloraminas son un compuesto formado mediante la reacción de cloro disuelto con amonio y que ofrece múltiples ventajas: una de ellas es que tiene mayor estabilidad que el cloro, lo que hace que su permanencia en el tiempo sea mayor y, por tanto, garantiza la desinfección del agua en redes de distribución largas, como las que existen en la Comunidad de Madrid. Pero, además, ofrece una clara ventaja, y es que minimiza la generación de trihalometanos: estos subproductos aparecen cuando en el agua tratada están presentes cloro libre y materia orgánica. Las cloraminas, al evitar el cloro libre, reducen significativamente la presencia de trihalometanos en el agua: así, el agua de la Comunidad de Madrid tiene una presencia de trihalometanos cerca de un 80 % inferior a los límites marcados por la legislación vigente.
Además de aplicar todos estos tratamientos, Canal de Isabel II tiene establecido un estricto programa de vigilancia desde el origen del abastecimiento de agua hasta su entrega al consumidor, con objeto de garantizar su salubridad en todo momento. 16 laboratorios y 52 estaciones de vigilancia automática conectados a los sistemas de telecontrol de la empresa realizan cada año más de 9 millones de análisis en los que se estudian 60 parámetros como cloro, pH, conductividad, turbidez y detectan de manera inmediata cualquier anomalía en la calidad del agua de consumo.