Emergencia climática en clave de género
La crisis climática que está viviendo nuestro planeta es innegable, pero su impacto se distribuye de modo desigual. Las personas en situación de vulnerabilidad sufren de primera mano, y de forma más acentuada, sus efectos negativos. Y en todo el mundo, entre los más desfavorecidos —y por lo tanto, más vulnerables—, las mujeres suelen ser mayoría. De hecho, representan un 70% de las personas que viven en situación de pobreza en el mundo.
Catalina Balseiro Río, Chief Innovation and Knowledge Officer, Aigües de Barcelona
Las instituciones humanitarias alertan de que las mujeres serán mayoría entre los 50-200 millones de refugiados climáticos (80% de mujeres y niños) que, hasta 2050, intentarán escapar de los impactos del cambio climático en su entorno.
Según el informe elaborado por Naciones Unidas Las repercusiones de la COVID-19 en las mujeres y las niñas, la pandemia ha agravado las desigualdades de género ya existentes en todas las esferas, de la salud a la economía, de la seguridad a la protección social.
Las mujeres, tradicionalmente, se han visto expuestas a la discriminación de género en diferentes formas y la realidad del cambio climático no es ajena a dichas discriminaciones. Las mujeres se cuentan entre las principales afectadas por el cambio climático, pero son minoría en los órganos de toma de decisiones políticas para hacer frente a la emergencia planetaria, o en los sectores o empresas más contaminantes, llamadas a una transformación ecológica y sostenible de su actividad. Por ello, desde la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se ha elaborado un plan de acción de género con el que se busca una igualdad real tanto en participación como en liderazgo en lo que respecta a esta crisis global.
Ahora que la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la gran fragilidad del mundo en el que vivimos, las políticas públicas asociadas a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático no pueden obviar esta realidad que también provoca desigualdades y discriminaciones de género. Pero, en este contexto, ¿qué tiene que aportar la perspectiva de género en las políticas de la sostenibilidad, el medio ambiente y el cambio climático?
La igualdad de género es un derecho y la mejor oportunidad que existe para afrontar algunos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, desde la crisis económica hasta el cambio climático o la emergencia hídrica. Las mujeres tienen ideas y capacidad de liderazgo. Su contribución en la adaptación y mitigación del cambio climático es imprescindible.
Un claro ejemplo, Aigües de Barcelona. La innovación en Aigües de Barcelona está liderada por mujeres comprometidas con la transformación ecológica y social justa, con el fin de promover el desarrollo sostenible y garantizar la salud del planeta. Algunas de mis compañeras científicas y tecnólogas nos recordaban en el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia la importancia de potenciar el interés de las niñas y adolescentes por la innovación e investigación, y erigir referentes femeninos en los que se puedan ver reflejadas. Ya sea como impulsoras de la economía circular o como emprendedoras de acciones para mitigar el cambio climático, las mujeres somos agentes del cambio y debemos participar en condiciones de igualdad en la solución hacia un futuro sostenible.
Y así es, parte importante de la lucha contra el cambio climático pasa por el empoderamiento de las mujeres, por la capacidad de liderazgo femenino y por la toma de decisiones en el desarrollo de políticas estratégicas en un escenario de emergencia climática. Retos reflejados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y que deben ser abordados por hombres y mujeres, unidos por un objetivo común.
Artículo publicado en el Nº 89 Abril – Mayo 2022