Científicos almerienses tratan aguas residuales a base de luz solar y bacterias
16 de febrero de 2010
Las aguas industriales no se pueden tratar mediante los mismos sistemas biológicos que las urbanas, sino que precisan métodos específicos en función de los contaminantes que contienen. Por ello, los investigadores almerienses han utilizado un proceso que combina ambos métodos, la degradación a través de la energía solar y la acción de las bacterias para descontaminar. Mediante esta nueva técnica, se ha comprobado que la energía solar es eficiente como tratamiento en la primera fase del proceso de depuración en el 90% de las ocasiones. En opinión del responsable del grupo de Ingeniería Química de la UAL, José Antonio Sánchez Pérez, el nuevo método reduce la duración del proceso de depuración. “El tiempo necesario para depurar un volumen de mil litros de agua -en términos generales, ya que éste varia según la composición y carga de las aguas a tratar- es de unas cinco horas para el tratamiento solar y de 24 a 36 horas para el procedimiento biológico”, puntualiza.
En una primera fase, los estudios se realizaron con un solo cultivo de bacterias, concretamente Pseudomonas putida. Una vez comprobada su eficacia, se trasladaron a fangos activos de depuradora. Estos lodos contienen una mezcla de poblaciones de diferentes bacterias, hongos y algas que aumentan la potencialidad de degradación. Es decir, se consiguen resultados similares aunque a mayor velocidad. Tras esta fase de pruebas biológicas con el material de depuración, el Centro de Investigación de la Energía Solar (Ciesol) y el instituto mixto de la UAL- PSA (CIEMAT), efectuó los ensayos a nivel de laboratorio. Para ello, emplearon dos fotorreactores tubulares donde se generaron las primeras reacciones. Finalizados los experimentos, los investigadores iniciaron las pruebas a escala industrial. El siguiente paso consiste en la demostración de la eficacia combinada de estos tratamientos usando la energía solar como un proceso terciario, en la última fase del proceso de depuración. “Queremos plantear la fotocatálisis solar como una alternativa más sostenible para el tratamiento terciario”, concluye Sánchez Pérez. El estudio se ha llevado a cabo gracias a la financiación de 108.000 euros del Ministerio de Ciencia e Innovación.