El proyecto europeo LIFE AMIA avanza en su objetivo de fomentar la reutilización del agua depurada
Cada año se tratan en Europa más de 40.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales, de los cuales únicamente se reutiliza el 2,4 %. Para mejorar estas cifras, Facsa puso en marcha el pasado 2019 LIFE AMIA. Un proyecto que persigue promover la reutilización de agua en estaciones depuradoras de aguas residuales europeas mediante una tecnología de bajo consumo energético que minimice la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Tras 16 meses de trabajo, Facsa -en colaboración con la Entidad Regional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales (Esamur), el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), el laboratorio Eurofins Iproma, la británica Arvia Technology y la consultora de Chipre Atlantis Consulting- ha presentado los primeros resultados a Neemo Life Team, responsable del seguimiento de los proyectos del programa europeo LIFE del que forma parte AMIA.
Todo ello permitirá mejorar la calidad final del agua depurada y facilitará tanto su reutilización en agricultura, como el uso de los lodos y microalgas resultantes del proceso como fertilizantes. Este hecho es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el estrés hídrico afecta en la actualidad a 130 millones de habitantes de la UE (un 30 %) y que, según las previsiones, en el año 2050 la demanda de agua crecerá un 55% en comparación con los niveles de 2015.
El proyecto (ref. LIFE18/ENV/ES/000170), que tiene una duración de 40 meses y un presupuesto total de 1.945.914 euros, forma parte del Programa europeo LIFE, instrumento financiero de la Unión Europea dedicado en exclusiva a la cofinanciación de proyectos a favor del medio ambiente.