Pam Irrigal: soluciones completas de canalizaciones en fundición dúctil
En la actualidad, el 70% del agua que se extrae en el mundo se destina a la agricultura, representando el regadío un 20% del total de superficie mundial cultivada. En el caso de España —según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación— es el 22% de la superficie la que corresponde a regadío, lo que equivale a un total de 3,8 millones de hectáreas.
Resulta pues, la agricultura de regadío imprescindible para abordar la necesidad creciente de alimentos, ya que aporta el 40% de la producción total y produce hasta 6 veces más que la agricultura de secano.
En este contexto, nos encontramos ante la necesidad —por un lado— de reducir el consumo de agua destinado a fines agrícolas (con el fin de preservar los cada vez más escasos recursos hídricos de que disponemos) y, a su vez, asegurar el aumento sostenible de la producción de alimentos. Para abordar este reto, se vislumbra como imprescindible continuar el proceso de modernización de los sistemas de regadío que garanticen un uso cada vez más eficiente.
En este sentido, un referente en el sector como la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) también aboga por la eficiencia en relación al binomio agua-energía, resultando esencial para un correcto aprovechamiento del agua; así como insisten igualmente en la necesaria inversión en renovación de infraestructuras de transporte y distribución para poder hacer frente y paliar los efectos negativos del cambio climático.
A pesar de que todavía queda un largo camino por recorrer y mucho esfuerzo por realizar, en España podemos sentirnos orgullosos, ya que la modernización del regadío nos sitúa con ventaja respecto a nuestros vecinos europeos, contando con el 75,9 % de la superficie ya modernizada. Gracias a estas iniciativas, el método de regadío más sostenible (el riego localizado), ha sido el que más ha avanzado durante la última década con 440.480 hectáreas desarrolladas. Este aumento va acompañado del descenso en un 25% del consumo de agua, lo que convierte en realidad ese certero objetivo de” lograr hacer más con menos recursos”.
Fundición dúctil marca PAM: un sólido referente
Debido a la gran dispersión geográfica del regadío en España, la multitud de cultivos y los casi 4 millones de hectáreas desarrolladas, mantener y modernizar las infraestructuras hidráulicas de transporte del agua supone fuertes inversiones público-privadas. Es por eso necesario diseñar y construir redes de riego fiables y duraderas a muy largo plazo con un coste de ciclo de vida eficiente e impactos medioambientales mínimos. En el mercado se puede encontrar un amplio abanico de materiales disponibles con diferentes calidades, cualidades y precios. Seleccionar pues cuál es el más adecuado en un proyecto determinado, es complejo y depende de múltiples factores técnicos y económicos.
Especial cuidado hay que prestar a este último criterio, el económico. Debido a que, en una simple comparativa o cuadro de precios, el que una tubería de un determinado material tenga de partida un coste más elevado (€/ml), puede resultar que requiera menos uniones o que éstas sean más económicas, un menor movimiento de tierras, una zanja más económica, etc. Lo que podría suponer que la tubería instalada resulte en su conjunto de menor coste. Así como las prestaciones físicas del material, deben ser fundamentales a la hora de evaluar el comportamiento mecánico en obra de una canalización. Al seleccionar en un proyecto una tubería de fundición dúctil como la de Saint-Gobain PAM España, se parte de un material base muy resistente y duradero con una longevidad real de más de cien años -con tuberías instaladas en distintas partes de Europa-. Representa una decidida apuesta por la innovación, tras más de 100 años de experiencia de la marca PAM en el sector del agua en España desarrollando nuevos revestimientos -interiores y exteriores- que aportan mejoras tanto en la durabilidad de las conducciones como en su capacidad de transporte de efluentes.
PAM Irrigal: innovación al servicio del regadío
Hablar del cultivo de regadío es para Saint-Gobain PAM hablar de Irrigal. Su marca de referencia en tubería de fundición dúctil de color verde para el abastecimiento del agua de riego agrícola. Durante las últimas décadas, la evolución de esta gama ha seguido la misma tendencia, innovando en mejores prestaciones hasta llegar a comienzos de 2019 la última incorporación del más evolucionado, innovador y ecológico de los revestimientos activos desarrollados hasta el momento por Saint-Gobain PAM denominado BioZinalium.
Un verdadero trinomio químico de eficaz resultado (zinc-aluminio + cobre + Aquacoat) al servicio de las canalizaciones en fundición dúctil, aportando valores diferenciales como son:
- Protección contra la corrosión global, triplicando la vida útil de la tubería.
- Seguridad frente a la biocorrosión localizada: a través de la presencia de cobre.
- Compromiso con el desarrollo sostenible: capa Aquacoat libre de BPA y COV.
Saint-Gobain PAM España ofrece así una solución completa de canalizaciones en fundición dúctil para el transporte de agua de riego agrícola que se compone de:
- Tubería PAM Irrigal DN 150-600 mm y PAM Natural DN > 700 mm.
- Accesorios o piezas especiales PAM Natural.
- Válvulas de seccionamiento, elementos de protección de redes, piezas de montaje e intervención, reductoras y filtros, etc.
Lo que supone apostar por el único fabricante europeo que comercializa todos los productos necesarios de una canalización en el mismo material —la fundición dúctil— con un mismo comportamiento mecánico; evitando así los problemas que pueden surgir cuando se emplean diferentes materiales con prestaciones desiguales.
Desde el 2005 se han instalado en España alrededor de 1.500 km de canalizaciones en fundición dúctil PAM Irrigal y PAM Natural en las diferentes obras de modernización y nuevos regadíos, consolidándose como una de las principales alternativas dentro de los diferentes materiales para canalizaciones en el mercado de riego.