Un siglo: Y Manzano sigue creciendo
Antonio Manzano, gerente de Calderería Manzano
No son muchas las empresas del sector del aceite de oliva que pueden presumir de alcanzar el siglo de vida… ¿Cómo se siente estando al frente de una compañía centenaria?
Quien fundó Manzano seguramente nunca pensó que iba a durar un siglo, e incluso yo mismo, que llevo 40 años en la compañía, he pasado momentos en los que creía que no íbamos a llegar donde nos encontramos hoy. A parte de la responsabilidad que supone mantener esa historia que la compañía lleva a sus espaldas, como empresa referente de Bujalance, somos también el sustento para muchas familias de nuestra localidad. Y al igual que me toca marcar las directrices de lo que fabricamos, también debo argumentar a clientes de hace 30 o 40 años que hay muchos productos que hoy ya no fabricamos.
Caldarería Manzano no solo es una empresa, sino que se ha implicado con la sociedad de Bujalance a través de diversas iniciativas de carácter social y deportivo. ¿Orgulloso de haber conseguido como empresa el reconocimiento de la sociedad y del sector?
Estamos muy orgulloso de ser y participar de la vida de Bujalance, y por ello hace poco tiempo el Ayuntamiento nos concedió la medalla al mérito empresarial. A lo largo del siglo de historia más de medio pueblo de Bujalance ha trabajado o es familiar de alguien que ha sido nuestro empleado, y eso marca mucho el estrecho vínculo entra la localidad y la empresa.
Durante todo este tiempo se han vivido grandes momentos, pero también etapas muy complicadas como la que estuvo a punto de costar la desaparición de la empresa en los años 90. ¿Qué han sido capaz de aprender de esa etapa?
El aprendizaje no siempre va de la mano de los errores que se cometen, porque éstos tienen lugar en un momento y unas circunstancias determinadas. Pasado el tiempo, los responsables y las situaciones cambian, y nadie puede asegurar que esos errores se vuelvan a cometer, aunque seguro que todos los que estamos implicados en el proyecto los tenemos en cuenta.
Ahora están viviendo un momento dulce. Se han realizado inversiones importantes en los últimos años para ampliar y mejorar las instalaciones en Bujalance y de Villafranca, y han conseguido asociarse con una compañía Premium en centrifugación como Flottweg. ¿Qué base le da a la empresa de cara al futuro?
Desde nuestra fundación la zona de influencia siempre se ha ido ampliando. El último paso ha sido el acuerdo con Flottweg, que significa dar un salto adelante muy significativo para las generaciones que vienen. La otra opción era quedarnos igual o retroceder. A pesar del riesgo que conlleva, y de acuerdo con todos los responsables de la compañía, consideramos que era lo más adecuado para impulsar Calderería Manzano de cara al futuro.
Contando ya con la perspectiva que ofrece el primer año y medio de colaboración, ¿qué ha significado para Calderería Manzano haberse convertido en el representante en exclusiva de Flottweg en el sector del aceite de oliva?
Nos hemos dado un plazo entre tres y cinco años para asentar este cambio, que significa una gran transformación tanto a nivel de gestión como productivo. La unión con Flottweg significa estar al servicio de un mercado que hasta hace poco era desconocido para nosotros. Además, nos obliga a tejer toda una serie de acuerdos comerciales con empresas de otros países del mundo, principalmente del Magreb y Latinoamérica, para poder ofrecer el servicio adecuado a mercados en los que hace cinco años ni pensábamos. Todo ello nos obliga a realizar cambios constantes y también inversiones relevantes, como la planta de reparaciones de Flottweg que vamos a instalar en nuestras instalaciones.
¿La respuesta por parte de Flottweg ha sido la esperada? ¿Ha sido fácil la adaptación a la hora de trabajar de forma conjunta?
Por supuesto se ha de engrasar el engranaje, pero hemos tenido la suerte de encontrarnos con un socio que técnica y comercialmente es conservador como nosotros. Sus máquinas pueden tener un precio más elevado, pero deben de ser las mejores. Y en esa filosofía, a nuestro nivel, coincidimos totalmente. En lugar de presionarnos para aumentar las ventas, nos preguntan las previsiones para poder programar la fabricación de una forma fiable para sus clientes. La comunicación es constante para seguir mejorando y para solucionar los problemas que puedan surgir en cada momento.
Durante éstos 18 meses han tenido también la oportunidad de acudir juntos a las principales ferias del sector. ¿Qué feedback han tenido por parte de sus clientes?
Muchos competidores nos han preguntado por qué nos hemos metido en este negocio, pero muchos clientes nos han felicitado por este paso. Calderería Manzano va a realizar, con la garantía que le caracteriza, el mantenimiento y reparaciones de todas las máquinas que Flottweg tiene instaladas en nuestro país.
Ahora mismo cuentan en su catálogo, exceptuando el patio, con casi toda la maquinaria principal que una almazara necesita. ¿Es un factor que está decantando la balanza a la hora de conseguir contratos importantes ya no solo aquí en España, sino en nuevos mercados como el portugués o el norte de África?
Totalmente, la fuerza de ofrecer líneas completas es muy importante de cara a poder competir por proyectos de gran envergadura en España y en el extranjero. La incorporación de Flottweg ha complementado perfectamente los productos que ya fabricaba Calderería Manzano, sin que hayamos tenido que renunciar a nada.
Instalaciones de Calderería Manzano en Villafranca de Córdoba, exclusiva para la fabricación de depósitos y decantadores.
¿Qué representa actualmente la exportación para Calderería Manzano y qué expectativas tienen puestas a medio plazo con Flottweg como socio?
Calderería Manzano exportaba solo bodegas y eso comportaba una gran complejidad, tanto si se debía hacer por carretera como en barco. Al incorporar maquinaria eso ha cambiado, y actualmente rondamos el 40% de exportación, pudiendo llegar al 50% en tan solo dos años.
¿Qué retos tiene por delante Antonio Manzano a nivel personal y de empresa?
A nivel personal, en un corto plazo de tiempo finalizará mi labor al frente de la dirección de la empresa. Estoy orgulloso de que se vaya a hacer cargo de ella un equipo joven, muy profesional y excelentemente formado. Como empresa está el reto de asentar nuestro acuerdo con Flottweg en el próximo lustro y desarrollar nuevos productos con los que Calderería Manzano pueda seguir creciendo durante su segundo siglo de vida.