Los Bioclimatizadores Breezair, alternativa que garantiza la mayor eficiencia energética para las grandes industrias
29 de marzo de 2007
Los Bioclimatizadores Breezair, de la compañía Seeley International, con su innovador concepto de la bioclimatización, se posicionan como una alternativa eficiente, ecológica y económica para que las grandes industrias contaminen menos.
Las grandes manufacturas son cada vez más conscientes de los problemas de polución y emisiones a la atmósfera que incrementan el efecto invernadero y contribuyen al calentamiento global, además, la Directiva 2002/91 CE del Parlamento Europeo apuesta por el uso racional de la energía para evitar los problemas medioambientales que nos abocan al cambio climático.
Una solución para que las industrias reduzcan los gases contaminantes son los Bioclimatizadores Breezair, que gracias a las nuevas técnicas de “climatización evaporativa” consiguen enfriar el aire de forma ecológica y económica generando auténtica calidad de aire, garantizando un confort térmico ya que existe ventilación constante en los espacios, puesto que el aire no se recicla, si no que se renueva continuamente.
Los bioclimatizadores Breezair son perfectos para implantar en grandes superficies industriales que por su gran consumo energético son imposibles de climatizar con sistemas convencionales. Además, son los únicos viables para sitios abiertos, ya que al climatizar por renovación de aire impiden la entrada de aire caliente del exterior, a la vez que renuevan y limpian el aire interior, generando aire nuevo, fresco y filtrado y expulsando olores, humos, polvo y otros elementos de la propia fabricación.
La gama industrial 2007 de Breezair, la Serie TBA, incorpora mando programable que permite controlar parámetros de temperatura y humedad, de esta manera el equipo se adaptará en cada momento a las necesidades puntuales de climatización y optimiza el consumo de energía en un 80% respecto a los equipos convencionales.
Así, se mejoran las condiciones de confort de los trabajadores que repercute de forma muy directa en un incremento de producción y seguridad laboral, a la vez que se produce un ahorre energético, de costes y se minimizan los gases contaminantes de las industrias.