Nace Conaqua
Conaqua es una joven empresa constituida en 2013 como ‘spin-off’ del departamento de Ingeniería Ambiental del centro tecnológico Ceit-IK4 y que, según explica a Interempresas su director general, Mikel Maiza, tiene como actividad principal el desarrollo de productos y servicios avanzados para optimizar la gestión y el tratamiento del agua. La compañía ha apostado para su desarrollo por “una potente oferta tecnológica” al amparo del trabajo desarrollado por el personal del centro tecnológico, en colaboración con grandes compañías durante los últimos 20 años, y del que han nacido otras tres start-ups que actualmente dan empleo a medio centenar de personas de alta cualificación.
Con una inversión inicial cercana a los 100.000 euros para su puesta en marcha, Conaqua espera facturar unos 150.000 euros en su primer ejercicio e iniciar el salto, una vez lograda la consolidación en el mercado español, al resto de Europa y Latinoamérica para 2015.
Según Maiza, la razón de su creación se produce fundamentalmente al confluir las necesidades de optimizar los sistemas de gestión de tratamiento de aguas desde el punto de vista del rendimiento, como pueden ser sus procesos y/o sistemas, costes operacionales, consumo energético, consumo de agua, consumo de reactivos, etc., junto al incremento de las exigencias regulatorias de los parámetros de rendimiento por parte de las instituciones y, por tanto, la creciente demanda que se viene produciendo en las empresas dedicadas a la gestión y tratamiento del agua, un nicho de mercado que mueve aproximadamente 25.000 millones de euros.
Desde lo más convencional hasta lo más avanzado
A pesar de tratarse de un sector con una gran competencia, la empresa ha decidido participar en dicha evolución del sector como empresa tecnológica de servicios y soluciones en base a productos avanzados, ofreciendo sus propios desarrollos de modelización matemática, simulación y optimización de sistemas, explica el director general.
Su principal área de actividad se centra en las estaciones depuradoras de aguas residuales, tanto urbanas como industriales: “Estudiamos cualquier tipo de planta y tecnología, desde la más convencional hasta la más avanzada, incluyendo todo tipo de tratamiento primario, secundario y físico-químicos terciario para la línea de aguas, la línea de fangos o tratamientos químicos especiales para aguas industriales”, apunta Maiza.
Líneas básicas
En lo que respecta a los recursos humanos y técnicos, cuenta con un equipo humano “muy cualificado y multidisciplinar”, compuesto por expertos en procesos de tratamientos biológicos, tanto convencionales como avanzados, para procesos físico-químicos, modelado matemático, calibración de modelos y simulación de sistemas, sobre optimización de procesos y el control automático.
La principal ventaja que ofrece Conaqua a los organismos y entidades gestoras de los sistemas de tratamientos de aguas, señalan los responsables de la empresa, “es el diseño de nuevos procedimientos de tratamiento de aguas, para reintegrar estrategias de operación y remodelar sus sistemas con una inversión mínima y garantías de éxito”.
Los proyectos
Entre las soluciones avanzadas que la consultora se encuentra desarrollando cabe destacar el diseño de controladores para Edar urbanas cuyos principales objetivos pretenden reducir el consumo energético de la planta, estabilizar el proceso y, por consiguiente, maximizar la tasa de cumplimiento de vertido. “Dichos controladores, que actúan en su conjunto sobre el tratamiento biológico de la planta depuradora, primero se prueban por simulación, lo que nos permite conocer a priori tanto el ahorro energético como la mejoría en el funcionamiento del proceso de depuración que se podrán obtener en dicha planta al implantar los mismos”, explica Maiza.
También es reseñable el proyecto que están desarrollando para el procedimiento óptimo de operación y control en plantas depuradoras industriales que tratan aguas de alta carga. Para este caso, el objetivo que buscan es desarrollar un simulador que les permita realizar un análisis de escenarios lo más completo posible correspondiente a las diversas situaciones a las que deberá someterse una planta de estas características. “Ello permitirá crear un conocimiento de gran valor añadido para operar este tipo de plantas de la manera más eficiente posible, así como diseñar y desarrollar controladores avanzados que permitan automatizar, con fiabilidad y precisión, decisiones de operación que para los operadores de planta resultan muy complejas”, concluye Maiza.