La hora de FIMA 2024
La ausencia de un buen puñado de expositores con una fuerte presencia en la exposición se justificó apelando a la situación de excepcionalidad acontecida durante más de dos largos años. Flotaba en el ambiente aún cierto temor a las aglomeraciones, lo cual era muy loable, pero ya parecían entreverse otros factores que ahora, dos años después, terminan por confirmarse.
Basta con echar un vistazo al listado de empresas participantes para comprobar la ausencia repetida de muchas de las grandes marcas de tractores. Algunas habían anunciado su renuncia a FIMA con más de un año de antelación; otras lo fueron haciendo de manera sucesiva durante el último cuatrimestre de 2023, en un evidente efecto dominó.
Me equivoqué, por tanto, en 2022 al considerar que con la desaparición de aquellos argumentos coyunturales la exposición recuperaría el aspecto de antaño. Me consta que responsables de las filiales en España han peleado ante sus superiores por intentar que sus marcas estuvieran en Feria de Zaragoza, pero no tuvieron éxito. Han pesado más otros factores, que sin lugar a dudas nos hacen preguntarnos por el futuro de eventos de esta magnitud.
Desde la organización se ha trabajado con denuedo para conformar una exposición y un programa técnico sugerentes para el visitante profesional. A primera vista lo parecen, veremos si así lo consideran quienes han considerado históricamente FIMA, y por extensión Zaragoza, como punto de encuentro con proveedores, clientes, compañeros/as, amistades, competencia, etc.
Con los resultados de esta edición deberá abrirse un profundo periodo de reflexión que sirva como base para la toma de decisiones. Porque el sector evoluciona a una velocidad y con unas necesidades a las que deben adaptarse sus protagonistas. Quienes no lo hagan encontrarán obstáculos difícilmente superables.
Ahora, no obstante, es momento de vivir y disfrutar de FIMA 2024. ¡Feliz feria!