El II Foro Bellota insiste en el papel estratégico del campo, cada vez más productivo y sostenible
11 de mayo de 2011
Del 13 al 15 de abril, Sevilla albergó el II Foro Bellota, organizado por Bellota Agrisolutions, especializado en la fabricación y distribución de herramientas y componentes para maquinaria agrícola. Con el título ‘Comprometidos con el futuro’, este encuentro reunió a más de 100 profesionales del sector entre fabricantes de maquinaría agrícola, distribuidores, especialistas del sector y agricultores profesionales. El acto principal de este foro tuvo lugar el pasado 14 de abril, a cargo de Judit Anda, directora general de Producción Agraria de la Junta de Andalucía, quien puso de manifiesto la importancia estratégica del sector agroalimentario en una comunidad autónoma donde representa un alto porcentaje del PIB. Además, la portavoz de la Junta de Andalucía recordó la influencia del sector como generador de empleo, presente en una gran variedad de explotaciones y, por último, como vertebrador del territorio andaluz. Según Judit Anda, para alcanzar una verdadera gestión sostenible de las explotaciones agrarias, haciéndolas rentables para los agricultores y a la vez respetuosas con el medioambiente, es necesario trabajar todos juntos. En este sentido, insistió en la incorporación de nuevas tecnologías atractivas y sencillas para el productor, en la implantación de medidas de regulación del mercado para así lograr estabilidad en los precios, apoyar técnicas de cultivo respetuosas con el medioambiente que reduzcan el uso de insumos, ahorren agua y luchen contra la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad. En definitiva, la portavoz de la Junta de Andalucía apeló a recuperar la ilusión del sector y hacer del campo una actividad atractiva, que capte el interés de los jóvenes.
Perspectivas de la agricultura mundial
Tras la inauguración de la jornada llegó el turno de la ponencia ‘Perspectivas de la agricultura mundial, con una visión a 10 años’, de Luis Márquez, presidente de la Comisión Técnica de normalización de tractores y maquinaria agrícola de AENOR. Basándose en los últimos datos de la FAO, el profesor Márquez aseguró que éstos auguran un menor ritmo de crecimiento de la población mundial y una reserva de tierras cultivables suficiente para alimentar a la población del planeta. Aunque desde una perspectiva global no deberían haber problemas, si es cierto que el sector primario tiene muchos condicionantes locales, así como otros aspectos que podrían ser fuente de conflicto. La escasez de agua, la inestabilidad de los precios o el acceso a las nuevas tecnologías crearán problemas y crisis alimentarias, algo que ya sucede en los últimos años. Ante esta coyuntura y de cara al futuro, serán más interesantes los cultivos de oleaginosas que de cereales. Además, las rentas agrarias de los países desarrollados seguirán al alza, crecerá el comercio de algunos cultivos como el trigo, el arroz o la soja, así como la demanda de productos para producir biocombustibles y también la de producciones hortofrutícolas. En opinión de Luis Márquez, el uso de la tecnología será fundamental para reducir costes y ser más competitivos, aumentando la rentabilidad de las explotaciones agrarias. En este sentido, y según el ponente, se debe compensar al agricultor europeo por el hecho de trabajar en condiciones de mercado mucho más restrictivas y costosas, debido al nivel de exigencia y regulación de la Unión Europea.
Por lo tanto, la nueva Política Agraria Común (PAC) debe apoyar una agricultura productiva y sostenible, dotada de presupuesto suficiente para que las ayudas contribuyan a mantener la rentabilidad de la agricultura mediterránea. En cuanto a la biotecnología, el profesor Márquez afirmó que es positiva para reducir el uso de fitosanitarios, ahorrar agua y mejorar la calidad de las producciones, pero hay que explicar bien a la opinión pública europea que son los OGM y sus ventajas. Sobre la implantación de nuevas tecnologías y, en concreto, sobre el uso de los sistemas GPS y de la agricultura de precisión, versaron las otras dos ponencias de la mañana, por parte de Francisco Agúndez, de John Deere, y de Carlos Monreal, de Topcon Agricultura.
Durante el encuentro se desarrollaron varias ponencias acerca de los desafíos futuros para el sector primario y el reto de hacer realidad una agricultura cada vez más productiva y sostenible.
Búsqueda de soluciones para el futuro del sector
Básicamente, el Foro Bellota se concibe para la puesta en común y la búsqueda de soluciones, entre todos los asistentes, para así garantizar la viabilidad del campo. Muestra de ello, fue la encuesta en directo que se realizó al público presente, quien a través de un mando a distancia individual, daba su opinión sobre las cuestiones de futuro planteadas. Los resultados de esta encuesta fueron útiles para enfocar, a posteriori, el debate de la tarde. He aquí algunos de ellos:
- Los retos más importantes para la agricultura en los próximos 10 años serán la profesionalización de los agricultores y el hecho de alcanzar una mayor productividad de las cosechas mediante una gestión eficiente de los recursos hídricos.
-Ante el problema del coste de los insumos es necesario hallar soluciones de uso en común. Además, para ser más competitivos hay que aumentar el tamaño medio de las explotaciones en cuanto a dimensión económica (ya se trate de regadío o secano).
- Los agricultores solo se benefician, en un pequeño porcentaje, de los incrementos de los precios.
- La incorporación de las nuevas tecnologías depende de la dimensión económica de las explotaciones agrícolas.
- Los cultivos genéticamente modificados se perciben como una solución para aumentar la productividad de las cosechas. Se trata de una tecnología que el sector considera interesante desde el punto de vista económico, para mejorar los costes, pero que no se vislumbra como una forma de mejorar la calidad de los alimentos. La resistencia de la sociedad para aceptar los cultivos genéticamente modificados se debe, principalmente, al desconocimiento.
- La agricultura es un sector donde la introducción de nuevas tecnologías es constante y, por ello, el agricultor está razonablemente preparado para implementar las nuevas tecnologías que se avecinan.
En base a estas conclusiones, José Antonio Erdozia, director general de Corporación Patricio Echeverria y de Bellota Agrisolutions, moderó el debate que se celebró por la tarde y en el que las principales organizaciones profesionales agrarias aportaron su visión de futuro. De este modo, Miguel López, secretario general de COAG en Andalucía y también a nivel nacional, apostó por una PAC que apoye al agricultor en activo, aquel que produzca empleo y riqueza en el entorno rural. Además, el portavoz de COAG exigió normativas que defiendan a los productores de la volatilidad de los precios y de los abusos de intermediarios y gran distribución. Por su parte, Daniel Pérez, en representación de Asaja Andalucía, pidió que no se excluya a las grandes explotaciones de las ayudas comunitarias, considerándolas vitales para mantener un sector productivo y competitivo.
Igualmente, el portavoz de Asaja Andalucía respaldó el uso de los transgénicos para así disponer de las mismas tecnologías que los agricultores de otras áreas del mundo. Por último, Antonio López, responsable de Calidad e Innovación de FAECA, abogó por reestructurar el sector cooperativo, dándole una mayor fortaleza, a la hora de negociar con la gran distribución. En síntesis, todos los participantes corroboraron que las nuevas tecnologías ayudarán al sector, aunque primero es preciso garantizar la rentabilidad de las explotaciones para así poder invertir, en el futuro, en innovación. Al respecto, sí se lamenta la existencia de especialistas que asesoren al agricultor a la hora de adquirir la maquinaria que, de verdad, se ajuste a sus necesidades. Como conclusiones finales, José Antonio Erdozia destacó que la agricultura es un negocio global con limitaciones locales en la que es necesario establecer un equilibrio entre oferta y demanda con sistemas eficaces de regulación del mercado y de estabilidad de precios. Igualmente, hizo referencia a la caída de la renta agraria (un 18% desde el año 1990, en España) y, por lo tanto, se ha de reestructurar el sector y hacer frente a un cambio de regulación que apoye al producto y haga su trabajo más rentable en el marco de un campo realmente sostenible.