La aplicación de una parte de los nutrientes en fondo tiene ventajas más allá de la mayor disponibilidad de nutrientes en las primeras etapas de crecimiento de los cultivos
Importancia del abonado de fondo racional en cultivos hortícolas
Ángel Maresma e Israel Carrasco
Departamento de I+D EuroChem Agro Iberia
27/12/2022La fertirrigación ha facilitado el fraccionamiento de los nutrientes durante el ciclo del cultivo, especialmente cuando se compara con técnicas de abonado exclusivo en cobertera. Sin embargo, las estrategias de fertilización que incluyen una parte del abonado en fondo (<35% del N) y se complementan con fertirrigación han demostrado ser más productivas e igual de respetuosas con el medioambiente (sin tener más pérdidas de nutrientes).
La producción y calidad de los cultivos hortícolas están influidos por los niveles de disponibilidad de los macro y micronutrientes en el suelo, sobre todo cuando estos niveles están fuera del rango de suficiencia. El nitrógeno (N) es el nutriente que más frecuentemente limita la producción, aunque en otros casos el factor limitante puede ser la disponibilidad de fósforo y potasio, o bien de algún micronutriente (López et al., 2009). Establecer los momentos adecuados para la aplicación de fertilizante es fundamental para que haya un buen suministro de los nutrientes del suelo a los cultivos, minimizando pérdidas al medioambiente. Las estrategias de fertilización más eficientes con el uso de los nutrientes son aquellas en las que se fracciona el abonado, especialmente en el caso del N. Pero es cierto que el suelo tiene una capacidad de reserva de nutrientes, y que en un buen manejo de la fertilización se debe tener en cuenta.
De hecho, las prácticas de fertilización que incluyen abonado de fondo y fertirrigación han sido recomendadas en sistemas de soporte de decisión (DSS) en tomate (Massa et al., 2013) o melón (Deus et al., 2015). Marsic y Osvald (2004), en un estudio de fertirrigación en col blanca, concluyeron que la combinación de abonos de fondo con N (30%) y fertirrigación permite a los productores aumentar el rendimiento y la calidad de sus cosechas cuando se compara con prácticas exclusivas de fertirrigación. Hartz et al. (2017) comparó eficiencias del uso del N en diferentes sistemas de fertilización en hortalizas en la costa de California. El estudio demostró que la aplicación de N y K antes de la siembra en la zona radicular proporciona unas condiciones de crecimiento óptimas durante un periodo de tiempo en el que puede no ser necesario el riego. De hecho, la práctica de abonado en fondo y fertirrigación reduce la lixiviación de nutrientes, aumenta la NUE (eficiencia del uso del N) e incrementa los rendimientos cuando se compara con prácticas de abonado dónde todos los nutrientes se aplican en la siembra o mediante el sistema de riego por goteo (Jat et al., 2011). Utilizando el balance de nutrientes y agua en el suelo, las prácticas de fertilización (fondo + fertirrigación) demostraron ser las más sostenibles desde el punto de vista ambiental y económico (Jat et al., 2011).
Además, hoy en día se cuenta con fertilizantes que permiten ser más eficiente con el N aplicado en fondo y reducir las pérdidas al medio ambiente, los fertilizantes ENTEC®. ENTEC® incorpora DMPP/DMPSA (inhibidores de la nitrificación) y actúa retrasando la actividad de las bacterias del género Nitrosomonas, responsables de la transformación del amonio (NH4+) a nitrato (NO3-), primera etapa de la nitrificación. Su uso hace que el N permanezca en el suelo en forma de amonio (NH4+) durante un mayor periodo de tiempo y se minimice el riesgo de pérdida por lavado.
Las prácticas de abonado que incluyen la combinación de fertilización de fondo con ENTEC® + fertirrigación también han sido estudiadas por centros de investigación y universidades en colaboración con EuroChem en los últimos años. Como ejemplo, en 2019, el centro de experimentación de la fundación Cajamar en Paiporta realizó un ensayo para comparar sistemas de fertirrigación convencional (100%) con estrategias de abonado de fondo con ENTEC® (35%) y fertirrigación (65%) en el cultivo de brócoli. La práctica con abonado de fondo con ENTEC® + fertirrigación incrementó la producción temprana en un 51%, y la producción total en un 5%. Estos datos corroboraron los resultados obtenidos en ensayos de sandía y lechuga (2017-18) y en col china (2017) en la misma estación experimental. La combinación de abonado de fondo con ENTEC® y fertirrigación obtuvo un 21% más de producción (comercial) de sandías, un 6% más de lechugas y un 14% más en col china que el tratamiento donde solo se utilizó fertirrigación (Figura 1). Demostrando una mayor eficiencia en el uso del fertilizante.
Figura 1. Respuesta del rendimiento de diferentes cultivos a la aplicación de fertilizante ENTEC® de fondo + fertirrigación en comparación con el tratamiento exclusivo de fertirrigación.
Los resultados de estos ensayos demuestran que una parte del nitrógeno podría aplicarse en fondo con ENTEC® para mejorar la productividad de los cultivos. Dicha práctica permitiría minimizar las pérdidas de nitrógeno y aumentan su disponibilidad temporal.
Smith et al. (2011), en un estudio resumen del trabajo desarrollado en la costa central de California concluyen que los fertilizantes como ENTEC®, que incorporan inhibidores de nitrificación, tienen un gran potencial para conseguir una reducción de las pérdidas e incrementar la eficiencia del uso del N. Para el manejo práctico del N, estos fertilizantes brindan la posibilidad de reducir el número de aplicaciones de fertilizantes nitrogenados (Thompson et al., 2017) y mantener el rendimiento (Pasda et al. 2001) en los cultivos hortícolas. Además, otros beneficios asociados a los inhibidores de la nitrificación en la producción de hortícolas incluyen una menor acumulación de NO3- en los vegetales de hoja (Irigoyen et al. 2006; Pasda et al. 2001) y una menor pérdida por lixiviación de NO3- (Cui et al. 2011).
Existen más argumentos que evidencian el uso de la fertilización de fondo en sistemas hortícolas. La aplicación de una parte de los nutrientes en fondo tiene ventajas más allá de la mayor disponibilidad de nutrientes en las primeras etapas de crecimiento de los cultivos. Una de ellas es que permite hacer una distribución casi perfecta de los nutrientes, sin embargo, en muchos sistemas de fertirrigación el coeficiente de uniformidad es bajo y puede provocar una distribución irregular de nutrientes en el campo. Estudios de distribución del riego por goteo en campos comerciales muestran una uniformidad media del 75% (Jat et al., 2011), por lo que un correcto abonado de fondo puede contribuir a suplir deficiencias causadas por la variabilidad en la distribución del riego. Además, la aplicación de fertilizantes de eficiencia mejorada, como ENTEC®, en fondo proporciona resiliencia a los sistemas hortícolas. Los cultivos tendrán disponibilidad de N en las fases iniciales, incluso si no es necesario la utilización del riego porque la precipitación acumulada cubre las necesidades hídricas del cultivo. Ante eventos de lluvia en fases tempranas de crecimiento del cultivo, si exclusivamente se fertirriga, el N es más susceptible a pérdidas por lixiviación, y si se decide no regar, existe riesgo de que las plantas tengan deficiencia de N en las primeras fases de crecimiento. Esto supone un riesgo importante para los agricultores. De hecho, la guía de fertilización racional de los cultivos en España destaca los riesgos irreversibles por la falta de N en la primera parte del ciclo de los cultivos (López et al., 2009).
Es importante que las políticas estén orientadas a mejorar la calidad ambiental y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Combinar un abonado de fondo con ENTEC® y fertirrigación ha demostrado ser una de las más eficientes y rentables para los agricultores, a la vez que respetuosa con el medioambiente. Por ejemplo, el Decreto-Ley nº2/2019 sobre protección integral del Mar Menor, en su artículo 40, obligaba a los agricultores del área de influencia del Mar Menor a la utilización de fertilizantes con inhibidores de la nitrificación como herramienta de mitigación del lavado de nitratos hacia el Mar. O más recientemente, la Junta de Andalucía en su nuevo programa de actuación para las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos limita la aplicación de N en fondo en cultivos hortícolas, excepto si se utilizan fertilizantes de liberación lenta o con inhibidores de la nitrificación. También, hay más ejemplos en Europa, Suiza ha subvencionado la compra de fertilizantes con inhibidores de la nitrificación (ENTEC® 26) a través de la fundación KliK para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la aplicación de fertilizantes.
Los fertilizantes ENTEC® en el abonado de fondo de los cultivos hortícolas han demostrado ser más eficientes y productivos. ENTEC® contribuye a reducir las pérdidas de N durante las fases de crecimiento de menor absorción de este nutriente y a dejar más N disponible en el suelo para los momentos de máxima necesidad. Pero también, ENTEC® puede utilizarse en coberteras y/o fertirrigación mediante su gama de fertilizantes solubles. ENTEC® favorece una nutrición mixta de los cultivos con importantes ventajas fisiológicas para las plantas, una mayor absorción de otros nutrientes igualmente esenciales, y en definitiva la obtención de mejores cosechas y de calidad.
Bibliografía
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López, L., Beltrán, J., Ramos, A., López, H., López, P., Bermejo, J., Urbano, P., Piñeiro, J., Castro, J., Blázquez, R., Ramos, C. 2009. Guía práctica de la fertilización racional de los cultivos en España: Parte II-Abonado de los principales cultivos en España.
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Massa, D., Incrocci, L., Pardossi, A., Delli Paoli, P., & Battilani, A. 2013. Application of a decision support system for increasing economic and environmental sustainability of processing tomato cultivated in mediterranean climate. Acta Horticulturae, (971), 51–58.
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Smith, R.; Hartz, T.; Heinrich, A. 2011. Summary of nitrification inhibitor trials. Central Coast Agricultural Highlights. March 2011.
Agradecimientos
Al Ministerio de Ciencia e Innovación por la beca Torres de Quevedo PTQ2020-011271/ AEI / 10.13039/501100011033, recibida por Dr. Ángel Maresma.