En Italia mueren cada año entre 100 y 150 personas en accidentes en el campo
En Italia se producen cada año unos 30.000 accidentes en el campo, con una cifra de fallecidos que oscila entre 100 y 150 personas. En la Unión Europa la cifra asciende a 500. Los datos, "decididamente subestimados", se ofrecieron en EIMA 2022, durante el transcurso del encuentro 'El futuro de la seguridad y salud en el trabajo en la agricultura y la silvicultura', promovido por la Universidad de Tuscia.
Las principales causas de muerte incluyen vuelcos de tractores, caídas de árboles o techos, traumatismos causados por equipos, ahogamiento o asfixia. El problema no son solo las lesiones sino también las enfermedades. De hecho, las repercusiones del trabajo en el campo sobre la salud de los agricultores son muy fuertes: el 60% sufre patologías crónicas incapacitantes.
Massimo Cecchini, profesor de mecánica agrícola en la Universidad de Tuscia, explicó que, en Europa, las dolencias que más manifiestan los trabajadores agrícolas son las del sistema musculoesquelético, que podrían prevenirse eficazmente con sistemas ergonómicos como los que equipan las nuevas máquinas. El dolor de espalda afecta al 57% de los agricultores, mientras que el 45% se queja de dolor en los miembros superiores y el 20% está expuesto a la contaminación acústica, debido al ruido por encima del nivel de peligro. “No debemos olvidar que los agricultores también están expuestos al riesgo derivado de sustancias peligrosas para la salud humana, como productos fitosanitarios, fertilizantes y medicamentos veterinarios", dijo Cecchini.
De acuerdo con el docente, la fuerte tendencia hacia el desarrollo de granjas inteligentes, modernas, tecnológicas y digitalizadas, reduciendo potencialmente el trabajo manual, puede reducir todos estos peligros. No obstante, ello siempre que una adecuada formación vaya acompañada de una mejora en los procesos de gestión de los sistemas de seguridad.
Cecchini puntualizó que un obstáculo para la difusión de nuevas tecnologías más eficientes para la seguridad de los trabajadores lo constituyen los altos costes: a menudo, las pequeñas y medianas empresas del sector, que forman la columna vertebral del sistema agrícola, no pueden absorberlos. Otro de los problemas lo constituye la elevada edad media de los agricultores, pero también por el peligro de contraer enfermedades causadas por insectos y parásitos. El cambio climático también afecta negativamente a la salud de los trabajadores, entre los cuales, como explica Cecchini, “asistimos a un aumento del cáncer de piel”.