Entrevista a Jaime Huidobro, director general de Epiroc Iberia
Durante los tres días de duración del VI Congreso Nacional de Áridos resultó evidente que la minería y la extracción de áridos atraviesa un buen momento, tal y como relató el director general de Epiroc Iberia, Jaime Huidobro, quien remarcó que los proveedores de maquinaria ‘premium’ cada vez más comercializan servicios que se facturan en función de las horas de trabajo o bien de otros parámetros pactados entre fabricantes de maquinaria y clientes. Este nuevo enfoque cuadra con las necesidades de las principales empresas mineras y de marcas como la sueca.
Huidobro aporta un enfoque interesante al señalar que las tensiones geopolíticas y las dificultades logísticas que aún persisten suponen una oportunidad para la minería española porque esas limitaciones hacen que “el momento para producir aquí, es ahora”.
A pesar de las dificultades económicas y del reto medioambiental al que se enfrentan, tanto la minería como el sector de los áridos muestran una situación positiva.
La industria va bien, sin ninguna duda. El reto medioambiental está dando lugar a cambios significativos y, por ahora, tanto los clientes como las industrias proveedoras de equipos nos estamos adaptando a las mismas en el menor tiempo posible, enfocándonos en un futuro más sostenible a todos los niveles. El reto que deben asumir en la actualidad es la subida de los precios, que no se están trasladando a toda la cadena. Todos los actores del sector nos estamos viendo obligados a subir nuestros precios, pero si los clientes de los productores de áridos no están dispuestos a pagar más por los materiales que están comprando… en algún punto esa inevitable subida de las tarifas se para. Y ahí pueden empezar los problemas.
Y menos mal que, a pesar de que el mercado a nivel mundial está tirando a un ritmo brutal, no hay tanta falta de producción de maquinaria. Lo que sí está ocurriendo es que los productos se están yendo a los mercados en los que se paga más por ellos, y eso presenta inconvenientes, porque quienes tienen mayor demanda son las grandes empresas mineras a nivel mundial, dejando en una situación de desventaja a las más pequeñas.
Aunque todavía no ha concluido, ¿qué opinión le merece el nivel de asistencia y de las ponencias de este VI Congreso Nacional de Áridos?
En cuanto a la asistencia de profesionales y nivel de las conferencias del congreso, es similar a la de las anteriores ediciones, con bastante participación. Como sugerencia, y siempre con una visión de mejora de cara a próximas ediciones, se echa en falta una opción intermedia de entrada que permita acceder a las conferencias y a la zona expositiva de manera más acorde a los intereses concretos en los que se desea estar presente.
Las dificultades que aún se perciben en algunos flujos logísticos, la situación de incertidumbre generada tras la invasión rusa de Ucrania, ¿en qué situación dejan a la industria minera española?
Lo que es evidente es que el momento que atraviesa el sector nacional es bueno. Por ejemplo, ahora mismo las importaciones de cemento no existen; el transporte está por las nubes… por lo que el momento para producir aquí, es ahora.
En los últimos años, apenas había maquinaria. Lo que quedó en España tras la crisis de 2008 eran máquinas muy viejas, por lo que hemos tenido una gran demanda de equipos nuevos en los últimos años, y es que las máquinas existentes anteriores a la crisis no ofrecen la productividad y eficiencia que se requiere en la actualidad, por tanto, el momento es bueno; ahora lo que hay que conseguir es darle continuidad.
¿Qué sería necesario para alargar este buen momento?
Creo que ahora es necesario fomentar la demanda, impulsar la obra pública. Por lo que respecta a nosotros, cada vez vemos con más claridad que el sector se dirige a algo que en Epiroc siempre hemos hecho: dar servicio a nuestros clientes. Más del 60% de los empleados de nuestra empresa son mecánicos. Y todos los segmentos de actividad se terminarán orientado al servicio, ya no a venta de equipos, sino a un coste por hora de trabajo, impacto, perforación…, el parámetro que se elija. Todos estos cambios a nosotros nos vienen muy bien, porque no vendemos un producto: ofrecemos un pack y facturamos en función de los parámetros que pactemos con cada cliente. Esto es algo que les interesa mucho a ellos. En ocasiones las tarifas están ligadas a la producción, y eso encaja en su filosofía de trabajo, porque no debemos olvidar que nuestras máquinas están diseñadas para realizar una tarea.