El sector del ibérico afronta la campaña navideña con incertidumbre total y un horizonte de pérdidas
La repercusión económica generada por la COVID-19 en los sectores ganaderos y, en concreto, en el ibérico es ya una realidad. Hace algunos meses que desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, el presidente del Grupo de Trabajo de Ibérico, Agustín González, ya lo advertía y es que esta crisis “puede ser mucho peor que la de 2008”. La realidad, ocho meses después de decretarse el primer estado de alarma en España, es que las ventas han caído un 50%, como consecuencia de los cierres y limitaciones en el canal Horeca (cafeterías, bares y restaurantes), y por los efectos en el empleo y el poder adquisitivo de los consumidores.
“El consumo en Horeca es cero y la incertidumbre es total; el final del año está supeditado a la demanda en Navidad sobre todo en los hogares, puesto que está claro que las comidas y regalos de empresa se van a resentir”, explica Agustín González.
Con todo, el sector productor de ibérico hace cálculos y el representante regional, a su vez nacional de Cooperativas Agro-alimentarias, considera que los ganaderos españoles van a perder 250 millones de euros en 2020, de los cuales 60 se registrarían en Andalucía.
Por ello, Agustín González valora positivamente las líneas de ayudas aprobadas por Consejería y Ministerio de Agricultura. En el caso del Gobierno regional han sido 4,2 millones de euros los que se han puesto a disposición del sector, dirigidos tanto a productores como a pymes, a través de fondos Feader. Por su parte, el Ministerio de Agricultura habilitó en julio una ayuda de 10 millones de euros, encaminada a reducir la oferta de transformados ibéricos, mediante su derivación a venta en fresco.
No obstante, sobre esta última, Agustín González comenta que no ha funcionado y que más de 8 millones de euros se han quedado sin repartir, por lo que desde Cooperativas Agro-alimentarias de España se ha solicitado al Ministerio de Agricultura que el presupuesto sobrante se destine a reducir la cabaña de madres ibéricas, medida que debería haberse contemplado y que, para la federación, es clave. “En definitiva, lo que pretendemos es poder regular la oferta para que el excedente no genere más costes a los productores”, matiza.
De cara a la Navidad, el presidente sectorial pide promocionar el consumo de ibérico “pues pocas veces ha habido tanta oferta de calidad a tan bajo precio; un mal para los productores que, sin embargo, los consumidores pueden aprovechar”. Según concreta, este año los ganaderos de ibérico perderán en torno a 150 euros por ibérico puro de montanera; 100 euros por animal de cebo de campo y unos 50 en animales ibéricos de cebo.