El uso de materias primas procedentes de biorresiduos para la fabricación de fertilizantes es una vía poco explotada hasta el momento
Investigadores de la Universidad de León desarrollan nuevos fertilizantes en el Proyecto Europeo B-Ferst
El grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de León (ULe) lidera el desarrollo tecnológico industrial de los productos, con un presupuesto de 900.000 euros.
Grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos de la ULe.
El grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de León lidera el desarrollo de nuevos fertilizantes -con un presupuesto de 900.000 euros- del Proyecto Europeo B-Ferst, según ha informado la institución académica. Bajo la dirección de Antonio Morán Palao y Fernando González Andrés, ha participado este miércoles en una reunión online del International Advisory Board con el resto de participantes de una iniciativa en la que es responsable del proceso tecnológico industrial de los nuevos productos y de las pruebas de desarrollo agronómico, que persigue promover la sostenibilidad a través de la mejora en la relación entre la industria y la agricultura.
En el encuentro han tomado parte empresas socias del proyecto como FCC Aqualia, FCC-Medioambiente, Agrisat, INCRO, por parte española y de otros cinco países: Novamont (Italia), FKUR KUNSTSTOFF (Alemania), Vito (Bélgica), AG Futura Technologies (Macedonia), Arcadia (Bélgica), Instytut Uprawy Nawozenia i Gleboznawstwa (Polonia) y Fondazione iCons (Italia), así como asesores de algunas cooperativas y clusters europeos. El B-Ferst se realiza en el marco del Programa Europeo de Innovación 'Horizonte 2020' financiado por la UE y Bio Based Industries Joint Undertaking, y tiene como misión desarrollar una nueva tecnología capaz de integrar recursos primarios de bajo coste a partir de residuos de origen 'bio'.
El grupo de investigación de la ULe se ocupa de las tareas de desarrollo industrial, pruebas agronómicas y gestión, y además dirige la Oficina de Proyecto. Para ello cuenta con una financiación de 892.000 euros, que forma parte de un presupuesto cercano a los 10 millones de euros, que también incluye la puesta en marcha de las plantas de producción de nuevos productos.
Empleo de fuentes renovables para la obtención de fertilizantes
El proyecto se enmarca en el Paquete Europeo de Economía Circular, y está siendo coordinado por la empresa Fertiberia, con la participación activa de las once empresas antes citadas. Desde la ULe se ha explicado que la industria de los fertilizantes tiene como misión “proveer de nutrientes a los cultivos agrícolas, y en los últimos años los esfuerzos en I+D+i se centran en la utilización de fuentes renovables para este fin”.
Otro factor importante consiste en “dosificar los nutrientes minerales que necesitan los cultivos”. En este contexto, la simbiosis entre los sectores industrial y agrícola desempeña un papel esencial en la estrategia de gestión sostenible. Para este objetivo el proyecto europeo tiene tres prioridades que pasan, en primer lugar, por un uso sostenible y más eficiente de los recursos. El sector de fertilizantes suministra productos a unos 12 millones de explotaciones agrarias en la UE, para fertilizar aproximadamente 175 Mha de tierras agrícolas, empleando directamente a unas 130.000 personas.
Esta situación hace que sea esencial garantizar la disponibilidad de nutrientes para los cultivos agrícolas a precios asequibles. El uso de materias primas procedentes de biorresiduos para la fabricación de fertilizantes es una vía poco explotada hasta el momento y, sin embargo, se está demostrando que permite reemplazar a las materias primas convencionales que proceden de recursos no renovables. En este sentido, algunos residuos como por ejemplo estiércoles, o procedentes de industrias agroalimentarias o lodos de depuradoras de aguas residuales, se considerarán materias primas de primer orden.
En segundo lugar, se centra en la búsqueda de una logística rentable para un enfoque circular verde. La próxima generación de plantas de fertilizantes debe lidiar con múltiples materias primas a través de un solo proceso o mediante una combinación de varios integrados. Esto permitirá un amplio espectro de nuevas materias primas valiosas y comercializables como cenizas, estruvita, compost u otros residuos de origen biológico. Por tanto, el reciclaje y el uso de los residuos deben realizarse optimizando tareas como la recolección, almacenamiento, transporte y pretratamiento, considerando la cantidad y ubicación de la biomasa residual.
Por último, persigue la mejora de la calidad de los suelos mediante la aplicación de fertilizantes mejorados con la adición de bioestimulantes de los cultivos.