Las variedades locales españolas de trigo blando y duro poseen una alta diversidad genética
Investigadores del Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos (INIA-CRF) y del grupo de Mejora Genética de plantas de la Escuela de Agrónomos de Madrid (ETSIAAB), en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), han publicado un estudio en la revista BMC Genomics que muestra que las variedades locales españolas de trigo blando y trigo duro poseen una alta diversidad genética, superior a la de las variedades modernas, siendo ambos grupos de variedades claramente diferentes. Los análisis muestran que existen regiones genómicas que tienen patrones de variación diferentes en las variedades locales y modernas, y que pueden ser útiles en programas de mejora del trigo.
Antes de que se extendieran las variedades modernas obtenidas en la mejora vegetal, y que daban mayores rendimientos en los nuevos sistemas agrícolas más tecnificados, en los diferentes pueblos de toda la geografía española se sembraban las variedades locales. Estas variedades, cultivadas durante siglos en cada zona, mostraban una alta adaptación a las diversas condiciones eco-climáticas locales, así como a sistemas agrícolas con bajos insumos. Uno de los principales objetivos de la mejora vegetal en el siglo XXI es el desarrollo de cultivares que pueden mantener los rendimientos actuales en ambientes desfavorables. En este contexto, la diversidad genética que poseen las variedades locales españolas puede ser una herramienta valiosa para lograr este objetivo.
El INIA-CRF mantiene una amplia colección de variedades locales de trigo que se cultivaban en España antes de que fueran desplazadas por las variedades modernas a mediados del siglo XX. Sin embargo, para lograr un uso eficiente de estos materiales es necesario realizar previamente una caracterización genética exhaustiva de los mismos para conocer su potencial genético. El objetivo general de este estudio fue evaluar la diversidad y la estructura genética de un conjunto seleccionado de 191 variedades locales de trigo duro y 189 de trigo blando, y 52 variedades de referencia modernas mediante técnicas de genotipado de alto rendimiento.
El estudio revela que las variedades locales se separan en grupos o poblaciones que pueden proporcionar fuentes de genes diferentes a los programas de mejora. Estas poblaciones, en algunos casos, reflejan el diferente origen geográfico de las variedades, especialmente en trigo blando. El estudio ha revelado que la diversidad genética es mayor en las variedades locales que en las modernas, siendo ambos grupos de variedades claramente diferentes, especialmente para el trigo duro. Este resultado confirma la poca participación de las variedades locales españolas en el desarrollo de las variedades modernas de trigo duro cultivadas en España en la actualidad. Al comparar los genotipos de las variedades locales y las modernas, se encontraron regiones genómicas que han perdido variabilidad en las variedades modernas durante los procesos de selección que se realizan en los programas de mejora. Algunas de estas zonas fijadas en las variedades modernas albergan genes relacionados con caracteres agronómicos importantes. Esta información es muy útil para orientar mejor los futuros esfuerzos en la mejora del cultivo para obtener variedades más adaptadas.