‘Mother Regulation’: aceptarla es facultativo, pero estar preparados es una obligación
El nuevo reglamento europeo para las máquinas agrícolas es la expresión de una necesidad creciente de profesionalidad. La superación de las normativas nacionales tendrá como resultado la valorización de aquellas empresas que, como ADR, operan desde hace décadas en el mercado global. Aunque cada uno de los países de la Unión Europea podrá decidir si incorporar o no el nuevo reglamento, las prescripciones que contiene serán un fuerte incentivo para el progreso tecnológico del sector.
La comparación con la realidad industrial de los países emergentes resaltará cada vez más la capacidad de innovar y de enriquecer de contenidos los productos del mundo occidental. De acuerdo con esta tendencia, e independientemente de las decisiones que decidan tomar los gobiernos de los países miembros, el grupo ADR reserva ya desde hace algunos años grandes recursos tanto para la investigación y la experimentación de productos innovadores como para la gestión de un servicio de mantenimiento cada vez más presente en el territorio.
Las actividades de investigación y desarrollo y de asistencia técnica están estrechamente relacionadas porque la experiencia sobre el terreno es la mejor escuela para los técnicos. Las personas implicadas en este proyecto ambicioso están estrechamente ligadas a la casa madre porque el feedback que viene del territorio es fundamental para el desarrollo de los nuevos productos.
Los ejemplos en la gama de productos ADR son muchos: los ejes directores, los frenos de última generación, las suspensiones oleodinámicas, la nueva gama Teknoax. La idea parte de la Oficina Técnica, pero son la función y el uso las que definen sus características: Darwin aplicado a la ingeniería.
Hace unas semanas, se hicieron pruebas en la pista y en el campo para optimizar el comportamiento de los Dual Mode. Gracias a los muchos km recorridos por el potente Deutz Fahr del que dispone la sección de investigación y desarrollo de la fábrica ADR de Uboldo, se consiguió que la sencillez de conducción y la seguridad de marcha sean las características principales de los remolques equipados con estos ejes directores de alta tecnología. Para ADR el autogiratorio nunca es un eje pasivo. El resultado de tantas pruebas ha conducido a la selección de cada componente para obtener un comportamiento inteligente, en función de la distribución de las masas del vehículo, del reglaje de las suspensiones y del tipo de neumático. Además, en los últimos años, se ha vuelto necesaria una mayor afinación para adecuar la sensibilidad de estos ejes a la mayor velocidad de los medios agrícolas. A partir de enero de 2016, la Mother Regulation ha dado vía libre a las máquinas agrícolas de 60 km/h, y ADR está lista para ello.
La nueva gama de los frenos de tambor de alto rendimiento, todos con leva en S, con altísima resistencia al ‘fading’, equipados con ABS y palancas de mando autorregulantes, se ha afirmado en el mercado también gracias a estos técnicos que, con su profesionalidad, han contribuido a fidelizar a la clientela. Una clientela que, cuando escoge ADR, sabe que puede contar con un socio competente, no simplemente con un proveedor de productos fiables y seguros: todas cartas ganadoras en relación a los productos propuestos por los países de reciente industrialización.
ADR realiza múltiples pruebas en el terreno para avanzar en la producción de equipos innovadores.
Y, por último, la alta tecnología del tercer milenio: Teknoax, el eje que antes no existía. A partir de una idea tan simple como un tubo modelado en caliente ha nacido una gama de productos que aúnan todo el saber hacer del grupo ADR. Teknoax es el eje optimizado para la excelencia que ofrece máxima relación entre prestaciones y masa, máxima rigidez de estructura, máxima fiabilidad mecánica, máxima modularidad en la combinación con los grupos de suspensión y los frenos ADR de última generación y máxima sencillez de mantenimiento, gracias también a la innovadora solución RFID integrada en la construcción. Esta solución RFID consta de una tarjeta de identificación legible mediante una aplicación del smartphone para tener siempre a disposición los datos necesarios para programar una intervención de mantenimiento, o simplemente para localizar en Internet un componente para solicitarlo online en el catálogo de repuestos interactivo, en la que también es posible encontrar la indicación de la familia ADR Original Kit a la que pertenece ese componente para devolver a la máquina sus prestaciones originales y activar la garantía.