“Air-Rops es la única solución eficaz para reducir la siniestralidad por vuelco de tractor”

Cada año el vuelco de tractor ocasiona numerosos siniestros, y muchos de ellos se saldan con la muerte del tractorista. La solución podría ser Air-Rops, una estructura comprimida de protección en forma de arco que, según explica su inventor, el jefe de la unidad de prevención del Instituto de Salud Pública de Navarra, Carmelo Pérez de Larraya, se expande automáticamente si el tractor vuelca.

El número de accidentes reales —con resultados de muerte o heridos graves— es muy superior al que se ofrece de manera oficial. Tomando como base el año 2004 (UPNA-2005), la realidad es que el número de muertos y heridos anuales sólo por vuelco de tractor está ascendiendo. El año 2012 se saldó con 110 vuelcos (con 90 fallecidos y 20 heridos graves) y 2013, con 110 vuelcos (con 93 fallecidos y 17 heridos graves). Estos datos están sacados de los medios de comunicación, que por fin ya se han dado cuenta y se hacen eco de estos accidentes y del enorme riesgo que suponen los tractores en España.

Un considerable número de tractores agrícolas, estrechos y/o articulados o convencionales en funcionamiento carece de una estructura de protección activa y, debido a las múltiples situaciones de riesgo de vuelco que se producen a lo largo del año y su gran facilidad de vuelco, son causa de muertes y heridas de gravedad.

Según el Análisis del Parque Nacional de Tractores Agrícolas realizado en 2006 por el antiguo Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (actualmente Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), el número de tractores comercializados con anterioridad a 1978 era de cerca de 200.000 tractores. Así, ya tenían más de 20 años y todos sin la protección adecuada, con sistemas de frenado y señalización en mal estado y con niveles deficientes de ergonomía en los puestos de conducción. Prácticamente todos estos tractores carecían y carecen de estructura de protección o solamente disponen de cabina de salvaguarda de intemperie.

Hay tractores estrechos que llevan unas protecciones antivuelco homologadas, los arcos abatibles, que sirven para cumplir la legislación vigente. Sin embargo, una vez que el agricultor los ha abatido por las necesidades de los cultivos, arbolados o invernaderos, ya no los vuelve a levantar, con la consiguiente desprotección. Y hay más.

En muchos casos, estos tractores pertenecen a agricultores autónomos, jubilados, agricultores a tiempo parcial o usuarios esporádicos, por lo que no les afecta el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, en el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para los trabajadores en la utilización de los equipos de trabajo, ni la Orden de 8 de abril de 1991 con la instrucción técnica complementaria del reglamento de seguridad en máquinas, por ser ésta una normativa laboral que establece obligaciones frente a terceros, sólo aplicable a los trabajadores por cuenta ajena. Así, los usuarios de mayor riesgo —bien por su edad o por falta de formación— son los que sufren las consecuencias de la falta de exigencia de sistemas de protección antivuelco.

Es una estructura de protección en forma de arco que va comprimida y que durante el vuelco se expande automáticamente, produciéndose simultáneamente la elevación por elongación de las columnas y la expansión en anchura del dintel, al alcanzar el vehículo una inclinación de entre 50 y 55º.

Que su expansión viene obligada por la situación de vuelco irreversible del vehículo en el que va montado, sin la intervención del conductor.

La idea se validó en la Universidad Pública de Navarra (UPNA - Campus de Tudela), auspiciada por el entonces Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) y hoy Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. El desarrollo lo está llevando a cabo Air-Rops, dueña de la patente internacional.

Todavía está en fase de desarrollo, pero se podrá acoplar en todas las máquinas autopropulsadas, como tractores de todo tipo y tamaño, dumpers, cortacéspedes, autocarros o quads, y cualquier otra máquina automotriz. Tenga en cuenta que hasta ahora estamos desarrollando y probando estructuras para máquinas desde 500 hasta 5.000 kilos, y podemos hacer estructuras incluso para máquinas de obras públicas sin límite de peso.

En el momento que esté en el mercado, con el manual de instrucciones adjunto la podrá instalar cualquier taller que se precie, siempre respetando lo establecido por el fabricante. Lógicamente, si se trata de tractores de más de 600 kilos en los puntos donde la homologación los contemple. Actualmente, estamos recibiendo muchas peticiones de usuarios de tractores que trabajan en plantaciones de frutales, arboledas e invernaderos. Es duro decirles que todavía está en fase de desarrollo.

Hay que tener en cuenta que los mayores fabricantes de maquinaria autopropulsada del sector son de fuera de España, de países como Alemania o Italia. Este último, con su dominio en la fabricación del tractor pequeño, al ya disponer de unas seudo soluciones para los vuelcos, no quieren que nadie les mejore sus fabricados. Ante la innovación que supone, lógicamente todos los grupos de trabajo como la OCDE y de la CEE, quieren conocer el sistema y asegurarse de su funcionamiento antes de admitirlo, y desarrollar y emitir los correspondientes códigos de ensayo para su aplicación en tractores. Los fabricantes de máquinas prefieren esperar a que los grupos de trabajo se decidan y actúen.

Hay un gran porcentaje de agricultores, sobre todo los “jóvenes” (menores de 50 años), que está concienciado del riesgo latente de vuelco de las distintas máquinas. En cambio, hay otro gran grupo de agricultores (casi todos ellos autónomos) que cree dominar la situación, ya que hasta la fecha no les ha pasado nada.

La Administración en España se acomoda sin ningún esfuerzo a los mandados de Bruselas, ya que nos dicen y repiten hasta la saciedad que dependen por completo de las decisiones que se toman allí. La verdad que echamos en falta más voluntad de hacer un frente hacia el exterior para impulsar y activar esta innovación, que, por ser española, no es menos eficaz.

Mi sincera opinión es que las normas no deben impedir, ni poner trabas ante logros y soluciones técnicas demostradas. Dejaría en las manos de los fabricantes y empresarios, las responsabilidades de prevención de sus máquinas ante los usuarios de las mismas. Además, impondría la protección antivuelco de todo el parque de maquinaria sin tener en cuenta el régimen de afiliación a la seguridad social.

Hasta que la OCDE y la CEE se pronuncien no contemplamos un reconocimiento y cambio en los fabricantes.

Como ya he dicho se está creando una gran expectativa y no solo en España: hemos recibido consultas de Inglaterra, Turquía, EE UU y países tan lejanos para nosotros como Australia y Nueva Zelanda, donde les preocupa en concreto la gran siniestralidad de los quads.

Es la única solución eficaz para un gran parque de tractores y máquinas, quads incluidos.