“Intento ponerme en la piel de cada agricultor y eso quiere decir trabajar desde la honradez y la honestidad”
Entrevista a Jordi Llorens, director general de Agrimacgyver
David Pozo11/04/2013
Lo suyo es la mecánica y el poder solucionar cualquier problema con los medios disponibles. De ahí viene lo de 'Mac Gyver', relativo al famoso personaje de la serie de ficción de los años 80. Distribuidor desde hace tres años de las prestigiosas marcas italianas Mecmar, Olimac y Chianchia, Agrimacgyver se ha hecho un hueco en el mercado de maquinaria para el sector del cereal. De ahora en adelante, Jordi Llorenç sólo piensa en crecer, eso sí, si como dice él “los mercados y los políticos no lo acaban ahogando antes”.
Jordi Llorenç, director general de Agrimacgyver.
La primera pregunta parece que resulta obvia, pero además es curiosidad. ¿Por qué Agrimacgyver?
Este nombre viene debido a mi capacidad inventiva de solucionar cualquier problema mecánico y de ofrecer soluciones en cualquier lugar y cualquier momento. Fue mi anterior jefe quien me bautizó con este nombre. Mis inicios se remontan a una camioneta taller visitando a los agricultores a pie de campo para solucionar las averías que podían tener en sus máquinas. Allí no siempre cuentas con las herramientas o componentes necesarios, te falta un tornillo, un muelle, etc. Pues yo lo que hacía era fabricarlo in situ, ganándome ese apodo. A la hora de constituir la empresa pensé en dar un toque simpático, un nombre del que todo el mundo se recordara y lo relacionara con algo positivo.
Lleva unos 15 años en el oficio de la mecánica para el sector agrícola, y hace unos cuatro años decidió dar el salto como importador y distribuidor de maquinaria agrícola. ¿Qué balance hace?
Efectivamente, cuento con quince años de experiencia como mecánico, tornero-fresador y soldador para cualquier tipo de máquina y componente. Como importador y distribuidor de maquinaria agrícola para España mi experiencia es mucho más reciente, no llega a los cuatro años. En este tiempo hemos ido creciendo, conociendo las necesidades de cada uno de nuestros clientes y ganando en experiencia desde el punto de vista mecánico. Las tres marcas italianas que distribuimos son primeras marcas que nos han permitido ir ganando crédito ante nuestros clientes.
Cabezal cosechador para maíz de Olimac.
AgriMacGyver comenzó con un mercado de maquinaria agrícola ya inestable. ¿Están siendo los momentos actuales los más complejos o el buen comportamiento del mercado cereal en estos últimos tiempos ha beneficiado a una empresa como la suya?
Como mi experiencia viene de la agricultura, y he estado en contacto tanto con el agricultor de cereal como con el ganadero de carne o de leche, lo que he podido constatar en este tiempo es que la competencia en el mercado de la maquinaria agrícola es feroz. Todos vendemos lo mismo —tractores, cosechadoras, máquinas de forraje, desbrozadoras, remolques, etc.— y para alguien que comienza desde cero es muy complicado. Por lo tanto, lo que hice es buscar en el mercado un producto con el que pudiésemos competir y fue ahí donde, gracias al buen comportamiento del cereal, dimos con los secaderos de grano, especialmente para maíz. El agricultor español está cansado de llevar su cereal a los grandes secaderos porque consideran que salen perdiendo, así que se ha abierto un mercado de agricultores que quieren realizar el secado para venderlo posteriormente a los intermediarios. En ese nicho de mercado nos hemos podido introducir, a la vez que decidimos representar unas marcas de cabezales para cosechadoras de maiz. De esta forma podemos ofrecer al agricultor maquinaria para el proceso completo: cosecha y secado.
En estos momentos Agrimacgyver es distribuidor de tres marcas de referencia en el mercado del cereal como Mecmar, Olimac y Chianchia. ¿Qué productos y qué servicios ofrece su empresa para estas tres referencias?
Para secado y recolección, tanto de cereal como también de frutos secos con la marca Chianchia, ofrecemos asesoramiento correcto a las necesidades de cada cliente, dependiendo del producto que haya de secar, manipular y almacenar. En todo ese proceso tenemos una experiencia, y nuestro trabajo se basa en aconsejar al agricultor a escoger aquella máquina que necesite y a la que pueda sacar partido. Nunca se debe engañar al cliente, vendiéndole una máquina que no necesitará, porque eso a larga te acaba perjundicando. Intento ponerme en la piel de cada agricultor y eso quiere decir trabajar desde la honradez y la honestidad.
Secadero S35 de Mecmar.
¿En el ámbito geográfico dónde se mueve Agrimacgyver?
Nos movemos principalmente en Extremadura, Aragón, León, Sevilla, Albacete y en algunas comarcas de las provincias de Girona y Barcelona. Son las zonas con una mayor concentración de producción de maíz, el único cereal que aquí en España necesita de un proceso de secado y que cuenta actualmente además con los precios más elevados.
Dicen en estos tiempos que diversificar es ganar… ¿Están pensando desde Agrymacgyver en aumentar el número de marcas representadas y de productos?
Algo que he aprendido tras empezar a representar a marcas, y el primer año cogí a siete u ocho de todo tipo de maquinaria, es que te has de especializar en las marcas con las que trabajas. No queremos convertirnos en un gran concesionario multimarca que vende mucho de todo y entiende poco de lo que vende. Nuestra filosofía es especializarnos en el proceso del secado del cereal y en su maquinaria, y eso le ofrece una confianza al cliente. En un futuro posiblemente podremos trabajar con alguna otra marca, siempre que esté relacionada con la recolección y el secado del cereal, el terreno que dominamos. Nuestro secreto es mantener una estructura fija mínima, entre otras cosas porque el Estado te ahoga literalmente, y trabajar con colaboraciones puntuales con personal especializado. Es la única forma que empresas pequeñas como nosotros tenemos para competir con grandes marcas y concesionarios que llevan décadas funcionando.
Uno de los valores más importantes hoy en día de cara al cliente final es el servicio posventa. ¿Qué ofrece AgriMacGyver en este sentido?
En estos momentos estamos llegando a acuerdos con concesionarios y talleres de toda España para que ofrezcan servicio a nuestros clientes en caso de averias. Al ser yo el vendedor y mecánico, puedo poner sobre la mesa mi experiencia. Aunque se trate de máquinas muy sencillas que cuesta poco de entender, puedo ayudar bien al cliente telefónicamente de forma directa o formar al colaborador para que pueda ayudar al agricultor ante cualquier consulta. Eso permite vender, conociendo lo que vendes. Antes de representar una marca me gusta saber qué fabrican, cómo lo fabrican, los materiales que utilizan, etc., para estar absolutamente seguro que estoy vendiendo máquinas competitivas.
Secadero de la marca Chianchia.
¿Qué retos marca la empresa para los próximos años?
Todo dependerá de la política económica europea y española y, a partir de las decesiones que se tomen, intentar sobrevivir vendiendo más máquinas y ofreciendo un servicio satisfactorio a nuestro cliente final. El objetivo es poder establecer en un plazo no muy largo un concesionario con un taller y un almacén propio.