El avión supersónico silencioso X-59 de NASA y Lockheed Martin da los primeros pasos
La NASA y Lockheed Martin hicieron a mediados de enero la presentación oficial de su avión supersónico silencioso X-59. Único en su clase, la NASA pretende con esta aeronave experimental recopilar datos que podrían revolucionar los viajes aéreos, allanando el camino para una nueva generación de aviones comerciales que puedan viajar más rápido que la velocidad del sonido.
“Se trata de un gran logro que sólo ha sido posible gracias al duro trabajo y al ingenio de la NASA y de todo el equipo del X-59”, declaró Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA. “En tan sólo unos pocos años hemos pasado de un concepto ambicioso a la realidad. El X-59 de la NASA ayudará a cambiar la forma en que viajamos, acercándonos unos a otros en mucho menos tiempo”.
Melroy y otros altos funcionarios desvelaron la aeronave durante una ceremonia organizada por el contratista principal Lockheed Martin Skunk Works en sus instalaciones de Palmdale, California.
El X-59 está en el centro de la misión Quesst de la NASA, que se centra en proporcionar datos para ayudar a los reguladores a reconsiderar las normas que prohíben los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra. Durante 50 años, EE. UU. y otros países han prohibido este tipo de vuelos debido a las molestias que causan los fuertes y sorprendentes estampidos sónicos en las comunidades situadas más abajo. Se espera que el X-59 vuele a 1,4 veces la velocidad del sonido, o 925 mph. Su diseño, forma y tecnologías permitirán al avión alcanzar estas velocidades generando al mismo tiempo un estampido sónico más silencioso.
“Es emocionante considerar el nivel de ambición que hay detrás de Quesst y sus beneficios potenciales”, dijo Bob Pearce, administrador asociado para la investigación aeronáutica en la sede de la NASA en Washington. “La NASA compartirá los datos y la tecnología que generemos a partir de esta misión única en su género con los organismos reguladores y con la industria. Al demostrar la posibilidad de realizar viajes supersónicos comerciales silenciosos sobre tierra, pretendemos abrir nuevos mercados comerciales para las empresas estadounidenses y beneficiar a los viajeros de todo el mundo”.
Una vez completado el despliegue, el equipo de Quesst pasará a los siguientes pasos en la preparación del primer vuelo: pruebas de los sistemas integrados, pruebas de los motores y pruebas de rodaje del X-59.
Asimismo, está previsto que el avión despegue por primera vez a finales de este 2024, seguido de su primer vuelo supersónico silencioso. El equipo de Quesst realizará varias de las pruebas de vuelo del avión en Skunk Works antes de trasladarlo al Armstrong Flight Research Center de la NASA en Edwards, California, que servirá de base de operaciones.
“En ambos equipos, científicos, ingenieros y artesanos de producción con talento, dedicación y pasión han colaborado para desarrollar y producir este avión”, dijo John Clark, vicepresidente y director general de Lockheed Martin Skunk Works. “Nos sentimos honrados de formar parte de este viaje para dar forma al futuro de los viajes supersónicos sobre tierra junto a la NASA y nuestros proveedores”.
Una vez que la NASA complete las pruebas de vuelo, la agencia hará sobrevolar el avión por varias ciudades de EE. UU., aún por seleccionar, y recogerá información sobre el sonido que genera el X-59 y cómo lo percibe la gente. La NASA facilitará esos datos a la Administración Federal de Aviación y a los organismos reguladores internacionales.
El X-59 es un avión experimental único, no un prototipo: sus tecnologías están pensadas para informar a las futuras generaciones de aviones supersónicos silenciosos.
Con 99,7 pies de largo y 29,5 pies de ancho, la forma del avión y los avances tecnológicos que alberga harán posible el vuelo supersónico silencioso. El fino morro del X-59, que ocupa casi un tercio de su longitud, amortiguará las ondas de choque que normalmente produciría un avión supersónico.
Debido a esta configuración, la cabina está situada casi a la mitad de la longitud del avión y no tiene una ventana orientada hacia delante. En su lugar, el equipo de Quesst desarrolló el eXternal Vision System, una serie de cámaras de alta resolución que alimentan un monitor 4K en la cabina.
El equipo de Quesst también diseñó la aeronave con el motor montado en la parte superior y la dotó de una parte inferior lisa para evitar que las ondas de choque se unieran detrás de la aeronave y provocaran un estampido sónico.