METALMECÁNICA 349

ENTREVISTA 57 Manuel ha asumido un papel de liderazgo en AMOB. ¿Ha llegado el momento de que su padre le pase el testigo? Este relevo, como usted dice, es un proceso natural que se producirá dentro de dos o tres años. Siempre he estado muy vinculado a AMOB. A lo largo de los años, he pasado mucho tiempo en la empresa y, naturalmente, he tomado conciencia del trabajo realizado en todas las áreas. Desde principios de 2019, estoy aquí a tiempo completo y sigo el día a día de todos los departamentos, desde ventas hasta producción, pasando por diseño. También estoy muy involucrado en el desarrollo de nuevos productos. Los empleados de AMOB han desempeñado un papel fundamental en este proceso, transmitiendo sus conocimientos sobre las distintas áreas de la empresa. ¿Este cambio se refleja de alguna manera en el funcionamiento de la empresa y en cómo se presenta al mercado? Yo diría que no hay cambios en el funcionamiento de la empresa, pero sí en la forma de presentarse al mundo, con una comunicación más coherente, clara y asertiva sobre nuestra actividad y lo que podemos ofrecer al mercado. Desde que mi hermana y yo empezamos a asumir más responsabilidades en AMOB, nos hemos preocupado por dar a conocer mejor la marca y hacerla más deseable. Hemos renovado toda la imagen de la empresa, incluido el logotipo y la página web, y hemos dedicado muchos esfuerzos a la comunicación externa. De hecho, apuestan claramente por una mayor presencia digital... Hoy en día, la presencia digital es fundamental, sobre todo porque nos permite llegar a clientes que están geográficamente más alejados. Es sin duda donde más estamos invirtiendo, con el objetivo de mostrar al mundo quién es AMOB y qué soluciones ofrece. Y la verdad es que ya es una apuesta ganadora. ¿Sigue pensando en convertir a cada cliente en un amigo, como decía su abuelo, António Barros, fundador de la empresa? Sí que lo hago. En primer lugar, porque los clientes son lo que nos da de comer, dependemos de ellos para mantener nuestras puertas abiertas. Pero también porque nos dan algo muy valioso: comentarios sobre el funcionamiento de las máquinas, que necesitamos para mejorar nuestros productos. Básicamente, si tenemos esta buena relación, nuestros clientes pueden actuar casi como un elemento más de nuestro departamento de I+D. Esto nos permite mejorar el producto y permite al cliente tener un producto mejor. Sin duda, es una relación en la que todos ganan. Hace cuatro años, AMOB facturaba 20 M€, la mayoría en mercados extranjeros. ¿Cuál es su facturación actual y qué porcentaje de la misma corresponde a exportaciones? Si sólo consideramos AMOB Portugal, seguimos facturando unos 20 millones de euros. Pero en los últimos cuatro años, hemos abierto varias filiales en diferentes partes del mundo, que facturan directamente. Si considerásemos también su volumen de negocios, estaríamos actualmente en 25 millones de euros, con un porcentaje de exportaciones de alrededor del 90%. De este porcentaje, el 70% corresponde a exportaciones intracomunitarias. ¿Qué mercados representan la mayor parte de su volumen de negocios? Afortunadamente, operamos en mercados geográficos muy diversos. No hay ningún mercado en el mundo que represente más del 10% de nuestra facturación. En Europa, tenemos clientes en prácticamente todos los países, desde España hasta Alemania, pasando por el Reino Unido e Italia, todos ellos con cifras muy equilibradas y muy próximas entre sí. ¿Y los sectores? Afortunadamente, las curvadoras de tubos son aplicables a todo tipo de sectores (de la A a la Z, como dice mi padre). Vendemos máquinas tanto a gente que hace muebles de metal como a gente que hace barcos de 300 metros de largo. Tenemos máquinas que curvan tubos de 10 milímetros de diámetro y máquinas que curvan tubos del tamaño de las máquinas que curvan tubos de 10 milímetros. Así que, también en este aspecto, no tenemos un sector de clientes dominante que represente más del 15-20% de nuestro volumen de negocio. Hemos visto algunos competidores internacionales que dependen mucho del sector del automóvil y ahora, con la transición a los vehículos eléctricos sin tubos de escape, tienen muchas dificultades para entrar en otros sectores porque sus equipos se desarrollaron para ese ámbito específico. Como AMOB nunca ha tenido un sector dominante, naturalmente ha desarrollado equipos muy flexibles. Precisamente por eso, si tuviera que destacar un sector de clientes, diría que es el de los proveedores de servicios. Estas empresas, que tienen clientes en diversas áreas, necesitan equipos versátiles que puedan utilizarse para curvar tubos de escape, tubos estructurales para máquinas de gimnasio y muebles, entre otras muchas aplicaciones. Pero el automóvil sigue señalándose como un mercado en crecimiento en cuanto a consumo de tubos… Sí, en los vehículos eléctricos sigue habiendo muchos tubos curvados, pero en su mayor parte estamos hablando

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