"La tecnología debe dar respuesta a las necesidades y problemas de la sociedad y la empresa"

La cadena de suministro tampoco es ajena a esta tendencia, la convergencia del mundo físico con el digital es una tendencia imparable. Aunque es importante que antes de tomar ninguna decisión nos hagamos una primera reflexión sobre la relación que mantenemos con la tecnología. En muchas ocasiones, tanto a nivel personal como profesional, vivimos inmersos en una moda tecnológica, sin pararnos a ver dónde reside la ventaja de incorporar una u otra a nuestro negocio o nuestra vida.

Por este motivo, y para que la decisión sea realmente efectiva, no debemos olvidar que la tecnología debe dar respuesta a las necesidades y problemas de la sociedad y la empresa, ha de tener un sentido y una misión.

En el caso de una compañía como Lyreco, dedicada a proveer de soluciones y servicios a empresas, cuando hablamos de innovación tecnológica de la cadena de suministro intentamos avanzar en dar respuesta a los siguientes retos:

• Reducción del esfuerzo físico en los almacenes. Pese a las numerosas innovaciones incorporadas en los últimos años para reducir el esfuerzo físico, creemos que todavía hay margen de mejora. Además, somos conscientes de que el envejecimiento de la pirámide de población también creará menor disponibilidad de trabajadores de menor valor añadido. Por eso, la automatización de este tipo de procesos es una máxima prioridad en nuestra estrategia en los próximos años.
• Apuesta por la sostenibilidad en todas nuestras operaciones, con una involucración total de la cadena de suministro de principio a fin, así como con nuestros proveedores. El desarrollo de la economía circular se convertirá a medio plazo en uno de los elementos más disruptivos en cuanto a la necesidad de trasformación de la cadena de suministros.
• Reparto en la última milla. El reto de la distribución para los e-commerce está consiguiendo el desarrollo de muchas soluciones principalmente colaborativas, pero también somos conscientes de que dichos desarrollos no solventan las entregas de mayores pesos y volúmenes en entornos B2B con su complejidad capilar o como en el caso de la gran distribución.

En cuanto a las tendencias sobre las nuevas tecnologías hay dos principales que consideramos clave.

Como primera, destacaría la disponibilidad en el mercado de tecnologías - robots, machine learning, data science, inteligencia artificial, IoT o Blockchain- cada vez más colaborativas con el empleado. Ya no se trata solo de robots capaces de hacer tareas y movimientos determinados sino de la existencia de tecnologías que convergen con el entorno físico con un nivel de inteligencia muy elevado.

El segundo elemento que, probablemente tenga una introducción más lenta pero que no hay que perder de vista por su relevancia son los entornos virtuales para tomar decisiones, y no me refiero sólo a algo tan complejo como los digital twins. Ya hay ciudades como Singapur, con simuladores virtuales integrales que permiten no solo monitorizar sino tomar decisiones en tiempo real, anticipando la resolución de problemas. En nuestro caso, no están lejos soluciones que permitan una monitorización virtual del Route to market, es decir, simuladores que nos permite escoger la mejor manera de hacer llegar al cliente productos que vienen de distintos proveedores y países. Según nuestras previsiones, estas herramientas se generalizarán en menos de dos años.

La incorporación de nuevas tecnologías en la cadena de suministro supondrá igualmente una renovación de los puestos de trabajo y de la manera de trabajar que conllevará tres beneficios principales.

El primero de ellos es el cambio del valor del puesto de trabajo, que evolucionará hacia posiciones de 'thinking' dejando de lado las puras operaciones de 'doing' propias de la logística tradicional. El reto en este caso es ser capaces de atraer más talento y la consecuencia crear mayor valor añadido. No podemos olvidar que el progreso real de un país no consiste sólo en crear más empleos, sino que estos generen un mayor valor añadido y por consecuencia incrementen la renta per cápita.

Otro de los beneficios que detectamos se centra en que la tecnología nos capacita para dar una mejor propuesta de valor a los clientes, siendo capaces de segmentar tanto las necesidades como llegar a altos niveles de personalización de la respuesta de servicio.

La tercera idea es la de que la digitalización va a hacer evolucionar los procesos colaborativos a ecosistemas muchos más integrados y con altos niveles de sincronización. Esto reafirma la necesidad de poner en marcha procesos de gobernanza de alta madurez (tipo S&OP/IBP) transformando la organización en un ente transversal donde equipos multifuncionales se comporten como aceleradores de innovación dentro del negocio.

Sin duda la velocidad y disrupción tecnológica a la que nos enfrentamos supone que la gestión del cambio va a ser el mayor reto en los próximos años, es decir, por muchas tecnologías que implementos la inversión en el nivel competencial de los empleados para asumir los cambios será el elemento estratégico diferencial en la competitividad de las empresas en los próximos años.