La diferenciación del producto hortofrutícola
3 de febrero de 2004
El nuevo escenario del mercado de frutas y hortalizas, con un incremento de la competencia, aviva la necesidad de apelar a elementos diferenciadores. Existen varias estrategias de diferenciación aplicables al producto hortofrutícola.
El nuevo escenario del mercado de frutas y hortalizas, con un incremento de la competencia, aviva la necesidad de apelar a elementos diferenciadores. Existen varias estrategias de diferenciación aplicables al producto hortofrutícola.
La primera de ellas es de índole geográfica. Cuando una explotación agraria tiene una localización privilegiada en relación a la demanda de un determinado producto, puede aprovechar esa ventaja como estrategia de diferenciación.
Otra forma frecuente de diferenciar es a través de una trayectoria de calidad continuada y reconocida en el producto que, apoyada por acciones adecuadas de promoción, va creando una imagen de marca. Esto permite obtener unos precios superiores a los niveles medios que rigen en mercado.
Otra estrategia que cada vez cobra mayor importancia es la imagen de producto natural y las Denominaciones de Origen. éstas pueden considerarse como instituciones formales que promueven los productos típicos. En relación a esto, un estudio realizado a nivel de la Unión Europea en los años 94 y 95, según describe las Revista de Información Técnica y Económica de los Envases de Cartón Ondulado, Plaform Press, definió las características de 4000 productos tradicionales europeos. De ellos, 500 correspondían a España, pero solamente el 18% tenían Denominación de Origen.
Una actuación de marketing conjunta de los productores interesados, tanto agricultorescomo elaboradores, dirigida a aquellos segmentos de la población que estarían dispuestos a adquirir estos productos a unos precios superiores, puede ser fundamental para evitar la desaparición de unos productos en muchos casos artesanal y que, por tanto, en la mayoría de los casos no pueden competir con otros productos ondiferenciados.