Proximidad al cliente para un óptimo servicio en sustratos
La empresa SISA construyó, en 1986 en el puerto de Almería, una fábrica para la preparación de sustratos a la carta. Según las necesidades del cliente, puede preparar diversos tipos de volúmenes, hasta relativamente pequeños, que se hacen llegar con rapidez.
La empresa SISA construyó, en 1986 en el puerto de Almería, una fábrica para la preparación de sustratos a la carta. Dicha instalación (de 1850 m2 de edificación y 1450 m2 para almacenaje de materias primas), dispone de la maquinaria y la tecnología más avanzada. La razón de esta instalación fue el resultado de un estudio realizado por la gerencia de la sociedad en el cual se tenían en cuenta las necesidades existentes de sustrato en España.
Los sustratos se usan fundamentalmente en el sudeste español, con lo que una fábrica ubicada en Almería permitía disponer de un centro de producción geográficamente adecuado para reducir los costes de transporte, en comparación con sustratos procedentes de Europa, al tiempo que permitía una gran rapidez de suministros a los clientes.
El situar la fábrica en Almería se debe a un factor estratégico por la disponibilidad de un puerto importante donde descargar, con todas las garantías por su capacidad técnica, aduana y tipo de atraque de los barcos con gran calado.
No existe otro puerto similar si no nos desplazamos a Málaga o Cartagena, fuera del radio donde se usan más sustratos.
Esta ubicación permite además atender el suministro de sustratos en los períodos de escaso transporte desde Europa, que corresponde a la falta de exportación de fruta y hortalizas a la comunidad (abril - septiembre).
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SISA se plantea poder preparar el sustrato a la carta que el cliente necesita: puede preparar volúmenes relativamente pequeños según se necesiten, lo cual unido a la proximidad de la fábrica, le permiten hacerlo llegar rápidamente al cliente.
La materia prima utilizada se selecciona de la mejor calidad para obtener un producto final de acabado con las mejores características exigidas por el mercado. Disponen de turbas y polvo de coco. Las turbas negras y rubias proceden del Báltico y se reciben con distinta granulometría y antigüedad.
Así se consigue obtener las mezclas más idóneas por porosidad, retención de agua, capacidad de intercambio catiónico pH y conductividad. El pH se controla mediante la adición de carbonato cálcico. También se puede incorporar el abonado de macro y micro elementos para enriquecer el sustrato hasta los niveles más idóneos para el cultivo. Estos sustratos se pueden usar puros y para mezclas.
El polvo de coco es el otro producto básico en la preparación de sustratos, el mismo procede de las plantaciones de coco del Sur de Asia y América Latina. Su utilización como elemento puro para hidroponía (en barras y contenedores), se considera como el máximo logro en sustratos en el último siglo. También se suministra en bloques de 5 y 0,65 kg.
Las mezclas de turba y coco, cada vez están teniendo una mayor difusión. La calidad de la mezcla se manifiesta en los excelentes resultados de la producción.