Su coloración en otoño aumenta su valor

Taxonomía:
Familia: Aceraceae
Género: Acer

Descripción:
Se trata de un árbol de talla media que puede alcanzar los 20 m de altura. Su corteza es resquebrajada en escamas y algo acolchada. Las ramas principales abiertas, le dan un porte general amplio y extendido. Las ramillas de color rojizo característico en la juventud, después serán corchosas de color rosáceo. Su hoja caduca, simple, palmeado lobulada y de inserción opuesta que pierde pronto su pubescencia quedando lampiña en ambas caras. Las flores polígamas y dióicas de color amarillo y coetáneas con las hojas. Dispuestas en corimbos erectos con un largo pedúnculo. Fruto en doble sámara con alas opuestas.

Requerimientos:
Parece tener cierta preferencia por los suelos calizos aunque se desarrolla bien en cualquier tipo de sustrato fresco y suelto. Como especie de media o baja montaña no soporta bien las temperaturas extremas aunque aguanta mejor el frío. En cuanto al nivel de insolación se clasifica como especie de media sombra precisando precipitaciones moderadas.

Uso ornamental:
Su porte amplio, con el color rojizo de sus ramillas en contraste con el verde de su follaje, dan a esta especie un valor ornamental indudable. Se utiliza aislado aunque no resulta muy llamativo debido a su limitada altura. También se planta en hileras e, incluso, formando setos. Su coloración en otoño aumenta su valor considerablemente en esta época, aspecto que puede potenciarse ubicándolo en la parte final de la composición ornamental. Existen otras especies del mismo género de características similares como el Acer palmatum, Acer monspessulanum o Acer rubrum también muy utilizados en jardinería ornamental.

Cultivo:
Se propaga en vivero por semilla. En la naturaleza también emite abundantes renuevos aunque, en este caso, de bastante menos vitalidad.

Plagas:
No se conocen plagas ni enfermedades de importancia en nuestro país.

Más información: www.arboricultura.net