Control de mancha bacteriana en durazno (melocotón)

El Inta de San Pedro recomendó que, en aquellos lotes donde se observaron defoliaciones importantes y síntomas de la enfermedad, se realice una primera aplicación para provocar la caída anticipada de las hojas y una segunda una vez que hayan caído la mayor parte de ellas.
Para esto se debe utilizar cobre (Oxicloruro al 84%), con una dosis al cuatro por mil (4 kg en mil litros de agua) en la primera y al siete u ocho por mil (7 u 8 kg en mil litros de agua) en la segunda.
Esto permitirá anticipar y concentrar la caída de hojas. Asimismo se logra que el cobre quede en la herida que éstas dejan al caer, con lo cual se evita que la bacteria perdure en la planta y pueda manifestarse en la campaña siguiente.
Sin embargo, es importante destacar que estas aplicaciones no reemplazan a los tratamientos para el control de torque que deben hacerse posteriormente.
Otra zona importante de producción es el sur de Mendoza, donde el ingeniero agrónomo Luis Di Césare, de San Rafael, advirtió sobre los posibles problemas que pueden presentarse en la próxima cosecha de frutas, si se olvidan las elevadas temperaturas que se están registrando en todas las zonas durazneras del país.
En San Rafael se registran temperaturas máximas diarias de entre 35 y 40ºC. Estos valores, durante el período crítico del desarrollo floral del duraznero, pueden provocar serias anomalías, si no se tiene en cuenta el aporte de agua en el suelo en función de la evapotranspiración potencial de cada lugar de cultivo.
Este valor permite conocer la pérdida de agua por suelo y planta y se expresa en milímetros por día. Por ejemplo, en San Rafael este valor alcanza 6-8 mm/día, es decir, de 60 a 80 m3/ha. Este elevado valor necesita ser suplido por aportes de agua en el suelo en forma continua y controlada.