Problemas con el aislamiento del maíz transgénico
6 de marzo de 2001
El año pasado, el Departamento de Agricultura de los Estrados Unidos (USDA) ordenó una costosa acción para retirar del consumo humano la variedad de maíz genéticamente modificada 'StarLink', puesto que contiene una proteína denominada Cry9C, de la que se presume es capaz de provocar reacciones alérgicas en algunas personas. La variedad ha sido aprobada para consumo animal, pero no para consumo humano. No obstante, dificultades posteriores han dado la razón a quienes señalaban la dificultad de manejar separadamente en la cadena de producción y logística a productos de carcterísticas esencialmente iguales.
Dado que el sistema de manipulación de granos no está preparado para mantener segregados los distintos tipos de producto, la disposición provocó enormes problemas logísticos a la industria. Fue necesario, además, retirar de almacenes y góndolas de supermercados numerosos productos ya elaborados, entre ellos más de 300 tipos de 'tacos' y 'chips' de maíz. La empresa que comercializa esta variedad, Aventis, fue 'persuadida' por el Gobierno norteamericano a comprar buena parte de la cosecha de 'StarlLink', a un costo de más de US$ 100 millones ( 110,4 millones). En un ejercicio de relaciones públicas, en noviembre pasado Aventis ofreció a las empresas vendedoras de semillas ayudarlas a investigar y eliminar la presencia de 'StarLink' en sus productos.
Pese a estos esfuerzos, los semilleristas continúan encontrando trazas de contaminación en semilla destinada a los productores rurales, que deberán plantarla en las próximas semanas. Probablemente la fuente de contaminación sea polen de 'StarLink', que ha polinizado cultivos de otras variedades. Algunos expertos estiman que un 5% de la semilla de maíz norteamericana - aproximadamente un millón de sacos - no es apto para ser utilizada en cultivos destinados a consumo humano.
El problema también tiene implicancias para el comercio internacional. En enero, Japón, uno de los mayores mercados para el maíz norteamericano, rechazó varios cargamentos de maíz tras haber encontrado trazas de maíz transgénico en ellos. Japón importa desde América cuatro millones de toneladas de maíz destinado a consumo humano y otras doce para consumo animal.