El honor de darle un nombre a una variedad
14 de febrero de 2001
Cuando una nueva variedad de tulipán ha sido descubierta como una mutación o ha sido desarrollada por hibridación y selección, su obtentor o cultivador tiene el honor de darle un nombre. Hoy en día, el dar un nombre a una variedad está sometido a unas determinadas normas internacionales aceptadas y establecidas desde el año 1952. Conocido como 'Código de Cultivado', se trata de un conjunto de normas y regulaciones, cuyo propósito principal es el control de dicha variedad ante los cultivadores. Los nombre tienen que ser imaginativos, escritos en un idioma moderno y no pueden ser ofensivos hacia ciertas personas. Los tulipanes se registran a través de la Real Asociación de Cultivadores de Bulbos de Holanda (KAVB), una organización que registra todas las plantas procedentes de bulbos, cormos y tubérculos, excepto los Liliums, Dahlias y Narcisos, que se registran en Inglaterra, y los Gladiolos, que se registran en EE.UU. Algunos llevan nombres de ciudades; otros, de importantes compositores. Otra fuente de inspiración está en las familias reales y dinastías, como es el caso que se da actualmente en Madrid, al identificar una nueva variedad de tulipán con el nombre de Carlos V, y llevar a cabo tan señalado momento para el campo de los tulipanes al celebrarse el V Centenario de su nacimiento. Para más información: bulbosflor@wanadoo.es