Pérdida de cosechas por falta de mano de obra
13 de enero de 2001
El accidente ferroviario, que hace unas semanas costó la vida a 12 inmigrantes de origen ecuatoriano en la localidad murciana de Lorca, ha protagonizado una de las crisis más importantes dentro del sector hortofrutícola en el Valle del Guadalentín de los últimos años. Tras el desgraciado incidente, los trabajadores que murieron en éste como eran ilegales, se produjo el encarcelamiento del dueño de la explotación lorquina donde iban a trabajar estos inmigrantes. La reacción de los empresarios del Guadalentín, a partir de ese momento fue tajante, no se contrataban trabajadores que no tuvieran su situación laboral legalizada, factor que ha traído consigo una de las movilizaciones más llamativas de los últimos tiempos en la Región de Murcia.
De hecho, el municipio de Lorca ha sido escenario de la primera 'marcha por la dignidad'de 1.500 inmigrantes ecuatorianos y agricultores murcianos que recorrieron un largo camino desde Lorca hasta Murcia, con el fin de que el Gobierno murciano pudiera solucionar su situación legal en España. Pero, mientras que esta situación se producía, la situación de la agricultura en Lorca y su comarca puede ya calificarse como gravísima ya que las cosechas hortícolas continúan sin recolectarse y se teme que se pierda todo el género en la misma explotación.
Desde la organización profesional agraria Coag - Iniciativa Rural de Lorca, su presidente Víctor Jiménez Muelas reconocer que el problema de la mano de obra podría acarrear graves pérdidas para los agricultores lorquino ya que, si no se contrata mano de obra a corto plazo, más del 70% de las cosechas de alcachofa, bróculi, coliflor, lechuga, etcétera, se perderán irremediablemente en el propio campo, con lo que se producirá una situación de ruina completa para los profesionales de la agricultura”. Para Jiménez Muelas, es de vital importancia encontrar una solución al problema de la inmigración ilegal ya que, “es necesario establecer unos contratos en origen que permita contratar a los inmigrantes en unas condiciones laborales legales y permita una seguridad tanto a los empresarios como a los trabajadores”.
Para el presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (FECOAM), Manuel Soler Miras, la situación que se ha creado viene motivada por que los empresarios son los primeros que quieren trabajar en unas condiciones laborales legales y justas, y mientras que éstas no existan, no están dispuestos a trabajar al margen de la legalidad.
Sin embargo, desde la Administración regional el problema de la inmigración ilegal no tiene una sólución tan fácil, ya que los inmigrante ilegales deben volver a sus países de origen y allí arreglar su situación. Asimismo, otras fuerzas políticas como el PSOE han ofrecido al Gobierno regional la posibilidad de realizar convenios entre España y otros países como Ecuador, Marruecos, etcétera, que permita disponer de mano de obra continúa para los meses que dura la campaña.
Por su parte, otras organizaciones profesionales agrarias como son Adea - ASAJA, tutelada en su secretaría general por Alfonso Gálvez, y Upa - UGT, liderada por Marcos Alarcos, sostienen que es necesario encontrar una solución eficaz al problema planteado en el campo murciano ya que de lo contrario la agricultura se puede convertir en un “reino de Taifas” y eso haría retroceder toda la modernización y el desarrollo que ha conseguido el campo murciano durante las últimas dos décadas.
Actualmente, el campo murciano necesita más de 25.000 trabajadores tanto para la recolección en campo de sus productos como para el trabajo en almacenes, y mientras que la situación laboral de éstos no sea legal se hace muy difícil poder atender esta demanda.
Por otra parte, para el presidente de la organización profesional agraria Coag- Iniciativa Rural, Pedro Lencina Lozano, considera que el sector agroalimentario murciano necesita hacer frente al problema de la mano de obra de una manera definitiva. Según Lencina, “la Administración debe encontrar alternativas como puede ser el establecimiento de convenios con los países de origen que permita facilitar trabajo a inmigrantes en unas condiciones laborales adecuadas, para que de esta manera se pueda atender las necesidades del campo en materia de mano de obra que hasta el momento se cubren de manera insuficiente”.