Firmado el protocolo de bioseguridad
12 de junio de 2000
El pasado 24 de mayo España firmó ayer en Nairobi el protocolo de bioseguridad, que obliga a los países exportadores a etiquetar las semillas y demás organismos modificados genéticamente, a la vez que permite a cualquier país rechazar estas importaciones si tiene dudas o información insuficiente sobre sus riesgos para el medio ambiente o la salud.
El protocolo de bioseguridad regula el tráfico internacional de los organismos modificados genéticamente, y garantiza el derecho de los países a evaluar el riesgo de estos productos antes de decidir su importación. El procedimiento previsto en el acuerdo determina que un país exportador de semillas transgénicas debe dar (antes de llevar a cabo el transporte) la información adecuada a fin de que el país de destino otorgue o no su consentimiento. Se trata, en suma, de aplicar el principio de precaución. El Ministerio de Medio Ambiente explicó que la puesta en marcha del protocolo obligará a 'someter a los organismos transgénicos a una evaluación de riesgo, científicamente y rigurosa', antes de decidir o no su importación.
los organismos transgénicos incluyen un gen de otra especie que les confiere resistencia a ciertas plagas o a ciertos herbicidas; además, mejora el rendimiento del producto o retrasa su maduración, lo que facilita su transporte.
El hipotético mayor riesgo ambiental es que el polen transfiera el gen extraño a otras especies y éste germine en otros campos libres de él. El protocolo de bioseguridad no incluye, en cambio, los productos manufacturados, como harinas y piensos, aunque hayan sido modificados con transgénicos.
El convenio de biodiversidad, suscrito por 150 países, persigue conservar la diversidad biológica y garantizar que los beneficios de los recursos genéticos (empleados en medicina o alimentación) también se reparten entre los países en donde fueron obtenidos (frecuentemente en naciones en desarrollo).