Aragón trabajará para articular métodos de retirada de excedentes frutícolas alternativos al compostaje
23 de enero de 2012
Así lo indicó el pasado jueves 19 de enero el director general de Producción Agraria del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón, Jesús Nogués, que mantuvo una reunión con el concejal delegado de Agricultura del Ayuntamiento de Fraga, José Ignacio Gramún, el director de Mercofraga, Juan José Orríes, y el alcalde de Fraga Santiago Escándil. “En la reunión hemos tratado la problemática periódica que se produce en el sector de frutas y hortalizas en cuanto a momentos coyunturales de desajustes entre la oferta y la demanda que provocan caídas de precios muy importantes”, ha indicado Nogués. Las características del sector, que trabaja con un producto extraordinariamente perecedero, hacen que la capacidad de reacción de los agentes en él implicados sea muy limitada en coyunturas de este tipo. Ello obliga, ha indicado el director general de Producción Agraria, a “analizar las vías que en el futuro puedan solucionar esta situación” y “diseñar entre el sector y la administración canales que permitan que, cuando esto suceda, el sector tenga una mínima salida y pueda mantener un nivel de precios”, algo que no ha sucedido este año, en el que el resultado económico de la temporada ha sido especialmente negativo.
Durante la campaña frutícola de este año y al amparo de la UE, la medida que se adoptó fue proceder a la retirada del mercado de en torno a un millón y medio de kilos de fruta, que se destinó a la producción de compost en la planta que, para tal fin, funciona en la localidad de Zaidín. Dicha medida tuvo efectos favorables sobre los precios en la última fase de la campaña, pero no atenuó en la medida de lo deseado, las pérdidas de unos agricultores que recibieron sólo unos once céntimos por kilo retirado en una zona en la que producir 1.000 gramos de fruta cuesta entre 28 y 30 céntimos.
Por ello, y atendiendo a una petición formulada por representantes del propio sector, el Ayuntamiento de Fraga propuso que, en futuras campañas y si se repite una situación como la de este año, los excedentes se destinen a producir zumos destinados a beneficencia a través de bancos de alimentos y no al compostaje. Con ello, se obtendría un doble beneficio: se otorgaría un destino más digno a los alimentos excedentarios y, también, se atenuarían las pérdidas del sector, ya que se calcula que por cada kilo de fruta excedentaria que se destine a la producción de zumo, el productor recibiría 26 céntimos y no los 11 que se recibieron este año. Si el excedente se destina a la producción de compost, el agricultor recibe sólo el 50% de la cantidad que la UE tasa cada kilo de fruta excedentaria pero, si los excedentes se destinan a zumo, el productor recibe el 100%, ya que no se ve obligado a cofinanciar la retirada.