Una vez más, a la hora de hablar sobre un cultivo frutihortícola en Sudamérica emerge Argentina como plaza comercial y estratégica. Esto seguramente se ha escuchado o leído en innumerables ocasiones. El mejor recurso para que no quede solo en un tópico, es evidenciarlo, indicando que Argentina produce más de 645.000 toneladas de calabazas anuales, lo que promueve un giro comercial de la siembra hasta la comercialización de más 103 millones de euros anuales.
Otra forma de dar evidencia al asunto es hablando con los consumidores europeos, quienes reconocen en degustaciones los atributos de calidad del producto argentino, suscitando el poder de escucha en ferias, eventos y trazándolos en los mercados y cadenas europeas. La calabaza argentina tiene antecedentes con un alto respaldo en los mercados de importación europeos, convirtiéndose no sólo en un alimento tradicional, sino en un elemento cultural en Argentina. Siguiendo de norte a sur el país, en todos los nichos productivos y durante todo el año se encuentra disponible una cartera de variedades de calabazas como son:
· Anquito (Butternut Squash)
· Kabuto (Buttercup Squash)
· Iron Cub(Tetsukabuto)
· Muscat (Muscat de Provence)
· Delica(Sweet Mama)
· Onion squash (Red Hokkaido)
· Negro - Table Queen Acorn
· Mix squashes.
· Valenciano (Kuky)
· Ondeone (Tasty)
· Piacentina(Crown Prince).
· Spaguetti (Spaguetti Squash)
La calabaza argentina tiene antecedentes con un alto respaldo en los mercados de importación europeo.
Según el ingeniero agrónomo delInstituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de San Juan, Luis Kulichevsky, en Argentina se cultivan alrededor de 32.500 hectáreas, de las cuales 22.000 corresponden a calabazas con una producción estimativa de 385.200 toneladas y 10.500 hectáreas al tipo zuchini y redondo de tronco (zapallito) obteniendo 263.500 toneladas. Las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa, Mendoza, San Juan, Chaco, Buenos Aires, Santa Fe son algunas de las provincias más productivas y mejor posicionadas en este cultivo.
El 95% de la producción nacional es comercializada en el mercado interno, arrojando un consumo por habitante/año de 3,5 kg (Fuente: Mariano Winograd. 5 al día. Argentina). Los otros canales comerciales nacionales son la industria del deshidratado con un 2%, la producción de semillas con 1% y el mercado de exportación con un 2%.
Tan sólo un 2% de la producción argentina de calabazas se dedica a la exportación
En relación a la exportación, los destinos más significativos son Gran Bretaña, Italia, España, Holanda y Francia. Las estadísticas argentinas de exportación de calabazas marcan unas 18.000 toneladas en 2009 y 17.200 toneladas a septiembre de 2010, y con respecto al producto industrializado (escamas y polvo deshidratados) 136 toneladas en 2009 y 207 toneladas en 2010. (Fuente: Senasa)
El rendimiento de la calabaza argentina
A nivel de rendimiento en kilos bruto por hectárea de calabazas hay dos enfoques comerciales para analizar, uno es el mercado interno, dando 30.000 a 40.000 kilos, y el otro el de exportación, proporcionando unos 15.000 kilos por hectárea, aproximadamente, de producto exportable. Pedro Della Gaspera, coordinador del Proyecto específico de calabaza en E.E.A. La Consulta del INTA en Mendoza, argumenta: “Los cultivares del tipo Butternut son los más difundidos en nuestro país y pertenecen a la especie Cucurbita moschata. Esta preferencia del mercado se debe a dos aspectos, uno es que esta especie es más resistente a los hongos del suelo como Phytophthora capsici L. que causa el marchitamiento repentino de las plantas, por lo cual se incrementan los rendimientos en la finca, el otro aspecto es que los frutos que se comercializan son de un tamaño intermedio (1,5 a 2 kg) beneficiando tanto a los consumidores como a los productores”.
La mayoría de fincas mantienen la forma tradicional de hacer las cosas, tratándolo como un producto natural.
Analizándolo desde el punto de vista del manejo del cultivo y cuidados, se puede determinar que la mayoría de fincas mantienen la forma tradicional de hacer las cosas, tratándolo como un producto natural “con enfoque a orgánico de forma innata”. La polinización es una práctica habitual en el manejo del cultivo (5 colmenas por hectárea) junto a otras como son el capado de vástago dominante y la eliminación de frutos deformes y desparejos. La falta de incorporación y aplicación de tecnología, la incipiente formación y transferencia empresarial de los agricultores a los sistemas productivos comerciales hortícolas, determina negativamente la viabilidad y futuro de sus empresas.
El ingeniero agrónomo Guillermo Brim, responsable del sector Frutihortícola de la Provincia de Santiago del Estero, líder en la producción de calabazas, comenta: “La calidad de las aguas de esta zona junto con la riqueza de sus suelos dan un factor diferencial de calidad sensorial. Estamos trabajando en el Ministerio de Producción en dar valor a su origen”. A su vez, David Sanchez, gerente comercial de una empresa exportadora mendocina con alta experiencia en este cultivo, destaca “la importancia del control y monitoreo en finca del producto a exportar, como eje clave en la oferta de calidad y seguridad alimentaria a Europa”. La responsabilidad del análisis y control del producto exportable en Argentina es un valor prioritario para acceder a la confianza del cliente europeo.
El consumo interno representa el 95% de la producción de calabaza argentina.
Producción de semillas
Mendoza es la zona más importante de producción de semilla de calabaza de la Argentina. Anualmente se destinan entre 1.500 y 2.500 toneladas de frutos frescos a esta actividad. En la E.E.A La Consulta, se desarrolla un plan de mejoramiento genético de calabaza, donde se han obtenido diversos cultivares en diferentes especies. Los más difundidos son los del tipo Butternut (Cucurbita moschata).
La producción de semilla de los diferentes cultivares está a cargo de la Asociación Cooperadora de la citada entidad, la cual produce entre 4 y 6 toneladas de semilla. Las mismas son vendidas a empresas productoras de este cultivo de todo el país y con la alternativa de exportación hacia otros mercados. A su vez, existen empresas privadas y grupos de productores que desarrollan esta actividad semillera, sumando otras 6 toneladas de semilla, concluyendo que Argentina produce unas 12 toneladas por año de semilla de este tipo de calabazas. Respecto a los precios de exportación de semillas de calabazas podemos indicar que oscilan entre 90 a 100 dólares por kilo.
Por mencionar algunos materiales, ya posicionados y en trámites de inscripción por el INTA, destacan:
· C. moschata: Cuyano INTA, Frontera INTA, Paquito INTA y Dorado INTA
· C. maxima: Veronés INTA y Pecas INTA (tipo Delicioso), Zapuco INTA (tipo Pink Banana para la Industria del deshidratado).
· C. pepo: Existen líneas avanzadas que se están probando en diferentes localidades del país para su posterior inscripción.
· En híbridos interespecíficos (C. maxima x C. moschata): Aconcagua, que es un híbrido para la industria del deshidratado de altos rendimientos en finca y en la fábrica.
Anualmente se destinan entre 1.500 y 2.500 toneladas de frutos frescos a la producción de semilla.
Mirando desde el otro lado del charco a la cadena comercial de calabazas de exportación argentina, es imperativa la descentralización de la oferta y el despertar de nuevos grupos exportadores como eslabones que incorporen integración a los importadores europeos y elasticidad a la cadena comercial. La sinergia vertical europea con los sistemas productivos argentinos y la aplicación del concepto comunicacional es clave para la sostenibilidad empresarial.
La amplitud que ofrecen sus zonas productivas abre, sin dudas, la posibilidad de desarrollar proyectos y planificaciones productivas de diversas variedades demandadas en Europa. Es una cuestión preponderante, el acompañamiento de expertos en estos desafíos empresariales. La apuesta segura y permanente por el desarrollo e innovación en nuevos productos, integración y el conocimiento de mercado, marcan el camino por el cual las instituciones de investigación y empresas deben transitar.