Un proyecto español producirá tomates con olor y sabor a tomate
17 de enero de 2011
Un gran proyecto nacional donde participarán diversos investigadores, universidades y empresas privadas intentará generar más variedades de tomate con alto sabor y olor y que estén repletos de propiedades saludables como azúcares, ácidos orgánicos o vitamina C.
En este proyecto llamado ‘Caliton 2010-2015’ y que cuenta con una financiación de 2,5 millones de euros participan organizaciones de la talla del Instituto de Biología Molecular y Celular de las Plantas, la Estación Experimental La Mayora, la Universidad de Almería (UAL) y la empresa Zeta Seeds.
Hasta el momento, las investigaciones españolas sobre el tomate, producto que sólo en 2009 movió 814 millones de euros, se habían centrado más en la producción que en el propio consumidor.
Los tomates de siempre, con genoma reconstruido
Este proyecto, impulsado por la Fundación Genoma España, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ya ha conseguido tomates más grandes, vistosos, menos perecederos y más resistentes, pero ahora busca reforzar el tema del sabor, el cual “es más complicado de conseguir, dado que el reto involucra muchos genes y complica la técnica”, aseguró Emilia Gómez, la directora del proyecto.
El objetivo de este macroproyecto es producir variedades mejoradas de tomates como el tomate pera o el cherry.
Uno de los primeros pasos acometidos en el marco de esta investigación, que ya se ha prolongado un año, ha sido el de identificar las respectivas regiones del genoma del tomate que afectan a las características, mediante unos marcadores que permiten seguirlos fácil y rápidamente y así, guiar el proceso de mejora hasta su incorporación a las variedades nombradas o a otras nuevas.
En esto trabaja también Antonio Granell, coordinador científico del proyecto que explica que las características que se quieren estimular en el mismo “no dependen de un gen”. Recordó, de igual forma, que el sabor de este fruto se vincula a su contenido de azúcares y ácidos y a la relación entre ellos, por lo que se debe de investigar es este genoma.
Este proyecto incluye tecnología muy potente, conforme lo mencionado por Granell, para la identificación de cambios genéticos en cada uno de los descendientes de los cruces obtenidos durante el programa. Asimismo, el científico indicó que el proyecto se ha estado sirviendo de las mismas plataformas de ‘genotipado’ utilizadas en biomedicina para el genoma humano.
Ha trascendido que hasta el momento ya se han realizado varios cruces positivos y se han seleccionado las que incorporan los marcadores de interés relacionados con la calidad del tomate. En las familias obtenidas en estos cruces se evalúa su composición genotípica y genotípica, así como su comportamiento agronómico para seleccionar las interesantes. Según Antonio Granell, estas familias de plantas serán sometidas a diversas etapas de cruce y selección hasta obtener el sabor y aroma esperado.