La comarca de El Bierzo consigue la denominación de origen para sus peras

El Bierzo es, según lo describe José Antonio Iglesias en la introducción al libro 'El Bierzo' (1996) de J. M. Voces Jolías, “una de la comarcas mejor definidas y limitadas, que fundamenta su personalidad en el carácter de fosa tectónica, enmarcada por un cinturón montañoso, y la asociación en su suelo de influencias atlántica y mediterránea, especialmente manifiestas en la vegetación. Lienzos de la muralla montañosa que la rodean son los Picos de Ancares y Sierras de Courel por el noroeste, los montes Aquilanos y la Sierra de Pobladura por el sur y la Sierra de Gistredo por el noroeste. Solamente el valle del Sil permite la salida de la hoya sin grandes dificultades ni penosas travesías de montañas”.

Los vientos del noroeste alcanzan la hoya berciana y explican su vinculación a la España húmeda, justificando la barrera montañosa que la rodea, un régimen térmico más favorable que el de la Meseta. En el fondo de los valles una faja de árboles de ribera acompaña con continuidad a los ríos, fuera de la cual se extienden cultivos de feraces huertas. En ellas destaca el cultivo de árboles frutales, en especial perales, que han dado a la región su producto más característico, ahora con denominación de origen: la pera conferencia.

Se trata de una variedad de pera berciana de calibre grande, con aspecto piriforme alargado simétrico, de color verde claro intenso con matices pardos y amarillentos, olor medio, de intenso 'russeting' natural, alta jugosidad al corte, piel dura, carne blanda, pulpa de color blanco amarillento, alta jugosidad en boca, gran dulzor, mínima acidez, poca granulosidad y muy baja astringencia.

Los agricultores bercianos están empleando para el cultivo las técnicas de la producción integrada. La recogida de los frutos se hace de forma manual, para no dañarlos, y se llevarán a las centrales hortofrutícolas el mismo día y en 'palots' de madera. Solo se comercializan los frutos que tengan un calibre mínimo de 60 mm de diámetro.

Para que la fruta no pierda calidad y tenga una buena conservación se restringe el aporte de agua de riego durante la floración y en los momentos previos a la cosecha. Una parte de la fruta se comercializa durante la recolección; el resto, es decir, la mayoría de la cosecha, se almacena en cámaras frigoríficas de atmósfera controlada y son comercializadas únicamente antes del 1 de junio del año siguiente.

La historia de los frutales y su introducción en El Bierzo está vinculada, al igual que la viña y el castaño, a la colonización del Imperio Romano. Aunque, según otras opiniones, fueron las órdenes religiosas, con sus monasterios y huertas adyacentes, las que contribuyeron a su introducción, especialmente a los largo de los siglos XII, XIII y XIV, junto a peregrinaciones jacobeas, siendo múltiples las citas y referencias de los visitantes y peregrinos durante estos siglos.

Aunque quizá las peras bercianas tengan su origen ligado a la evolución de la Europa actual a partir del antiguo continente Eurosiberiano. Heywood et Al. (1985) hablan del consenso existente en cuanto al origen del peral Pyrus communid L. como especie. Así refieren que esta especie es originaria del antiguo continente Eurosiberiano sin concretar su origen exactamente. Otros autores (Vicente C., Fernández B., y Valdés B. 1985) centran su origen primitivo en los que hoy es el país de Afganistán.

De acuerdo con lo que determina la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas (B.O.E. núm. 294, de 8 de diciembre de 2001), quedan protegidas con la Marca de Garantía 'Pera Conferencia Del Bierzo', las peras de origen en esa comarca leonesa, de la especie Pyrus communis, L. de la variedad Conferencia, que cumplan en su producción, elaboración y comercialización, los requisitos exigidos en esa misma ley (y resumidos en el presente artículo) pudiendo cualquier persona cuyos productos o servicios provengan de la zona geográfica protegida y cumplan las condiciones prescritas en ese Reglamento de Uso, podrán utilizar la marca.

Según la normativa que sigue la Asociación Berciana de Agricultores, cualquier tipo de envase en el que se expidan peras protegidas irá provisto de una contraetiqueta numerada. Los productores deben solicitar estas etiquetas al titular de la marca, que es quien las facilita en todos los casos.

En las contraetiquetas constan el logotipo y el nombre de la marca de garantía, además de un número de control, y con la marca de conformidad o logotipo de la entidad de certificación, y deben ir colocadas de forma cruzada sobre los envases a modo de precinto. Estas contraetiquetas serán colocadas por el operador en las instalaciones de almacenamiento y distribución inscritas, siempre de acuerdo con las normas que establezca el Titular de la Marca de Garantía y con el visto bueno de la administración.