Poscosecha Info Poscosecha

“El gran reto del sector de la poscosecha es lograr que el sector productor sea lo más competitivo posible, y nos enfrentamos a varios inconvenientes para lograrlo”

Entrevista a Josep Usall, director general del IRTA

Nina Jareño10/12/2018

Josep Usall es el nuevo director general del IRTA, tomando el relevo de Josep M. Monfort. Su vida siempre ha estado ligada a la investigación científica en esta institución catalana, motivo por el cual puede presumir de un gran respeto internacional. Nos recibe en el Fruitcentre de Lleida para explicarnos cómo enfoca esta nueva etapa y cuáles son los planes de futuro para el sector hortofrutícola.

Para empezar, háblenos de su desarrollo profesional y qué papeles ha desempeñado dentro y fuera del IRTA.

Tras finalizar mis estudios de Ingeniería Superior Agrónoma en la UPC realicé un curso de Comercio Exterior ya que, inicialmente, esa era mi idea de futuro laboral. En 1992 se me ofreció una plaza en el IRTA y decidí aceptar, fue entonces cuando empecé mi etapa aquí con un proyecto de control biológico de enfermedades de poscosecha. En 1995 finalicé mi tesis doctoral y en 2002 me nombraron director del Servicio Técnico de Poscosecha y en 2012, del Programa de Poscosecha, cargos que me sirvieron para aprender a gestionar e investigar a la vez.

Josep Usall, director general del IRTA
Josep Usall, director general del IRTA.

¿Qué le motivó a presentarse a la dirección?

Por un lado, creo firmemente que dirigir una institución como esta debe hacerlo alguien que la conozca bien. ¿Y qué mejor que alguien de la casa? Por otro lado, el perfil que se necesita para ser director general del IRTA debe cumplir varios requisitos como tener buena relación con el sector, haber sido previamente investigador para saber cómo funciona el mundo del I+D, tener conocimientos empresariales y de gestión… Lo pensé y me di cuenta de que mi perfil se adaptaba y, además, me apetecía emprender este proyecto.

¿Cuáles son sus objetivos como nuevo director?

Me presenté a la candidatura con 8 objetivos muy marcados. El primero es acercar la actividad del IRTA a las administraciones, ir en paralelo para que las políticas agrícolas que se establezcan desde las consejerías están bien ordenadas con las nuestras. El segundo es que el IRTA sea financieramente sostenible en el tiempo a través del aumento de inversiones y no del recorte de recursos. En tercer lugar, y muy importante para mí, es empoderar a la institución para que todos sus trabajadores entiendan su rol y sepan que todos vamos a una. El cuarto objetivo es establecer un nuevo plan de inversiones que nos permita analizar y renovar equipos para saber si podemos compartirlos con otras instituciones, descartarlos o crearlos nuevos. El quinto tiene que ver con la relación con el sector agroalimentario, sobre todo en el ámbito catalán y español, para seguir estando cerca y conocer sus inquietudes. El sexto pasa por ampliar y mejorar la relación con otras universidades y centros de investigación ya que cada vez más disciplinas pueden ser útiles para nuestro sector: la fotónica, la digitalización, la robotización… En séptimo lugar, necesitamos abrirnos a la sociedad para que esta conozca qué hacemos. Por último, el objetivo de la internacionalización es imprescindible ya que, aunque nuestro primer mercado es el nacional, realizar actividades fuera amplia nuestros conocimientos y aprendizajes, nos genera nuevas interrelaciones y abre posibilidades empresariales muy interesantes para nuestras compañías nacionales.

A nivel personal, ¿qué significa estar al frente de una institución referente como el IRTA?

Es un gran honor, porque empecé muy joven y llegar al máximo órgano de representación es un privilegio porque han valorado mi posición internacional, la parte científica de mi trabajo, mis capacidades... Pero también es un reto muy importante. Debo reconocer que estoy muy contento con la respuesta positiva y sincera de compañeros y colegas del sector.

Un sector que conoce muy bien es el frutícola. ¿Qué le ha aportado la experiencia adquirida como investigador y responsable del Departamento de Poscosecha?

Me parece muy importante que la persona que dirija un departamento haya empezado desde abajo porque esto permite conocer muy bien la institución y entender su realidad, puntos fuertes y débiles, qué problemáticas afronta, cuánto cuesta hacer algo… Si eres director y no has vivido el día a día de la entidad, es posible que cometas errores y te plantees cosas que no tienen sentido. En mi caso, como empecé como investigador he podido pasado por laboratorios, por el campo, por los despachos… He vivido todas las fases y sé lo que cuesta cada cosa, tanto a nivel económico como científico: sé lo difícil que es conseguir proyectos, convencer a una empresa para que te contrate, redactar el proyecto y hacer los informes… Y esto me permite que ahora, como director general, cuando tomo decisiones lo hago con consciencia. También es cierto que ahora veo el otro lado de la moneda, sobre todo en lo que a gestión se refiere. Por ello espero confianza por parte de los investigadores y de las empresas, porque conozco ambas necesidades.

Usall duranet la Jornada de campo del arroz organizada por el IRTA.

La investigación en Poscosecha ha aumentado mucho en los últimos años, sobre todo en lo que a nuevos mercados y hábitos de consumo se refiere. ¿Cuáles son los próximos retos?

El gran reto es lograr que el sector productor sea lo más competitivo posible, y nos enfrentamos a varios inconvenientes para lograrlo. El primero de ellos es que los productos fitosanitarios utilizados hasta ahora ya no son válidos con las nuevas legislaciones y los nuevos mercados, por lo que debemos conseguir desarrollas nuevos productos respetuosos con el medio ambiente que eviten la podredumbre o la aparición de fisiopatías y manteniendo la calidad de la fruta. Otro reto son las nuevas tecnologías, donde debemos aplicar nuevas técnicas de gestión y manejo de la fruta más automatizadas y digitalizadas. Por último, es necesario cambiar los formatos para adaptarnos a las demandas del consumidor, sobre todo en lo que a productos de IV y V gama se refieren.

¿Y qué papel juega la ecología en todo esto?

Creo que es importante distinguir dos conceptos. La agricultura ecológica, en estos momentos, se limita al cumplimiento de una normativa. Por otro lado, la ecología como yo la entiendo pasa por aplicar la sostenibilidad a todos los niveles, realizando una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente y la salud del consumidor. Esta es una tendencia en crecimiento y nosotros como investigadores debemos apostar por ella y aportar conocimiento científico de valor.

Entonces, ¿la agricultura ecológica debe ir ligada a precios más elevados?

Sí. Lo que necesitamos es que cualquier producción sea sostenible a todos los niveles para que la persona que produce reciba un dinero adecuado para el coste que ha tenido esa producción. Si el productor recoge recursos insuficientes, la situación no se sostiene. Por lo tanto, si los costes de producción en agricultura ecológica son más elevados, el precio debe ser más elevado. En este sentido, creo que lo más importante es concienciar a la distribución de que debe pagar precios justos a los productores.

La investigación no es tarea fácil, y menos en nuestro país tras los recortes económicos de la crisis. ¿Cree que las administraciones están lo suficientemente comprometidas con el I+D+i?

Creo que, en general, las administraciones no son suficientemente conscientes del valor de la investigación, algo que se ha demostrado durante los años de crisis en los que los recursos dedicados a I+D en España han bajado mucho, mientras que en otros países han aumentado ya que lo entienden como una inversión y no como un coste. Si seguimos en esta línea, tendremos un problema muy grave ya que cuanto menos se investigue, menos se avanzará. En consecuencia, tendremos que comprar toda la tecnología de fuera, pagando el doble de su precio, y no generaremos empleos de calidad ni riqueza al país. Hemos visto como formamos de forma increíble a los jóvenes, que consiguen un nivel de preparación muy alto, para que se acaben yendo a Alemania o a EE UU, por ejemplo, porqué aquí no tienen oportunidades… Y eso es una aberración y una pérdida de oportunidades tremenda. Tenemos la generación más preparada de la historia, que ha costado mucho dinero a la administración, y están generando riqueza e impacto económico en otros países.

el director del IRTA, en el centro, en la 10ª edición de la feria Fruit Attraction

el director del IRTA, en el centro, en la 10ª edición de la feria Fruit Attraction.

Entonces, ¿está muy alejada la política científica del día a día real de los científicos e investigadores?

Se está acercando mucho, pero es complicado porque los científicos disponemos de pocos medios. Ha habido transformaciones, ya que estamos ante un cambio generacional donde la gente joven, con sus nuevas ideas y formas de trabajar, están aportando nuevas oportunidades. Lo más importante es que a los nuevos perfiles no se les pide lo mismo que a los investigadores que terminan su carrera profesional, sino que trabajan en líneas de investigación innovadoras que generarán grandes posibilidades de negocio.

¿Qué beneficios ofrece la colaboración entre empresas y centros de investigación como el que preside?

Las empresas, si quieren ser líderes, deben reinventarse y aportar nuevas soluciones. ¿Cómo se logra eso? Con capacidad innovadora. Muchas empresas no tienen sus propios equipos de I+D, ya que en España predominan las empresas de pequeño tamaño, y la forma más eficiente de conseguirlo es contratar a expertos que innovan de forma habitual. Desde el IRTA queremos estar al lado del sector para entender sus problemáticas y ofrecer soluciones adaptadas a la realidad a través de conocimiento útil y aplicable. Por eso tenemos un porcentaje de fidelización de empresas muy alto, porqué lo que ofrecemos es medible y económico.

Imagen

Para terminar, ¿qué retos de futuro encara el IRTA a corto plazo?

Lo principal es empoderar al IRTA y a sus trabajadores, por lo que visitaré todos los centros y hablaré con el mayor número de empleados posibles para que sientan que forman parte de este proyecto; por otro lado, es imprescindible establecer un plan estratégico para el 2019 con unas líneas muy claras en las que trabajar para que todo el mundo sepa cuál es su papel y qué debe hacer; y, por último, optimizar la relación con las instituciones para trabajemos como aliados.

Empresas o entidades relacionadas

Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentària - IRTA

Comentarios al artículo/noticia

Deja un comentario

Para poder hacer comentarios y participar en el debate debes identificarte o registrarte en nuestra web.