El aumento de la salinidad provoca aumento del sabor, firmeza y conservación del fruto
Efecto de la salinidad sobre la calidad de la fresa y su evolución en poscosecha: fertirriego de un cultivo de fresa en la provincia de Huelva
Este trabajo presenta los resultados de un ensayo de fertirrigación en un cultivo de fresa cultivada en una parcela comercial en la provincia de Huelva. El objetivo del ensayo fue intentar mejorar la calidad del fruto de fresa sin reducir la producción de la misma, mediante el manejo de la fertirrigación. Para ello se establecieron tres estrategias de abonado y se evaluaron las posibles diferencias de absorción de nutrientes entre tratamientos, su efecto sobre la calidad final del fruto y su evolución en poscosecha, bajo condiciones de diferente salinidad con volúmenes de fertirriego distintos. No se produjeron acumulaciones de sales en la zona radicular. Las diferencias aparecieron en favor del tratamiento con la CE de entrada intermedia, que presentó mayor absorción de nutrientes y mayores eficiencias y aprovechamiento en el uso de los fertilizantes. Los tratamientos de la CE menor e intermedia produjeron significativamente más que el tratamiento de CE mayor. El aumento de la salinidad aunque proporcionó un menor peso del fruto, produjo un aumento en los ºBrix, en la firmeza del fruto y en la conservación de fruto.
La fresa (Fragaria x ananassa, Duch.) en gran parte de la provincia de Huelva se cultiva en suelos arenosos, y se riega con agua que no aporta nutrientes y con alta frecuencia, por lo que en cierto modo, se puede considerar un cultivo hidropónico en suelo (Cadahía, 1988). Por todo ello, la tendencia en la zona es abonar por el sistema de manejo proporcional, en el que la cantidad de fertilizantes va ligada a la cantidad de agua. En el cultivo de la fresa está muy extendido el control de los parámetros climáticos y de humedad del suelo para manejar el riego (Gavilán y col., 2014). Se conocen la concentración y equilibrios de sales necesarios para la fertirrigación con volúmenes de agua de riego superiores a sus necesidades, pero no hay demasiada información cuando se aplican volúmenes de riego más ajustados a las necesidades del cultivo.
La fresa es un cultivo sensible a la salinidad, pudiendo originar una reducción en la producción de fruto. Sin embargo, la salinidad puede proporcionar una mayor calidad organoléptica y/o funcional del fruto. El objetivo de este trabajo fue generar conocimiento sobre los factores precosecha propios del cultivo de fresa que optimicen su calidad poscosecha, para intentar mejorar la calidad del fruto de fresa sin perjudicar la producción de la misma, mediante el aumento de la salinidad con el manejo de la fertirrigación.
Materiales y métodos
Se realizó un ensayo con un diseño de bloques al azar con tres tratamientos y cuatro repeticiones. La unidad experimental fue de un túnel completo, por tanto, el ensayo se compuso de 12 túneles.
Las estrategias estuvieron basadas en el aumento de la salinidad en la solución nutritiva aportada a través del riego aplicado en el momento del cultivo en el que ya ha alcanzado el desarrollo vegetativo y comienza el engorde de los primeros frutos. Hasta el 15 de febrero la solución nutritiva aportada en todas las líneas de cultivo fue la solución estándar que se aplica en el cultivo de fresa, en toda la finca (T1 CE 0,7 mS cm-1). A partir de esta fecha esta estrategia se comparó con dos tratamientos de fertirrigación consistentes en el aumento de la salinidad (T2 CE 1,46 y T3 CE 2,38) aumentando los contenidos de K+, Ca++ y Cl–.
Para evaluar el efecto de las tres soluciones nutritivas sobre la absorción de nutrientes por la planta se realizó un seguimiento analítico durante los meses de marzo, abril y mayo, en el que se compararon la solución fertilizante real (SFR) aportada al cultivo por el sistema de riego con la solución del suelo (SS). Para la recogida de SFR se instaló en cada tratamiento una cinta en paralelo para no afectar al cultivo y para la SS fueron extraídas con sondas de succión instaladas a 20 cm de profundidad.
Para evaluar el efecto de las tres soluciones nutritivas sobre la producción y calidad de fruto, se realizó la evaluación en poscosecha de la calidad de fresa cultivada con determinaciones en las recolecciones realizadas en los meses de Marzo, Abril y Mayo. Los parámetros evaluados fueron: producción (g planta-1), peso de fruta (g fruto-1), volumen de fruta (cm3), firmeza (g cm-3), sólidos solubles (ºBrix), y tiempo poscosecha (días poscosecha).
Los tres tratamientos, al igual que toda la finca, recibieron los mismos volúmenes de riego, los tradicionales de la zona, ligeramente por arriba de las necesidades de agua del cultivo.
Resultados y discusión
Estrategias de fertirrigación realmente aplicadas. Evolución de los fertilizantes aplicados en cada tratamiento (SFR)
Los valores de CE de las muestras analizadas durante la campaña de la SFR o entrada al cultivo, fue la indicada en las Tablas 1 y 2. Hasta el 15 de febrero la solución nutritiva aportada en todas las líneas de cultivo fue la solución estándar que se aplica en el cultivo de fresa, con una concentración cloruro sódico (NaCl) dadas por el agua de riego de la finca. Esta solución nutritiva a la que denominaremos T, se considerará la solución testigo. A partir del 15 de Febrero se establecieron tres estrategias de fertirrigación, consistentes en el establecimiento de tres soluciones nutritivas diferentes en las que se variaron los contenidos de Potasio (K), Calcio (Ca) y Cl (Cl).
Tabla 1. Comparación de la SFR de entrada al cultivo en cada tratamiento SFR: Solución Fertilizante Real, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Tabla 2. Evolución de la SFR de entrada al cultivo en cada análisis y en cada tratamiento SFR: Solución Fertilizante Real, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Evolución de los nutrientes en la solución de suelo (SS) en cada tratamiento
Los valores de las muestras analizadas durante la campaña en la solución de suelo, fue los indicados en la Tabla 3. En la solución del suelo los valores fueron superiores en el tratamiento T3, donde como era de esperar, era el tratamiento con mayor CE.
Tabla 3: Análisis de la SS por fechas. (Febrero antes de que se aplique el tratamiento de CE). SS: Solución del Suelo, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Comparación de las relaciones solución de nutrientes del Suelo/Entrada al cultivo en cada tratamiento (SS/SFR)
En cada tratamiento se compararon los valores de los análisis de la solución que quedaba en el suelo con la solución nutritiva que entraba al sistema suelo-planta (Tabla 4).
El tratamiento T3, cuya CE era la mayor de los tratamiento aplicados, presentó mayor concentración de nutrientes y mayor valor de esta relación de CE, sin embargo, el tratamiento T2, que recibió CE intermedia, presentó menor concentración de nutrientes en la solución del suelo (SS) respecto a la SFR.
Todos los tratamientos aplicados, dieron lugar a acumulación de nutrientes (no consumiendo magnesio, sulfato, cloro ni sodio, Tabla 5). En general los tratamientos T1 y T2 por igual presentaron mayor consumo de nutrientes, respecto al tratamiento T3 que presentó menor consumo y mayor acumulación de nutrientes.
Tabla 4: Análisis de la relación SS/SFR por fechas. (Febrero antes de que se aplique el tratamiento de CE). SS: Solución del Suelo, SFR: Solución Fertilizante Real, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Tabla 5: Consumo o acumulación de cada nutriente en cada momento respecto al total de sales (CE) (+ se consume y - se acumula). (Febrero antes de que se aplique el tratamiento de CE). SS: Solución del Suelo, SFR: Solución Fertilizante Real, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Comparación de la acumulación de sales
Para el cálculo de la acumulación de sales en la zona de absorción radicular del cultivo se utilizó la siguiente formula: ((CESS - CESFR)/CESS) x100. Al principio la CE que tenía la solución de suelo (SS) fue menor a la de entrada (SFR) por eso estos valores presentaron valores negativos o muy pequeños (Tabla 6); solo al final (mayo), se produjo acumulación de sales, siendo el T2 el que menor porcentaje de drenaje presentó.
Tabla 6: Acumulación de sales en zona radicular del cultivo a lo largo del ciclo. Evolución del % de Drenaje. (Febrero antes de que se aplique el tratamiento de CE). % D: porcentaje de Drenaje, T: Tratamientos, CE (mS cm-1) y concentración de elementos minerales (mmol l-1).
Determinaciones de calidad de fruto
Producción: En cuanto a la producción (frutos de 1ª y 2ª categoría), los tratamientos T1 y T2 tuvieron significativamente más producción que el T3, no mostrándose diferencias significativas entre los tratamientos T1 y T2 (Figura 1).
Figura 1: Producción total y acumulada semanalmente g planta-1 de cada tratamiento desde el comienzo de su aplicación.
El tratamiento 1 dio lugar a frutos con mayor peso unitario que los tratamientos T2 y T3, sin embargo, estos últimos no mostraron diferencias entre ellos (Figura 2).
En volumen por fruta, el tratamiento T1 presentó el mayor valor (Figura 3).
Figura 3: Evolución y media del volumen por fruta (cm3)
Por tanto, la densidad por fruto fue mayor en el T2, seguido del T3 (Figura 4).
Figura 4: Evolución y media de la densidad por fruta (g cm-3)
En cuanto a la cantidad de sólidos solubles, los mayores valores se recogieron en el T3 y el T2, siendo menor en el tratamiento T1 (Figura 5).
En firmeza de la fruta el mayor valor se dio en el T3 (Figura 6).
Figura 6: Evolución y media de la firmeza del fruto de la fresa (g cm-3)
Finalmente, en cuanto a la conservación poscosecha de la fresa, presentaron mayor conservación los tratamientos T3 y T2 (Figura 7).
Conclusiones y recomendaciones
El aumento de la salinidad provocó menor producción de fruta y menor peso del fruto. En los tres muestreos realizados a lo largo del ciclo de cultivo se observó un aumento en los grados ºBrix, lo que supone un aumento del sabor del fruto, cuando se aumentó el contenido salino en el riego. Igualmente en condiciones salinas aumentó la firmeza del fruto. En cuanto al efecto sobre la conservación de fruto durante 10 días, se observó que el aumento de salinidad proporcionó también una mayor conservación.
En cuanto a la absorción de nutrientes presentó mayor absorción el tratamiento de salinidad intermedia.
Es recomendable repetir el estudio comenzando antes las aplicaciones de salinidad, a partir del inicio de fructificación, momento en el que el cultivo ya ha alcanzado un desarrollo vegetativo considerable y comienza el engorde de los primeros frutos, aproximadamente a los 60 días desde la plantación (en Diciembre). Al mismo tiempo reducir el nitrógeno aplicado, ya que el nitrógeno favorece el desarrollo vegetativo frente al generativo.
Agradecimientos
Este trabajo ha sido financiado por la empresa Gat Fertiliquidos y contado con la colaboración del equipo de Pedro Gavilan del IFAPA.
Referencias
- Cadahía, C. 1988. Fertilización en riego por goteo de cultivos hortícolas, Edit. ERT Fertilizantes, Unión Explosivos Rio Tinto, Madrid.
- Gavilán, P., Lozano, D., Ruiz, N., y Molina, F., 2014. El riego de la fresa en el entorno de Doñana. XXXII Congreso Nacional de Riegos. AERYD. Madrid, 10-12 junio 2014.