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La patata contiene una gran variedad de minerales y fitoquímicos con efectos potencialmente saludables

Patatas con alto potencial de valor añadido

Redacción Interempresas14/06/2017

El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, ha llevado a cabo avances en la mejora genética de la patata con el objetivo de obtener variedades con elevados niveles de compuestos bioactivos (antocianinas, fenoles y carotenoides totales), así como capacidad antioxidante beneficiosas para la salud, adaptadas a nuestras condiciones de cultivo.

La patata, además de ser un alimento básico y uno de los principales cultivos alimentarios a nivel mundial, contiene una gran variedad de minerales y fitoquímicos con efectos potencialmente saludables. Una mayor concienciación sobre la importancia del consumo de estos fitoquímicos (sustancias que ayudan a proteger las células del daño que generan los procesos cancerígenos) y el interés creciente en el desarrollo de nuevos productos con propiedades organolépticas específicas, han provocado la aparición de distintas iniciativas de mejora genética de patata relacionadas con este tipo de compuestos.

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Estudio de los compuestos de la patata

Recientemente se han desarrollado nuevas variedades con un alto contenido en pigmentos que poseen gran efecto terapéutico relacionado sobre todo con la actividad antioxidante. “El incremento de la concentración de compuestos bioactivos tiene una doble función ya que, por una parte, son beneficiosos para la salud y, por otra, son pigmentos que aportan una intensa coloración morada o roja muy atractiva para el consumidor y pueden suponer nuevas oportunidades de mercado y alimentos funcionales”, explica Jose Ignacio Ruíz de Galarreta, investigador principal de Neiker-Tecnalia y responsable de Mejora Genética en Patata.

Aunque en el caso de la patata la pérdida de componentes relacionados con varias características sensoriales, principalmente el sabor, no es tan acusado como en otras hortalizas, esta característica “no ha primado a la hora de desarrollar nuevas variedades, ya que en Europa no se da tanta importancia al sabor de la patata pero sí a su procesamiento industrial. En el caso de Latinoamérica, las variedades poseen mayor contenido de materia seca y sabores más característicos, ya que tienen una mayor variabilidad al ser el centro de origen de esta especie”.

Entre los compuestos más estudiados desde la perspectiva de la mejora genética se encuentran, por un lado, el ácido clorogénico, tanto por sus implicaciones para la salud humana como por sus funciones en la defensa de la planta contra patógenos. Por otro lado, se ha estudiado el grupo de los carotenoides ya que además de estar asociado con un color amarillo intenso, algunos de los carotenoides mayoritarios en la patata se consideran de especial importancia para la salud ocular y la reducción del riesgo de sufrir degeneración macular asociada a la edad.

En el caso de otros compuestos como los polifenoles (antocianinas o ácidos fenólicos) "se ha asociado su bioactividad, al menos parcialmente, a su capacidad antioxidante, eliminando radicales libres que están implicados en el desarrollo de muchas enfermedades crónicas degenerativas”, añade Ruíz de Galarreta.

La concentración, la distribución y la composición relativa de cada uno de los compuestos en la patata están también fuertemente influenciadas por factores ambientales como el manejo del cultivo, clima, suelo, incidencia de plagas y enfermedades, el momento de la recolección, daños mecánicos, el tiempo y las condiciones de almacenamiento.

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Proceso de mejora genética

La investigación que Neiker-Tecnalia viene desarrollando desde 2014 tiene como objetivo obtener variedades con elevados niveles de compuestos bioactivos beneficiosos para la salud, así como capacidad antioxidante, adaptadas a las condiciones de cultivo de nuestro territorio. Para ello se inició la evaluación de una serie de variedades de carne roja y morada, pero que tenían una baja adaptación y producción, por lo que se procedió a la realización de cruzamientos a fin de conseguir variedades óptimas tanto desde el punto de vista productivo como nutricional y de mercado.

“En este contexto, en 2014 iniciamos un programa de selección con el objetivo de obtener variedades con elevados niveles de antocianinas, fenoles y carotenoides totales y determinar su capacidad antioxidante. Todos ellos dieron como resultado una buena producción y se adaptaron a nuestras condiciones de cultivo dentro del entorno de la especie cultivada en nuestras latitudes, es decir, Solanum tuberosum subsp. tuberosum. Se evaluaron una serie de parentales de color de pulpa roja y morada, no adaptados a nuestras condiciones agroclimáticas ya que muchos de ellos procedían del centro de origen de la patata cultivada –América del Sur–, donde crecen en condiciones de día corto o 12 horas de luz”.

Así, el programa de mejora genética de la patata tiene como objetivo principal “la obtención de nuevas variedades con características agronómicas o nutricionales favorables, resistencia a diferentes patógenos y aptitud para procesamientos industriales específicos”. En los últimos años, la investigación en patata en Neiker se ha centrado “fundamentalmente en el desarrollo de nuevas variedades adaptadas a las condiciones agroclimáticas españolas”. Por este motivo, los objetivos de mejora se han ido orientando desde sus inicios al procesamiento y la calidad, así como resistencias a los principales patógenos como virus y/o nematodos. Actualmente, además de los objetivos clásicos de la mejora consistentes en adaptación, precocidad, producción y resistencia frente a patógenos, se han incorporado otros relacionados con nuevas demandas sociales como una mayor calidad nutricional en términos de contenido de minerales y compuestos bioactivos”, expone Jose Ignacio Ruíz de Galarreta. Este trabajo ha sido financiado por el INIA (RTA2013-00006-C03-01) y el Gobierno Vasco.

A lo largo de este año se llevarán a cabo ensayos agronómicos comparativos, así como la multiplicación de los clones obtenidos más prometedores que van a constituir en poco tiempo nuevas variedades para su posterior desarrollo y comercialización.

Neiker destaca la importancia de contar con clones como los conseguidos. “Para los productores resulta interesante contar con variedades de patata morada que se adapten a amplias condiciones climáticas. Además, estos materiales incorporan compuestos antioxidantes naturales, los cuales resultan atractivos desde el punto de vista nutricional y visual, tanto para profesionales del mundo de la restauración como para los consumidores finales”.

Genes más resistentes a condiciones climatológicas

Las características climáticas óptimas para el cultivo de la patata son las correspondientes a “un clima suave, de lluvias bien repartidas, pero no excesivas ni muy frecuentes, con vientos de velocidad media, días largos, ausencia de heladas durante el periodo vegetativo y temperaturas no excesivamente altas, por debajo de 30 °C. Los suelos preferentemente no muy pesados, arenosos y con materia orgánica intermedia”.

Por este motivo, y paralelamente a este programa de mejora, Neiker-Tecnalia está llevando a cabo desde hace varios años una investigación relativa a identificar genes de la patata relacionados con una mejor adaptación a las condiciones previstas del cambio climático, caracterizadas por una disminución de la lluvia y temperaturas más extremas de calor y frío. “El objetivo es detectar los genes más resistentes con el fin de crear nuevas variedades de patata que se adapten de forma óptima a las futuras condiciones climáticas. Por otro lado, la investigación persigue también conocer cómo se comportarán las variedades de patata actuales en una situación de mayor sequía y condiciones térmicas más extremas. Esta investigación forma parte de un proyecto que ha sido desarrollado por una consorcio internacional, además de Neiker con centros de I+D y universidades de Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Costa Rica”.

Neiker-Tecnalia, centro de referencia mundial en patata

Neiker-Tecnalia, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, es una Sociedad Pública sin ánimo de lucro adscrita al Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco. Este centro tecnológico es una referencia a nivel mundial en el estudio e investigación de la patata y en la producción de patata de siembra. Este reconocimiento se ha logrado gracias a la investigación puntera que realiza desde hace más de 150 años en sus instalaciones de Arkaute e Iturrieta, en Álava.

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