Castilla y León convoca las nuevas ayudas para el saneamiento de frutales afectados por fuego bacteriano
En ejecución del programa regional de control del fuego bacteriano de las rosáceas, de 2012 a 2014 se han realizado análisis regulares en los que se ha detectado la presencia de este patógeno. Tras el estudio en las parcelas de control por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería, se puso de manifiesto que en la mayoría de los casos la bacteria se encuentra en el tronco del árbol por lo que la medida a adoptar es arrancarlo.
Por ese motivo, y con la intención de respaldar a los agricultores afectados, se considera conveniente reponer los árboles afectados como consecuencia del arranque realizado para minimizar los daños producidos. Para ello se ponen en marcha estas ayudas del Gobierno autonómico, que cuentan con una dotación presupuestaria de 120.000 euros.
Esta convocatoria busca apoyar a los titulares de explotaciones de frutales de pepita (manzano, peral y membrillo) de Castilla y León que se hayan visto obligados a la destrucción de plantas con síntomas de fuego bacteriano. Estas ayudas están destinadas a la reposición cuando esta se produzca en menos de tres campañas desde que se ejecutó el arranque.
La reposición de los árboles podrá hacerse con la misma especie que se arrancó o con otras especies o variedades menos susceptibles al ataque de la bacteria y podrá hacerse en la misma parcela o en otra de la misma explotación.
Los beneficiarios serán los titulares de las explotaciones afectadas que cumplan, entre otros, los siguientes requisitos: ser agricultor activo, estar inscrito en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León y haber entregado fruta en la campaña de comercialización 2014 a un operador frutícola. El gasto subvencionable por beneficiario podrá ser desde 100 a 15.000 euros, en función del número de árboles afectados.
El fuego bacteriano es una enfermedad que afecta fundamentalmente a las rosáceas (frutas de pepita y diversas especies ornamentales) por lo que es fundamental extremar las precauciones para evitar la difusión de la bacteria y las repercusiones económicas que podría tener sobre las plantaciones de frutales de la región.