Un trabajo sobre la patata en el País Vasco recibe el XIX Premio Félix Mocoroa de Investigación en Alimentación Vasca
14 de diciembre de 2012
El investigador David Palanca ha estudiado el primer siglo de historia de este tubérculo en la CAV, desde su introducción hasta la época en la que su cultivo y consumo estaban ya totalmente generalizados. Según explica, el momento clave de esta evolución, sobre todo en Álava, fue la Guerra de la Independencia, cuando los vascos observaron que los soldados franceses saciaban su hambre saqueando los cultivos de patata (por aquella época no tan extendidos) que encontraban. El punto de partida de este trabajo son los denominados Extractos de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que fue la principal institución propulsora del cultivo de la patata. Se trata de unos textos que recogen los adelantos hechos en la agricultura, y fue la bibliografía de la que partió Palanca para llevar a cabo este trabajo, a la que hay que añadir todo tipo de documentación provincial, judicial, diocesana… de los tres territorios. El investigador ha optado por 1760 como fecha inicial de estudio, porque escritos como los correspondientes a un pleito que hubo en el valle de Zuia por el pago/impago del diezmo de la patata (1816), indican que este cultivo ya estaba presente en los tres territorios (en Bilbao, el mismo Valle de Zuia y Hondarribia) para la década de los 60 del siglo XVIII. Respecto a la fecha de finalización, se ha establecido en el año 1860, porque para entonces ya existía documentación de la que se deduce que la siembra de la patata estaba generalizada en las tres provincias.
“En la Guerra de la Independencia, en Gipuzkoa, por ejemplo, las tropas francesas arrancan sembrados de patata para comer, porque había bastante hambre. Entonces, los vascos ven que las comen y que no les pasa nada, que no tienen enfermedades y que engordan”, explica Palanca. Al parecer, esto hizo que, sobre todo los alaveses, vieran la luz: “En Bizkaia y en Gipuzkoa tenían la mar, pero Álava era totalmente agrícola, dependían del cielo. Como la patata está en el subsuelo y no le pasa nada llueva o granice, el cultivo aumentó considerablemente. Comprobaron, por otra parte, que era un producto que servía para alimentar a la gente, y, al estar bajo el suelo, aguantaba las inclemencias del tiempo”.