Gestión del uso prudente de los antibióticos
Roger J. Palacín-Chauri1, Irina-Garcia Ispierto1,2*. 1Departamento de Ciencia Animal, Universidad de Lleida (UdL). 2Agrotecnio Centre, Lleida.
30/05/2023El sector de la producción de leche es una importante actividad económica a nivel mundial. Se calcula que hay más de 250 millones de vacas de leche produciendo 600 millones de toneladas de leche anualmente. La evolución de las granjas ha sido producir de forma más eficiente. Por ejemplo, en el siglo XX en Estados Unidos para producir los mismos kilos de leche se necesitaban un 21% más de animales y un 23% más de comida (Capper et al., 2009).
El sector de la producción de leche es una importante actividad económica a nivel mundial. Se calcula que hay más de 250 millones de vacas de leche produciendo 600 millones de toneladas de leche anualmente. La evolución de las granjas ha sido producir de forma más eficiente. Por ejemplo, en el siglo XX en Estados Unidos para producir los mismos kilos de leche se necesitaban un 21% más de animales y un 23% más de comida (Capper et al., 2009). Actualmente existen granjas más grandes y con un manejo exquisito, reduciendo costes fijos y aumentando el beneficio. A pesar de ello, la producción lechera y tipo de granja sigue dependiendo no solo del país, sino incluso de la región. Se han implementado varios cambios, incluyendo la introducción de nuevas prácticas y tecnologías, que han permitido el aumento de la productividad por animal y por finca. Estos cambios se han observado en la rutina de ordeño, las prácticas de alimentación, el alojamiento y los programas de manejo de la salud, entre otros.
Durante las últimas tres décadas, grandes avances en la ciencia (nutrición, fertilidad, epidemiología, patología), nuevas herramientas tecnológicas, la estructura de la industria láctea, salud pública y demandas del mercado (por ejemplo, comercio de leche y productos lácteos, bienestar animal y menor impacto ambiental) han superado enfoque de medicina veterinaria, donde la trazabilidad de los alimentos es obligatoria en la mayoría de los países. El enfoque de las enfermedades clínicas y subclínicas durante las clínicas ambulatorias fue reemplazado en gran medida por el mantenimiento de la salud animal utilizando servicios veterinarios de asesoramiento, para proteger a los animales y a las personas de enfermedades, mejorar el bienestar animal y reducir el impacto ambiental de la producción de leche, mitigando también el uso de antimicrobianos (Skjølstrup et al., 2020).
La importancia de reducción del uso de antibióticos
La importancia sobre el bienestar animal en los animales de producción es cada vez mayor y existe un aumento de presión social sobre los ganaderos. Al mismo tiempo, instituciones de todo tipo, ya sean públicas o privadas, nacionales o internaciones, instan al sector ganadero a reducir el uso de antibióticos debido al incremento de resistencias microbianas. La alta selección genética de la raza Holstein-Frisona para aumentar la producción ha comportado el aumento del riesgo a complicaciones clínicas, así como la disminución de la fertilidad (Oltenaku and Broom, 2010). La vaca de hoy es más susceptible a padecer enfermedades infecciosas y estrés metabólico, por lo que el estado inmunológico del animal se ve disminuido. Eso afecta, lógicamente, al uso de tratamientos farmacológicos. La venta de antimicrobianos en España es superior a la media europea, tanto en veterinaria como en la especie humana, por eso ha surgido la necesidad de legislar y realizar planes estratégicos para reducir su uso.
La principal razón de reducir el uso de antibióticos es la aparición de resistencias, pero ¿qué implican dichas resistencias?
- Producen un aumento de la morbilidad y mortalidad en el rebaño, aumentando los costos de producción (Mathew et al., 2007).
- Existe un mayor riesgo que los patógenos pasen de animales a personas por contacto (Price et al., 2007) o vía cadena alimentaria (Sillbergeld et al., 2008).
- En humana, también disminución de la eficiencia del tratamiento y aumento de muertes por infecciones bacterianas.
Por todos estos motivos, es imprescindible hacer un uso razonable de los antibióticos, siguiendo las instrucciones en todo momento del veterinario.
¿Qué dice la Unión Europea al respecto?
En 2007 la UE informó de más de 25.000 muertes por causa de resistencia a infecciones de Echerichia coli, Klebsiella pneumonia, y Streptococcus pneumoniae (ECDC/EMEA, 2009). Una de las principales causas de muerte en humana a nivel mundial son las resistencias a antibióticos. Ya en 2009 el Centro Europea para la Prevención y Control de Enfermedades y la Agencia Europea de Medicamentos apuntaron en un informe conjunto que las enfermedades de los animales de producción se complican por el uso excesivo de antibióticos, la generación de bacterias resistentes a medicamentos y la transferencia de dichas bacterias en la cadena alimentaria (Trevisi, 2014). Si no se aplican medidas urgentes contra la resistencia de antimicrobianos se predice que se pueden llegar a producir más de 10 millones de muertes de seres humanos en el mundo por infecciones bacterianas resistentes a antibióticos (de Kraker, 2016). Por lo tanto, estamos delante de un problema de salud pública, en que profesionales de la salud pública deben trabajar en la misma línea.
A nivel estatal, el Plan Nacional frente a la Resistencia de los Antibióticos (PRAN) es un plan estratégico y de acción cuyo objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y, consecuentemente, reducir el impacto de este problema sobre la salud de las personas y los animales, preservando de manera sostenible la eficacia de los antibióticos existentes. El Programa para el Uso Razonable de Antibióticos en Bovino de Leche proviene del PRAN. Uno de los objetivos del programa es reducir el consumo total de antibióticos críticos, en dos fases: 1ª fase (2019-2021) fluoroquinolonas y otras quinolonas; 2ª fase (2022-2025) cefalosporinas 3ª y 4ª generación. Los antibióticos críticos son aquellos en los que son la única terapia eficaz de tratamiento y/o se usan para tratar enfermedades causadas por microorganismos que se pueden transmitir a humanos por fuentes de origen no humano.
Actuaciones en granja
La prevención va íntimamente ligada con la higiene de la granja y el manejo no solo higiénico-sanitario si no también reproductivo. Es importante establecer un Plan Sanitario específico en el que se identifiquen los riesgos de salud y los protocolos a seguir en materia sanitaria, bioseguridad, higiene, nutrición y reproducción.
Uno de los momentos más críticos a nivel clínico de la vida de la vaca es durante el periparto, donde complicaciones como metritis o retenciones de placenta pueden marcar el futuro del animal en la explotación. También la mastitis juega un rol importante durante el periodo de producción. En todas estas patologías, las infecciones bacterianas juegan un papel importante. Por ello, el uso razonable de antibióticos es la clave para el cumplimiento con la legislación vigente. El objetivo a conseguir sería:
- Realizar pruebas de sensibilidad (antibiogramas) para elegir el antibiótico más adecuado tanto en metritis como en mastitis para seleccionar el antibiótico de espectro más restringido de entre los posibles.
- Considerar la vía de administración más adecuada, priorizando la local a la parenteral y oral.
- Evitar combinaciones de varios antibióticos, ya que aumenta la probabilidad de crear resistencias.
- Evitar la utilización continuada y prolongada en el tiempo de un mismo antibiótico para una misma indicación.
Más concretamente, por ejemplo, la bacteria Staphylococcus aureus es una de las principales causas de producir mastitis clínica (Zaatout et al., 2020) y ya en varios casos se están describiendo genotipos resistentes a los tratamientos antimicrobianos que se utilizan normalmente. El Meloxicam es el tratamiento de referencia ya que, a diferencia del meglumine y ketofren, tiene menos efectos negativos en el tracto gastrointestinal (Vaskuri et al., 2022).
Uso de hormonas
A diferencia del uso de antibióticos, no existe relación alguna entre el uso de tratamientos hormonales y sanidad pública, resistencia a antibióticos o seguridad alimentaria (Pieper et al., 2016). Seguramente ni científicos ni administraciones han sabido transmitir a la opinión pública que los tratamientos hormonales reducen la huella de carbono y hacen más sostenible la producción animal. Sin la aplicación de algunas hormonas reproductivas como la prostaglandina, la progesterona o inductores de la ovulación, por cada kg de leche producido el animal necesitaría consumir más pienso y forraje. Esto, aumentaría costes y haría la producción de leche insostenible, siempre y cuando el consumidor no esté dispuesto a asumir el aumento de precio que esto conllevaría.
Perspectivas de futuro
Diversos autores proponen alternativas a complicaciones clínicas, por ejemplo, el uso de extracto de la planta Terminalia chebula para el tratamiento de mastitis, o el uso de extractos de aceite de plantas como Rosmarinus offinalis y Cinnamormum cassia para el tratamiento de metritis, endometritis o retención de membranas fetales. Aquí también juega un papel importante la selección genética para obtener animales más resilientes y resistentes a infecciones y el uso de vacunas para la prevención de mastitis, mejorando la respuesta inmunológica cuando se produce la infección.
El enfoque One Health es imprescindible para la gestión prudente de los antibióticos y la reducción hormonal en la producción de leche y, por lo tanto, es responsabilidad de todas y todos velar por la salud pública y la sostenibilidad del sector buscando alternativas que sean eficaces.
Para consultar las referencias bibliográficas puede ponerse en contacto con redaccion_vacuno@interempresas.net