La primera feria del año en Torrelavega recupera la normalidad con ventas ágiles
El vacuno de abasto notó la ausencia de algún tratante habitual, pero ello no impidió que todas las reses se comercializasen con cierta rapidez y facilidad en los tratos, ayudados por la demanda que ejercieron un par de compradores. Además, tampoco afectó la poca calidad ofertada en general, permitiendo una repetición de las cotizaciones.
Por su parte, el vacuno de recría notó en esta feria la ausencia de algunos compradores habituales, lo que no impidió que los terneros ofertados se vendieran al completo dentro de un comportamiento que no difiere mucho del de antes de las fiestas.
En el tipo de recría cruzado, la venta fue ágil en general, pero necesitaron algo más de esfuerzo a la hora de cerrar los tratos en el cruzado mediano, debido a la poca actividad de los principales compradores, aunque la pérdida fue mínima en las cotizaciones. En el tipo de recría frisón o pinto, la venta fue rápida para todos los ejemplares, adquiridos por tres únicos compradores sin apenas tratos de por medio. Ello, junto a la buena calidad, hizo que las cotizaciones repitan de nuevo sin ninguna dificultad.
Por su parte, el vacuno de producción de leche tuvo poca actividad debido a la ausencia de varios compradores. La comercialización quedó casi en su totalidad en manos de tratantes particulares. Éstos adquirieron la oferta de una forma un tanto selectiva y fueron necesarios tratos muy trabajados, aunque las ventas fueron al completo con cierta bajada en las cotizaciones.
De entre toda la oferta registrada, sobresalió una vaca de segundo parto procedente de Villacarriedo (Cantabria), que fue comprada por un ganadero de Maoño (Bezana) en la cantidad de 2.800 euros, lo que supuso el ‘techo’ de esta feria.