Récord histórico en las subastas de Rubia Gallega con 7.000 euros por una novilla preñada
La subasta de Adai deparó la cotización más alta de la historia y, por descontado, la puja más larga y más reñida de todas las subastas que se recuerdan hasta la fecha. De hecho, la novilla se presentó en el anillo de subastas a un precio de salida de 2.200 euros, y fue subiendo de 50 en 50 euros hasta alcanzar la friolera de los 7.000 euros finales. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que quedaban 14 novillas por subastar, la organización decidió subir las pujas de 100 en 100 euros.
Y es que al margen del récord de 7.000 euros, –las cantidades más altas que se recuerdan rondaban los 4.500 euros–, la subasta fue todo un éxito, en cuanto a precios, a la adjudicación de todos los animales presentados, a la gran cantidad de compradores y a los precios medios. La puja nacional de Adai finalizó con una media para las novillas de 3.133 euros y de 2.850 euros, ambas también récords en la historia de las subastas de Acruga.
La novilla de récord, procedente del centro de recría de la Granja Gayoso Castro, era la primera de la subasta y también la primera en cuanto a su calificación lineal, con unas puntuaciones que explicaban por qué se trata de un animal morfológicamente perfecto. Tras una reñidísima puja, el animal irá a la explotación de un veterano ganadero de raza Rubia Gallega, con ganadería en el municipio de Castroverde, y que es además un habitual comprador en las pujas que organiza la asociación.
Poco antes de las 12.00 horas de la mañana comenzó la subasta con otro récord que hacía presagiar la animación y las pujas muy reñidas, ya que un total de 68 posibles compradores retiraron la tarjeta que les acreditaba para pujar. El recinto ganadero de Adai lucía como en las grandes ediciones, con muchísimo público, muchos ganaderos y ganaderas deseosos de comprar, y varias autoridades, entre ellos la Consejería de Medio Rural, la lucense María José Gómez; o el Diputado de Medio Ambiente y alcalde de A Fonsagrada, Carlos López, en representación de la Diputación de Lugo, además del alcalde de O Corgo, Felipe Labrada, como anfitrión de la gran fiesta de la Rubia Gallega.
Los primeros en subastarse fueron los toros, ocho en total, cinco pertenecientes a Acruga y tres a ganaderos particulares. El toro que se llevó la cotización más alta se presentó en 2.300 y subió hasta los 3.950 euros, adquirido por un ganadero de Celanova (Ourense), que tenía claro que venía a Adai a hacerse con un semental para su explotación de raza Rubia. Hubo otros ejemplares machos que también alcanzaron cotizaciones muy altas, como la de un macho vendido en 3.250 euros, que es fruto de un embrión del programa de mejora geneática que la Xunta de Galicia desarrolla en colaboración con Acruga. También otro de los machos de la asociación, procedente de la nave de testaje, se vendió en 3.300 euros, cotizaciones que a la larga hicieron posible ese récord del precio medio de los machos de más de 2.850 euros. El ganado estuvo muy repartido, ya que los compradores de estas 23 reses procedían de Castroverde, Barreiros, Guitiriz, Friol, Becerreá, Celanova (Ourense), Paradela, Cervantes, Monterroso, O Corgo, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro y O Incio.
Tras la subasta, mucha satisfacción por parte de ganaderos, de Acruga como organizadora de la subasta y también de las autoridades. La Xunta de Galicia vio sobre el terreno los buenos resultados del programa de mejora genética de la raza Rubia Gallega que desarrolla con Acruga, con ejemplares procedentes de este proyecto que alcanzaron muy buenas cotizaciones. Por su parte, la Diputación de Lugo hacía valer el éxito del proyecto de recría que lleva a cabo con la Asociación en la Granja Gayoso Castro desde hace años, y además de obtener unas cotizaciones altísimas para sus novillas preñadas, se constataba que esta subasta supone un antes y un después para la raza.