Tres detenidos por introducir la enfermedad hemorrágica epizoótica en Cantabria
El epicentro de la enfermedad, según la investigación de la Guardia Civil, estaría en una explotación ganadera de la zona del Valle de Miera, en Cantabria, desde donde llegó a sobrepasar la frontera con Francia. En el mes de enero del pasado año, los responsables de esta explotación ganadera trasladaron un importante número de vacas a dos zonas de pastos en Cáceres. En julio, ya declarada la enfermedad, llevaron de vuelta a Cantabria unas 200 vacas, sin contar con las preceptivas documentaciones para el movimiento de este ganado y las comunicaciones de entrada en la comunidad autónoma. En los pastos de Cáceres, ya en el marco de la investigación, denominada ‘Operación Rumia’, se localizaron restos cadavéricos de ganado vacuno.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil comenzó la investigación al declararse la citada enfermedad animal en Cantabria, tras comprobar que se había roto el patrón de propagación. En concreto, se observó un salto de la enfermedad superior a 350 kilómetros, circunstancia que “no era acorde con la forma de propagación”, según los investigadores.
Se constató que el vector de propagación coincidía en la enfermedad hemorrágica y la lengua azul, esta última detectada en la explotación ganadera bajo sospecha en Cantabria, en fechas en las que pudo haber retornado el ganado desde Cáceres, donde estaban declaradas ambas enfermedades. En las mismas fechas, se comprobó la existencia de ganado medicado en la explotación, con informaciones que apuntan a “una alta incidencia” de ambas enfermedades en esa estabulación.
A principios del mes de marzo, se procedió a la detención de dos responsables de la explotación ganadera y del transportista que habría realizado los movimientos ilegales del ganado a Cantabria, acusados de pertenencia a grupo criminal y delito de daños. A dos de ellos, además, se les considera presuntos responsables de delitos contra la salud pública y falsedad documental.
La investigación está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 del municipio cántabro de Medio Cudeyo e impulsada por la Fiscal de Medio Ambiente de Cantabria, y se está compartiendo información de lo investigado con Europol por haber pasado la enfermedad a Francia, sin descartarse nuevas actuaciones.
Se calcula que el perjuicio económico generado en Cantabria por la enfermedad supera los 3 millones de euros, derivados de indemnizaciones por muerte y tratamientos del ganado, así como de la vacunación de la cabaña ganadera por la lengua azul.