Herramientas tecnológicas para la detección precoz del SBR: ¿El futuro en los cebaderos de vacuno?
Andrea Puig1, Miguel Ruiz1, Marta Bassols2, Lorenzo Fraile2,3 y Ramon Armengol2 . 1Veterinario/a Ganados Ruigan, S.L. ;2Departamento de Ciencia Animal, Universidad de Lleida (UdL); 3Agrotecnio Centre, Lleida.
26/12/2023Durante mucho tiempo el diagnóstico de enfermedades respiratorias se ha basado en la observación visual de los signos clínicos y del comportamiento de los animales, pero esta técnica es subjetiva, necesita una correcta formación del personal, y requiere mucho tiempo y trabajo para supervisar visualmente un gran número de animales. Además, los rumiantes son animales presa en la cadena trófica y evolutivamente intentan ocultar sus signos de debilidad y enfermedad ante el posible depredador, por lo que a nivel de campo este método tiene una sensibilidad y especificidad bajas. Esto se corrobora en algunos estudios, donde se ha determinado que terneros que nunca han sido tratados frente el Síndrome Respiratorio Bovino (SBR) durante su cebo tienen lesiones pulmonares en el momento del sacrificio (Cockcroft, 2015; Thompson et al., 2006).
El Síndrome Respiratorio Bovino (SRB) representa la mayor pérdida económica debido a que es la principal causa de morbilidad y mortalidad en los cebaderos de terneros pasteros, y la segunda patología más frecuente en terneros lactantes, después de los procesos diarreicos (Wisnieski et al., 2021). Todo eso hace que el SRB sea la principal preocupación en los cebaderos de vacuno a nivel mundial.
Para ganar en objetividad, y aumentar la sensibilidad y especificidad en el diagnóstico del SRB se puede complementar la evaluación visual con la puntuación clínica y/o técnicas de diagnóstico por imagen como la radiografía y la ecografía; siendo esta última una herramienta de diagnóstico no invasivo cada vez más utilizada como fuente de información complementaria a la exploración clínica, puesto que permite evaluar los pulmones y la pleura. Referente al diagnóstico radiológico, destacar la dificultad de su implementación en la propia explotación por sus limitaciones de aparataje, gastos, requisitos de anestesia y posible exposición a la radiación. No obstante, el principal problema de estas técnicas de diagnóstico por imagen es que detectan el SRB cuando los animales ya tienen lesiones, y esto se intenta evitar con las herramientas tecnológicas que monitorizan el comportamiento de los animales.
Estas herramientas tecnológicas se engloban bajo el término de ganadería de precisión o Precision Livestock Farming y permiten realizar una evaluación continua, remota, no invasiva y objetiva del comportamiento de los animales y diagnosticar el SRB con una mejor sensibilidad y especificidad. Por todo esto, el uso de nuevas herramientas tecnológicas que permitan un diagnóstico temprano de las enfermedades mediante algoritmos matemáticos puede ser el futuro de las explotaciones de vacuno.
Para entender mejor cómo funcionan estas herramientas tecnológicas que monitorizan el comportamiento, primero debemos saber cuáles son los patrones de comportamiento reconocidos en los animales al inicio de las enfermedades infecciosas febriles, que son principalmente letargo, depresión e hiporexia o anorexia. Estas adaptaciones conductuales son esperables en los animales enfermos en comparación con los sanos, ya que los patógenos infecciosos producen inflamación debido a la liberación de citoquinas proinflamatorias, y algunas de ellas como la interleucina-1 provocan fiebre.
Actualmente, existen principalmente tres opciones tecnológicas para evaluar estos cambios comportamentales en el ganado vacuno y detectar de forma precoz el SRB:
- Monitorización del comportamiento físico mediante acelerómetros de tres ejes, que cuantifican el número de pasos que realizan los terneros, el tiempo que están de pie/tumbados y el número de veces que se tumban (foto 1).
Foto 1. Acelerómetro de tres ejes. Fuente: Robert et al. (2009).
- Monitorización del comportamiento alimentario mediante sensores en comederos y bebederos. Cuantifican la ingesta diaria de alimento/agua, el tiempo que están comiendo/bebiendo y el número de veces que van a comer/beber (foto 2).
Foto 2. Esquema del sistema GrowSafe, el cual determina la cantidad de alimento y agua ingeridos.
- Monitorización del comportamiento espacial mediante sistemas de localización en tiempo real (RTLS), para determinar continuamente la ubicación y el movimiento de los terneros dentro del corral.
Las variables comportamentales más utilizadas son el comportamiento alimentario y la actividad física. La disminución de dichas variables de comportamiento comienza entre cuatro y seis días antes que el diagnóstico clínico de SRB utilizando la puntuación clínica, y son más acentuadas el día anterior a la identificación clínica de la enfermedad (Pillen et al., 2016).
Para poder realizar una monitorización individual del comportamiento de los animales se necesita una identificación electrónica individual de estos, principalmente se utilizan marcas auriculares. La información se transfiere del transpondedor al transceptor (es decir, del animal a un lector) gracias a un sistema de identificación por radiofrecuencia. Y es el transceptor el que manda la información al ordenador o base de datos, que almacena y trata la información gracias a un software específico, y en el momento que el sistema detecta una alerta (mediante algoritmos matemáticos) entrega la información al dispositivo del ganadero/veterinario, el cual puede consultarlo y le ayuda en el diagnóstico de los animales enfermos (figura 1).
Figura 1. Sistema de transmisión de información.
Ahora bien, ¿cómo sería el día a día en una explotación de vacuno de cebo que utilizasen herramientas tecnológicas para el diagnóstico temprano del SRB?
Cada día el ganadero y/o veterinario tendría una lista de animales “sospechosos” de estar enfermos con SRB que le generaría el sistema y le mandaría a su teléfono, tableta u ordenador, y le ayudaría en la toma de decisiones de diagnóstico (Richeson, 2020). Aunque igualmente debería realizar una observación visual de los animales, en busca de otras enfermedades minoritarias a parte del SRB o animales enfermos que no detectasen las herramientas tecnológicas, ya que su sensibilidad y especificidad no son del 100%. Remarcar que el sistema es dinámico y está en continuo aprendizaje, se van modificando los algoritmos gracias a los aportes del ganadero/veterinario (Callejo, 2015). Cuantos más datos se recogen y procesen, más aprende el sistema y por tanto se consigue cada vez un diagnóstico más preciso del SRB (figura 2).
Figura 2. Esquema de la gestión sanitario en la explotación ganadera al incorporar las nuevas herramientas tecnológicas. Adaptado de Callejo (2015).
La detección temprana de las patologías es uno de los objetivos primordiales en la producción ganadera actual, y una de las maneras de conseguirlo es gracias a la monitorización constante y los datos individualizados de los animales. Si se tratan los terneros enfermos en una fase temprana, antes de la aparición de los signos clínicos, se reduce el uso de antibióticos y se mejora la efectividad de estos, lo cual es una buena estrategia para hacer frente a la resistencia antimicrobiana y mejorar el bienestar animal. Además, con estas nuevas herramientas tecnológicas se consigue aumentar el rendimiento productivo, ya que son capaces de incrementar la tasa de curación si comparamos con las técnicas de diagnóstico clínico tradicionales al detectar con este sistema animales subclínicos que pueden pasar desapercibidos por el humano, pero no para los algoritmos; disminuyendo así el número de animales en los que la infección se vuelva crónica, con fibrosis pulmonar permanente y generalizada, adherencias y abscesos, que tienen un impacto negativo en el rendimiento productivo del animal e incrementa el riesgo de recidiva y mortalidad (Belaid et al., 2019; Cockcroft, 2015).
Una vez visto el fundamento teórico en el que se basan las herramientas tecnológicas que monitorizan el comportamiento, se procede a describir un estudio donde White et al. (2016) compararon el diagnóstico de SRB con el método tradicional y el sistema de Identificación Temprana de la Enfermedad a Distancia (REDI). El REDI es una herramienta tecnológica basada en el comportamiento especial e incluye variables como son los niveles de actividad, la ubicación dentro del corral (porcentaje de tiempo que pasa cerca del agua y alimento) y los patrones sociales.
Estos autores determinaron que el sistema REDI tiene una sensibilidad y especificidad muy superior a la que presenta la evaluación visual (81,3% y 92,9% vs. 64,5% y 69,1%, respectivamente). Además, demostraron que el sistema REDI detecta a los terneros enfermos hasta 0,75 días antes que un operario entrenado White et al. (2015a). Por otro lado, White et al. (2015b) concluyeron que las ventajas del método REDI eran un menor uso de antimicrobianos y un diagnóstico más temprano del SRB (tabla 1), pero no observaron diferencias entre los dos grupos en el rendimiento, morbilidad, mortalidad y éxito en el primer tratamiento. Es importante destacar que los terneros del método tradicional se trataron de forma preventiva con un antimicrobiano, mientras que los terneros del grupo del sistema REDI no fueron tratados preventivamente.
Tabla 1. Diferencias con/sin significancia estadística entre el método convencional y el sistema REDI.
Que el método REDI consiga los mismos niveles productivos sin tratar a todos los terneros (profilaxis con antimicrobianos) demuestra que este sistema ha sido capaz de detectar a los terneros antes de que aparezcan los signos clínicos y tratar solo a los animales que lo necesitan (terapéutica). Este logro que se consigue gracias a las herramientas tecnológicas puede ser una estrategia importante para reducir la resistencia antimicrobiana, además de contribuir en la disminución de los gastos sanitarios y mejorar la percepción pública. Aunque, hubiera sido interesante para evaluar las diferencias reales en un estudio donde ninguno de los dos grupos se tratase preventivamente con antimicrobiano.
Una vez vistos los beneficios de estas herramientas, ¿consideran que son el futuro en las explotaciones de vacuno?
La implantación de estos sistemas es más sencilla en explotaciones de Estados Unidos que en explotaciones españolas, ya que estas primeras tienen un censo medio más alto y los beneficios derivados de estas técnicas son mayores. En España solo el 36% de los terneros se producen en explotaciones de más de 1.001 animales y esto supone un 3% de las explotaciones (SITRAN, 2019), en comparación con Estados Unidos donde el 77% de los terneros se producen en cebaderos con capacidad mayor a 1.000 animales. Además, en los cebaderos españoles los lotes de animales son más pequeños que los feedlots estadounidenses, por lo que se requiere de más sensores por animal, y cuesta más de rentabilizar ya que se debe instalar aparataje en todos los corrales para procesar una menor cantidad de animales.
Por otro lado, no debemos olvidar que las herramientas tecnológicas que monitorizan el comportamiento tienen como objetivo apoyar al ganadero, no sustituirle, pues este siempre será un factor crucial para un buen manejo de los animales. Como conclusión remarcar que estas herramientas pueden formar junto al ganadero un binomio capaz de lograr un diagnóstico precoz del SRB, y, por tanto, conseguir disminuir el uso de antibióticos, aumentar el bienestar animal y la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas.