La adherencia para mortero en la colocación de baldosas cerámicas
Los fenómenos de adherencia y deformabilidad presiden la tecnología de colocación de las baldosas cerámicas y otros recubrimientos rígidos modulares.
Al sistema formado por la baldosa o módulo rígido, el adhesivo y la superficie de colocación se le exige poder conservar su cohesión, tanto ante esfuerzos que no suponen variación dimensional de los adherentes, como en situaciones en las que la fuerza transmitida al adhesivo proviene de cambios de posición de aquellos.
Las características y los comportamientos de los materiales de agarre y rejuntado son consecuencia primaria de la adherencia y deformabilidad.
Adherencia
En general, el fenómeno de la adherencia tiene lugar cuando estamos frente a un sistema formado por dos materiales que pretendemos unir y que llamamos adherentes; y un segundo material que establece la unión y que denominamos junta o unión adhesiva.
La adherencia se puede definir como la capacidad de transferir una fuerza procedente del adherente a través de la unión adhesiva. De hecho, la adherencia será tanto mayor cuanta mayor sea la energía mecánica que puede absorber la unión adhesiva.
En consecuencia, cuantificamos la adherencia por la fuerza que podemos aplicar a la unión adhesiva hasta el instante en que se manifiesta la disminución de dicha adherencia.
Para medir la adherencia se somete a esfuerzo mecánico la unión adhesiva, hasta la rotura o pérdida de cohesión, disponiendo de dos métodos normalizados:
- De cizallamiento o cizalladura, cuando se aplica una fuerza paralela al plano de la
- unión adhesiva.
- De tracción, cuando la fuerza aplicada es perpendicular al plano de la unión
- adhesiva.
Cuando aplicamos fuerza en una unidad de superficie, estamos midiendo presión. Las unidades de presión es habitual expresarlas en megapascales (MPa), newtons por milímetro cuadrado (N/mm²) o kilogramos-fuerza por centímetro cuadrado (Kp/cm²) siendo la equivalencia entre ellas: