El engrase del interior de las bombas de vacío de paletas rotativas es una de las variables más críticas en cuanto a funcionamiento correcto de los depresores. Hay que tener en cuenta que el aceite de engrase no solo facilita el rozamiento entre las paletas y el cuerpo de la bomba, sino que la misma película de aceite es garante de un sellado perfecto entre las partes móviles y fijas para poder llegar a los niveles de vacío necesarios y poder mantener con ello los tiempos de funcionamiento imprescindibles para el correcto llenado y vaciado de la cisterna de vacío en el que va montado este equipo de succión.
Una de las particularidades de los depresores de la serie KD de Hertell es que cada unidad viene equipada de una bomba de engrase encargada del bombeo del aceite tanto en fase de vacío como de presión. Hay que recordar que este tipo de bombas de vacío ejecuta las dos fases de trabajo en las cisternas de vacío gracias a la válvula de 4 vías (distribuidor de aire) que lleva incorporada en la zona trasera del depresor.
El engrase en la fase de vacío se da automáticamente ya que la misma succión que se genera en el interior ayuda a que el aceite de engrase entre en el cuerpo de la bomba. Pero en la fase de presión se da el fenómeno inverso, por lo que el interior no se engrasa a no ser que se fuerce al sistema con un tipo de bombeo autónomo. Es por ello que todos los depresores KD llevan incorporada una bomba de engranajes conectada al rotor del depresor, de manera que cuando el depresor gira a su régimen de funcionamiento normal hace girar la bomba de engranajes que garantiza la lubricación del interior.
Una particularidad de todos los depresores de la Serie KD es que todos los modelos (a partir del KD-3000 hasta el KD-14000 refrigerado por agua) montan la misma bomba de engrase, lo que facilita la disponibilidad de recambio tanto a fabricantes como a distribuidores y talleres de maquinaria.